El inminente inicio del ciclo lectivo 2024 para el nivel secundario enciende las alarmas sobre el Último Primer Día (UPD), la “nueva tradición” implementada por los chicos que finalizan sus estudios. El primer día será el miércoles 28 de febrero, por lo que habrá operativos de control durante la noche del martes en toda la provincia.
Por quinto año consecutivo, el Gobierno de Mendoza lanzó una campaña de concientización por la polémica celebración para advertir sobre las consecuencias no deseadas de las conductas que se generan en esas circunstancias, aunque cada año suceden nuevas situaciones, y la prevención parece no ser suficiente. Los festejos ya se instalaron hace varios años como un ritual entre los alumnos, por lo tanto es necesario darles acompañamiento para que se lleve adelante con responsabilidad.
Hay toda una cultura propia del grupo en torno a este momento, los estudiantes suelen organizar este evento con varias semanas de anticipación, reúnen fondos, buscan el lugar y suelen contratar Dj, aunque depende de las posibilidades de cada grupo. Incluso muchos organizan un atuendo especial para la ocasión, además de la bandera del curso y las clásicas camperas, la cual muchos la usan para hacer su ingreso triunfal al colegio.
Una variable que se repite los últimos años es que suelen juntarse varios cursos, que hasta pueden ser de distintas escuelas, también organizan el traslado, es que a veces se trata de lugares alejados y por la mañana, deben trasladarse al colegio. Por ello, y porque son una gran cantidad de alumnos, suelen contratar algún servicio de combi o colectivo.
LA CAMPAÑA DE PREVENCIÓN
La Dirección General de Escuelas (DGE) comenzó la campaña de concientización destinada a estudiantes y familias del último año de nivel secundario para prevenir inconvenientes en el festejo, caracterizado por realizarse la noche previa al comienzo del ciclo lectivo. “La intención es que el UPD se convierta en una reunión de festejo y sea un lindo recuerdo para los estudiantes que finalizan el nivel secundario”, mencionaron en su comunicado.
Desde hace varios años la costumbre de los futuros egresados es pasar juntos la noche previa en algún salón o quincho, donde obviamente no se duerme, y luego trasladarse al colegio para llegar todos juntos. El problema que levanta las banderas rojas es que suele haber música y alcohol y con ello, a veces llegan los excesos y los desmanes. Según el gobierno, lo más importante es dialogar, acompañar, asegurarse que reciban atención médica y contención familiar para que los jóvenes puedan festejar sanamente.
“El UPD es un día muy importante como festejo significativo y memorable, pero es muy importante el diálogo con los jóvenes y que tanto la escuela como las familias no se desentiendan de las acciones que se realizan en esta celebración”, señalaron desde la DGE.
CONTROLES POR EL UPD
El año pasado, fueron desactivados 16 festejos por el UPD en Mendoza, tras las intervenciones realizadas por el Ministerio de Seguridad, a pesar de que previamente se tomaran medidas de prevención y se pidiera a los padres que se involucraran en el asunto para evitar problemas. Los festejos se desactivaron tras encontrar chicos menores de edad con bebidas alcohólicas en San Carlos, Las Heras, Luján, Maipú, San Rafael, Guaymallén, Malargüe, San Martín y Junín.
Por lo que este año, desde el área de Diversión Nocturna del Ministerio de Seguridad y Justicia realizarán rigurosos controles para prevenir el desborde de los jóvenes, e impondrán duras multas a los padres de los menores de edad. Ya que advierten que se trata de menores y no deberían consumir alcohol, pero además, buscan detectar las fiestas clandestinas, que normalmente se realizan pero sin declarar el evento.
“Este año la mayoría de los dueños de salones y de boliches han sido un poco reticentes a alquilar, porque no quieren meterse mucho en el tema, ya que son menores y normalmente hay alcohol. En algunos casos lo que se alquila son quinchos con pileta de forma particular y se trasladan a la zona”, informó a Los Andes Rodolfo Martínez, miembro de la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino de Cuyo (Idear).
