Elegir escuela para los hijos es sin dudas un gran desafío al que se le ponen muchas cargas: se trata de algo que se entiende definirá en gran medida no solo sus aprendizajes, sino su modo de socializar, sus amigos, su experiencia académica y de las otras, sus oportunidades, la forma de abordar el mundo, entre tantísimas otras cosas.
La elección estará atada a los valores de cada familia, las expectativas y posibilidades. Una decisión compleja sin dudas y atravesada por diversas variables.
Una encuesta realizada a nivel nacional buscó darle forma a esta situación a través de la consulta a 500 madres y padres.
Así, se pudo concluir que cercanía del hogar y reputación académica son los dos aspectos que priorizan las familias al elegir escuela primaria. Pero con pocas diferencias también le dan un gran peso a la referencia de directivos y docentes así como a la comunidad escolar.
Se suman la propuesta pedagógica, de mucho mayor peso en el sector privado y el tipo de jornada. Sucede que en los dos sectores, los padres observan más o menos las mismas variables aunque se les atribuye diferente preponderancia. El asunto es que la cercanía es más importante en el caso de las instituciones estatales mientras que el plano social lo es en la privada.
Florencia cambió de criterio una vez que su hijo comenzó a cursar la primaria. Al inicio, eligió una escuela privada que le quedaba muy cerca pero no tuvo una buena respuesta. “Resultó tener un nivel humano paupérrimo y le hacían bullying desde las autoridades por eso lo cambié a la escuela pública a la que va ahora, la elegí por el nivel humano de la gente pero también busqué algo cercano”, contó.
Cuando Paola empezó a buscar colegio para su hija que hoy tiene 11 años, hizo lo que muchos padres: reunir opiniones. “Busqué en varias escuelas, en aquel momento queríamos privada, no tan cara y religiosa, era lo que nos interesaba en aquel entonces. Buscamos recomendaciones de padres y elegimos esta a la que ahora también va mi hijo menor, nos gustó el trato de los directivos y la propuesta pero además nos quedaba cerca de nuestros trabajos”, relató.
Pertenencia y compromiso
Las conclusiones corresponden al informe”¿Qué priorizan las familias al elegir la escuela de sus hijos?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Sandra Ziegler (FLACSO Argentina), Gabriela Catri y Eugenia Orlicki (Observatorio de Argentinos por la Educación). El trabajo se basa en la Encuesta Nacional Escolar (ENE).
“A la hora de elegir escuela, las familias cuyos hijos asisten a instituciones de gestión estatal mencionan que el principal criterio es la cercanía del hogar (63,1%), mientras que en la gestión privada las familias priorizan la reputación académica (50,9%) y la propuesta pedagógica (48%). Contar con buenas referencias sobre los docentes y directivos es importante para las familias en ambos sectores (38,6% en estatal y 40,5% en privado)”, detalla.
Además, expresa que lo que más valoran quienes eligen la escuela privada son los aprendizajes que logran sus hijos (53,2%), mientras que en el ámbito estatal la característica más valorada por las familias es la cercanía de la escuela (48%), que suele ser uno de los principales criterios considerados en el proceso de asignación de vacantes en este sector de gestión. En cuanto al compromiso del equipo docente y directivo es muy valorado tanto en escuelas estatales (46,7%) como privadas (42,8%).
La directora de Educación Primaria, Marta D’Ángelo, destacó un plus: la cercanía facilita la asistencia diaria y es por eso que desde el gobierno escolar consideran que mejora la asistencia y por ello, el desempeño académico.
La funcionaria subrayó que lo que suma a nivel local es que en Mendoza desde la normativa se promueve y privilegia la cercanía.
Justamente para las inscripciones tienen prioridad quienes viven cerca del establecimiento y este año de hecho, en el caso de la secundaria, se amplió la proporción de vacantes para la primera instancia, en la que se encuentran.
“Hace algunos años la cercanía al domicilio particular o laboral de los padres de los estudiantes a la escuela es un indicador prioritario, a pesar de eso, es una realidad, que hay escuelas más demandadas que otras por un abanico de razones”, explicó.
Además, aparece otro elemento en juego: “Vuelve a aparecer el tema de la pertenencia, se nota mucho más en colegios de gestión privada que en general en los de gestión estatal a no ser que sean instituciones emblemáticas o de mucho prestigio, allí hay grupos homogéneos y dan cifras parecidas a lo que se ve en gestión privada”, opinó el psicopedagogo Alejandro Castro Santander.
“Por eso -agregó- en el de gestión estatal se elige más la cercanía, por una serie de cosas como la comodidad o no gastar en traslado”, refirió.
Además destacó que muchas veces influye mucho qué relación establece la familia con el docente. Por otra parte, “a medida que la primaria se acerca a la pubertad y la adolescencia influyen mucho los grupos y los vínculos de amistad y son justamente los chicos los que aunque los padres no quieren definen la permanencia, sentirse parte de la institución influye en permanencia y rendimiento”.
De todas formas dijo que se trata de un tema complejo con muchas variables según los criterios de las familias.
Diferencias
En todo esto juegan un rol crucial las expectativas de los padres respecto de las escuelas y en este punto se expresan más insatisfechos los padres de escuelas públicas. Esto se refleja en que son una mayor proporción los padres que si pudieran cambiarían a sus hijos de colegio. En general, hay una mayor satisfacción con lo que ofrecen las privadas.
Sucede lo mismo en cuanto a las problemáticas que encuentran en las escuelas, estas son mayores en las estatales.
En el trabajo, las madres cuyos hijos asisten a gestión estatal mencionan falta de recursos (39,2%) y problemas de infraestructura (31,7%). En el caso de las madres con hijos en gestión privada, el 38,7% indica que la escuela no enfrenta ningún problema, y solo un 12,1% destaca problemas de infraestructura.
“Los padres que envían sus hijos a la escuela pública tienen su elección atada a su lugar de residencia. En cambio, en el circuito privado las comunidades escolares se conforman por afinidades sociales e intereses pedagógicos que rebasan los límites geográficos. Es de suponer que esto impacta en la conformación de las identidades de los alumnos, que en el circuito privado seguramente se definen en gran medida por la escuela a la que se concurre, mientras que en el circuito estatal (excepto en los casos de las escuelas públicas emblemáticas) la pertenencia escolar tiene menor relevancia en la construcción de las identidades”, reflexiona Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO.
Expectativas
La incorporación de aprendizajes es la principal expectativa que depositan en la escuela tanto las familias de gestión estatal (67%) como las de gestión privada (69%). Para 6 de cada 10 familias, también es muy importante que la escuela prepare a los alumnos para continuar estudiando (58% en sector estatal y 57% en sector privado).
Por el contrario, las principales diferencias entre las demandas por sector de gestión se dan en relación con la expectativa de que los niños encuentren en la escuela un espacio de socialización y encuentro con pares (55% privada y 39% estatal), y en menor medida, que la escuela los prepare para el mundo laboral (55% privada y 48% estatal) y que adquieran disciplina (46% privada y 40% estatal).