En torno al caso 98 de Covid-19 positivo en Mendoza, el trabajador de una bodega, el ministerio de Salud abordó a 100 personas, identificadas como contactos estrechos, aunque no descartan que sean más. En el marco de la investigación epidemiológica se busca hacer un rastreo para detectar posibles infectados, así pudieron identificarse los últimos informados: en total fueron hisopadas 19 personas, todas con síntomas asociados al virus. De ellas, 8 han dado positivo y están internadas, las 92 restantes están aisladas y “escudadas”.
El área sanitaria no descartan que aparezcan más personas que deban aislarse asociadas a este caso. La investigación continúa con llamados y visitas domiciliarias a posibles contactos. Pero uno de los principales cabos sueltos es que no se sabe con certeza cuántas personas participaron de la reunión a la que asistió porque los involucrados no han dado información segura, aunque eran más de 10.
El caso 98, es el de un trabajador de 37 años que se desempeña en el área de distribución de la bodega Viejo Viñedo del grupo RPB Baggio. Para el gobierno provincial, el nexo epidemiológico estaría resuelto ya que se estima que el virus se transfirió desde algún transportista.
Pero además, ayer el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes denunció al empleado porque habría participado de una juntada con más de 10 amigos. Según trascendió esto habría ocurrido entre el 4 y el 6 de junio cuando todavía no estaban permitidas estas reuniones. Según creen, esto permitiría obtener más información sobre los asistentes.
Quiénes fueron testeados
Hay que tener en cuenta que según establece el protocolo se realiza el test a quienes presentan síntomas compatibles con Covid-19.
Entre quienes trabajan con él, fueron hisopadas 4 personas, de las cuales 2 dieron positivo y están internadas.
De su entorno social, fueron 15 personas las hisopadas, con 6 resultados positivos.
El resto quedó aislado en su domicilio, si es que cuentan con garantías de poder hacerlo como un espacio adecuado. Tal cual ha ocurrido en otras situaciones, cuando esto no puede asegurarse, el Estado los aloja en hoteles.
Se realiza un escudamiento epidemiológico, lo que incluye llamadas diarias o cada dos días para consultar sobre su estado de salud y la posibilidad de que aparezcan síntomas.
