Tras el brote en Formosa, Catamarca es la única provincia de Argentina que se mantiene sin registrar casos positivos de Covid-19, enfermedad que desde marzo a la fecha ha provocado en el país 42.785 infectados y 1.016 fallecidos. ¿Cuáles son los secretos para el éxito?
Una de las primeras medidas que tomó el gobierno de Raúl Jalil fue suspender todos los eventos masivos desde el 12 de marzo, diez días después de registrarse el primer caso positivo de coronavirus en la Ciudad de Buenos Aires. Además, se implementaron los controles de temperatura en el aeropuerto local y en las terminales de ómnibus. Todo esto cuando ni siquiera el presidente Alberto Fernández había dictado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que recién se hizo realidad el 20 de marzo.
Catamarca estableció el uso obligatorio de tapabocas y/o barbijos para todos sus habitantes el 27 de marzo. En comparación, por ejemplo, Mendoza lo hizo el 15 de abril pasado. A fines de marzo, incluso, el Gobierno nacional todavía dudaba acerca de la efectividad, ya que hasta la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) corregía recomendaciones sobre la marcha.
Jalil, quien vivió algunos años en Japón, fue uno de los principales impulsores del uso de los tapabocas. Allá no solo es una medida para recordar el distanciamiento y el cuidado del prójimo sino también que protege ante la contaminación ambiental.
La ministra de Salud de Catamarca, Claudia Palladino, explicó a Infobae que el Gobierno provincial ya venía muy preocupado por el brote de dengue que afectaba al noroeste y además tuvo una mala experiencia con la epidemia de esa enfermedad en 2009, por lo que las autoridades decidieron ser muy rigurosas con el Covid-19.
“Es como que sumamos los dos riesgos. Además, por la epidemia de 2009, teníamos todo un training en la implementación de bloqueos, de control de circulación, de trabajo preventivo. Entonces adaptamos esta gimnasia a la nueva modalidad”, destacó, respecto al aislamiento de 14 días que deben cumplir quienes lleguen a Catamarca.
Vale recordar que, a su favor, Catamarca no posee un aeropuerto internacional y, según el censo de 2010, tiene unos 367.820 habitantes, lo que la ubica como una de las provincias menos pobladas de Argentina.
En lo que respecta al testeo, la provincia norteña es más exigente. “Ante el menor síntoma se testea. Ya se han hecho más de 500, lo que da un promedio de 137 cada 100.000 habitantes; un número alto considerando que no tenemos casos”, precisó la ministra de Salud, quien recalcó que hay 123 camas de terapia intensiva para adultos (34% ocupadas por otras patologías).
Como sucede en Mendoza y otras provincias, Catamarca tiene cerradas sus fronteras. Solamente entra y sale personal dedicado al abastecimiento de suministros esenciales, como combustibles y alimentos. Un caso importado alteraría el orden del lugar, que ya tiene el 90% de sus actividades funcionando, incluyendo bares, restaurante y fútbol 5.
“Creemos que esto va para largo, entonces apostamos al cambio de hábitos. Aunque nos cueste tenemos que entender que la manera de hacer las actividades post Covid tiene que ser con los protocolos, no relajarnos”, cerró Palladino.
