Un susto, un episodio que “por milagro” no dejó heridos, sucedió el lunes pasado en un aula de tercer año de la Escuela Caye Hane 4-254, sede Arroyito, en el departamento de Lavalle.
Se trata de una escuela albergue donde la mayoría de los estudiantes permanece en el establecimiento semana por medio y durante las clases tienen cursado intensivo, es decir, de 7 a 13 y de 15 a 21.
Por suerte, cuando un trozo de mampostería del techo cedió y se desplomó en el piso y en los pupitres, afortunadamente los alumnos se encontraban en otro sector realizando una actividad.
“Por suerte nadie resultó dañado; justo el profesor los había llevado fuera del curso a hacer un trabajo. Esto no viene de ahora, es un reclamo que lleva al menos un mes. Los techos están en muy malas condiciones”, dijo a Los Andes una docente que prefirió resguardar su nombre.
Explicó que las condiciones edilicias no son las adecuadas y que, en su momento, para evitar males mayores, se solicitó que los chicos de tercero se mudaran a la biblioteca –y pasar ese sector al aula, de manera que nadie corriera peligro— aunque la iniciativa no prosperó. “Las condiciones no son ideales, no es sólo un problema en el techo, sino que la falta de mantenimiento es generalizada, la calefacción funciona de manera deficiente y los baños están en malas condiciones”, dijo la profesora. “Los chicos conocen su espacio y sabían que esto podía ocurrir. El techo está en situación calamitosa”, expresó.
Ayer, según pudo saberse, se acercaron al lugar autoridades educativas, supervisora y directora del área de Ruralidad, para observar el panorama y determinar los pasos a seguir.
Desde el área de Infraestructura Elemental de la DGE se señaló que las clases se dictaron de manera virtual y que el servicio educativo presencial se restablecería en las próximas horas.
“No hemos tenido un reclamo puntual de ese establecimiento, por eso consideramos que el problema no reviste gravedad”, indicaron los voceros del área, para advertir que se iban a poner a disposición del colegio.
Caye Hane es el nombre de la Escuela Secundaria de San Miguel, a 180 km desde la Ciudad de Mendoza con rumbo al norte, hacia Lavalle. Antes de cruzar el río a Encón (San Juan), hay que desviarse hacia el Este unos 40 km por un camino enripiado.
La institución educativa del secano lavallino celebró el año pasado sus 10 años de trayectoria con la imposición de su nombre, que significa Corazón de Algarrobo.
En el año 2012 fueron separadas las sedes de San Miguel, su anexo Arroyito y San José teniendo a partir de esa fecha cada institución su propio espacio. De esta forma se han podido desarrollar, cada una en sus comunidades.