Ninguno de los argentinos se imaginaba que a partir de marzo su casa iba a transformarse en el único lugar para hacer todas las actividades cotidianas. