China ha confirmado un tercer caso de gripe aviar H3N8 en humanos desde el primer paciente, un niño de cuatro años, en abril de 2022. El Centro de Control de Enfermedades de la provincia de Cantón ha informado que una mujer de 56 años se ha infectado con la cepa H3N8 del virus.
La mujer, que sufría de mieloma múltiple y otras dolencias subyacentes, se contagió en la ciudad de Zhongshan y tenía antecedentes de exposición a aves de corral vivas antes de la detección de su enfermedad. Hasta el momento, se desconoce su estado de salud actual.
Aunque se cree que el riesgo de contagio en esta etapa es bajo, las autoridades sanitarias recomiendan evitar el contacto directo con aves vivas o muertas en la vida diaria y separar la carne cruda de la cocinada. Asimismo, aconsejan que las personas con síntomas en su sistema respiratorio se pongan una mascarilla y que informen a un médico si han estado en contacto con aves.
Los virus de la gripe aviar H3N8 se detectan comúnmente en animales y son frecuentes entre aves domésticas y silvestres. Aunque esta cepa lleva en circulación desde 2002 tras aparecer en aves acuáticas en EE. UU., los brotes de la enfermedad se han multiplicado en los últimos meses en visones, nutrias, zorros y leones marinos. Esto ha hecho saltar las alarmas ante la posibilidad de que el patógeno adquiera mutaciones que faciliten que el virus salte a los humanos.
En febrero de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que el mundo debía prepararse para una posible pandemia de gripe aviar en humanos. Esta alerta se produjo después de que Reino Unido informara de que el mayor brote de gripe aviar de su historia se había extendido a los mamíferos. Además, en diciembre de 2022, se detectó un brote de H5N1 entre visones en el municipio coruñés de Carral. Los trabajadores de la granja se vieron obligados a sacrificar 51.986 animales.