Otro dato no menor son los gastos que conlleva para los jóvenes “Alquilar un salón puede costar $250.000 más los impuestos algo que también ha influido y corre a la gente a otro tipo de salones no habilitados”, agregó Martínez.
Por ello, esa noche, los inspectores suelen llegar hasta los sitios donde los celebrantes se convocan y, bajo estas circunstancias, desmantelan el evento. El encargado del área de Diversión Nocturna de la cartera, Alejandro Pozzi, puntualizó que desde el fin de semana se están realizando rigurosos controles en el marco de la ley y en toda Mendoza. Por último, el funcionario detalló que hasta el momento “no tenemos eventos autorizados” y remarcó que en la noche del martes trabajarán cerca de 30 inspectores en todo el operativo.
GRAVES MULTAS A LOS PADRES
El Código Contravencional de la provincia -Ley 9099- establece severas multas para los padres de los menores que estén en estado de ebriedad. El artículo 9 de la ley contempla que se realizará una investigación a fin de determinar si hubo intervención o no de menores en el hecho. Una vez determinada la participación del menor de edad en el hecho, se citará a los padres o tutores, quienes serán sancionados con multas desde $25.000 (200 Unidad fiscal) hasta $381.000 (3.000 UF), “salvo que la contravención especifique otro monto o sanción, cuando hubieren incumplido su deber de vigilancia”.
En los casos de reiteración contravencional por parte del menor de edad, los progenitores o tutores serán pasibles de hasta el doble de las sanciones que establezca a tal efecto la contravención, pudiendo además aplicar como medida de conducta la terapia familiar.
En tanto, el artículo 86 establece que ante la “omisión de cuidado” los adultos responsables serán sancionados con multa grave, que va desde $254.000 (2.000 UF) hasta $508.000 (4.000 UF) o trabajo comunitario vinculado con la diversión nocturna de los jóvenes, desde 20 días hasta 40 días. En caso de reincidencia, la sanción se elevará al doble de su mínimo y máximo.
Asimismo, el artículo 96 de la norma menciona que los padres que suministren o permitan el consumo de alcohol o sustancias a sus hijos serán sancionados con arresto de 15 a 60 días, trabajo comunitario de hasta 20 días o multas económicas que dan desde $190.500 (1500 UF) hasta $762.000 (6000 UF).
¿QUÉ DEBEN HACER LAS ESCUELAS?
El año pasado, Emilio Moreno, director del nivel secundario de la provincia, señaló incluso los criterios que deben manejarse en los colegios. “Reglamentariamente, el Último Primer Día, los chicos no pueden ingresar si vienen alcoholizados”, advirtió sobre el acceso a la institución.
El funcionario explicó: “De hecho, la directora debe dar aviso a los padres y a la Policía si llegan en ese estado (ebriedad). Desde las instituciones, a través del centro de estudiantes y el servicio de orientación, se organizan diversas actividades para que alumnas y alumnos tengan una linda jornada, siempre cuidando que no haya alcohol. También se solicita a los padres que acompañen a sus hijos”.
La Subsecretaría de Educación de la DGE emitió el Memorándum 2024, donde se acompaña a las escuelas por si deben actuar ante una situación emergente producto de este festejo. Los establecimientos cuentan con recursos para trabajar junto a los jóvenes el tema de consumo desde la prevención y desde la intervención directa.
El memorándum establece que si la escuela se encuentra ante una situación de intoxicación de estudiantes dentro de la institución, se debe activar el protocolo y guía de procedimientos ante situaciones emergentes, para promover el cuidado de los estudiantes. Además, propone actividades para compartir y generar con los estudiantes, por el área de Prevención del Plan Provincial de Adicciones y el programa de Prevención de Consumos Problemáticos de la Dirección de Acompañamiento Escolar.