Diez días después del inicio del ciclo lectivo, la escuela Simón Bolívar de San Martín suspendió las clases presenciales el jueves tras la confirmación de tres casos de coronavirus. Luego de la activación del protocolo, se decidió que los alumnos retornen a las aulas mañana. El entusiasmo de volver a encontrarse en el colegio también halló dificultades, debido a la pandemia, en la escuela Blanco Encalada de Junín, luego de tener que aislar a dos agrupamientos por la misma causa.
El mismo jueves, el Instituto San Pablo, de Luján, emitió un comunicado a las familias del establecimiento donde informaba que quedarían suspendidas las actividades presenciales para toda la comunidad académica durante 14 días. ¿La razón? La vicedirectora había dado positivo. Algo similar ocurrió en la escuela Tomás Prisco, de Junín -con un docente y dos agrupamientos aislados- y en la escuela Formosa, de Rivadavia.
Según informaron desde el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), hasta el miércoles tenían notificados además tres colegios de Las Heras y dos de Godoy Cruz, con el mismo escenario.
Al detectarse casos positivos o sospechosos de tener la enfermedad se activa el denominado “Protocolo Covid-19”. Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) reconocieron que se ha registrado la activación de varios, en una cifra que alcanza al 0,7% de los agrupamientos que han estado en clases presenciales cada semana (grupos de estudiantes conformados para asistir juntos a la presencialidad). Sin embargo, el gobierno escolar ha tomado la decisión comunicacional de no hacer público cuántos son en total los involucrados ni a qué escuelas o niveles corresponden.
“Se ha decidido no dar números porque cualquiera que demos es erróneo. No todos los agrupamientos son iguales en cantidad de alumnos y todo el tiempo se van actualizando”, argumentó Graciela Orelogio, subsecretaria de Educación de la provincia.
En cualquier caso, el comportamiento de casos en las dos primeras semanas del ciclo lectivo, dicen, de algún modo los deja tranquilos. “No han sido más de lo que se suponía. Esperábamos que pudiera ir creciendo y se ha mantenido la misma cantidad por día desde el inicio”, apuntó.
Referentes Covid
En los grupos de WhatsApp, padres comentan sobre casos de aislamiento conocidos e incluso propios. Luego de la demanda de muchos sectores para que se volviera a las escuelas, varios expresan sus inquietudes sobre lo que viene, las dificultades para controlarlo y la posibilidad de llevar el virus a familiares de grupos de riesgo.
Patricio Cabral, jefe de gabinete de la DGE detalló: “Estamos trabajando con el Ministerio de Salud. Cuando se activa el protocolo, el primero que se entera es el ‘referente Covid’ de Salud. Se toma la información y se hace el seguimiento”.
Hay “referentes Covid” en las escuelas (un titular y un suplente) y varios por departamento, y ellos son quienes reciben capacitación sobre cuestiones epidemiológicas.
Por otra parte, respecto de la adhesión de los padres a las restricciones aplicadas ante un caso positivo, dijo que en general no han tenido quejas, aunque sí algunos casos aislados y padres que expresan muchas dudas.
“Hay dificultades, como en todos los comienzos para aplicar los protocolos”, subrayó.
Desde el SUTE dijeron que “es variable la situación” sobre el accionar de los colegios ante un caso positivo. Se informó que los directivos suelen pedir indicaciones a su supervisión, que da indicaciones acerca de aislar el grupo o cerrar el establecimiento.
Al respecto Orelogio explicó que el “referente Covid” de la escuela debe comunicarse con el referente de Salud, y éste es el que da la recomendación de cerrar la escuela. Destacó que este último maneja la información epidemiológica de la zona y que, si lo aconseja, seguramente es por algo que excede a la escuela para hacer una buena desinfección, porque entiende que puede generarse un foco o hay casos en ese territorio.
En terreno
“Adaptación” es quizás la mejor palabra para definir un proceso que involucra a todos los actores del sistema educativo y sus entornos. “Incertidumbre” y “temores” son otras, que no pueden soslayarse en este marco.
A modo de balance, Fabiana Rodríguez, docente de Economía en tres colegios secundarios, dijo que poder dar clases presenciales es “la prioridad”.
A la vez, destacó varios casos de cierres de agrupamientos: “En la de mi hijo una compañera tuvo, entonces lo tengo que tener aislado a él; en la escuela de mi hija también se han aislado tres cursos y ella se autoaisló, porque estuvo con la hermana de un positivo”, relató. Pero ella y su esposo siguen yendo a trabajar y eso la inquieta.
“Te aíslan solo si da positivo alguien dentro de la burbuja, pero muchos tienen aislado a un familiar conviviente porque tiene síntomas y hasta que le den el resultado del hisopado el docente tiene que ir a las escuelas igual. Cuando se confirma el positivo, se activa el protocolo. Lo que pasa entonces es que, mientras tanto, vos podés contagiar. En esa situación estamos”, continuó.
Luego agregó una reflexión sobre un cuadro que puede darse en cualquier colegio: “Un profesor estuvo en la sala de profes y al otro día nos enteramos de que dio positivo. Esas cosas nos generan mucha incertidumbre y también temor”.
En otro orden, Fabiana usa barbijo, pero debe levantar mucho la voz, por eso cree que es posible que este año se incrementen las dolencias asociadas a esto entre los docentes. Además, sumó una máscara pero, al hablar con ella puesta, le “retumba la voz adentro”.
Algunos docentes señalan dudas sobre el descuento del día si faltan ante un posible riesgo de llevar el virus. “Yo estoy en una incertidumbre, por mis hijos, pero tengo que ir igual, quizás soy asintomática y no lo sé”, comentó.
Orelogio arrojó luz sobre el asunto y explicó que, cuando el docente entra en aislamiento por ser caso sospechoso o lo hace alguien del agrupamiento, no se descuenta. El que es contacto estrecho sin síntomas entra en la virtualidad y sigue trabajando.
Entre docentes y padres hay quienes sostienen que “era sabido” que esto iba a pasar y las autoridades, de hecho, tenían contemplado un incremento de casos tras el retorno al colegio.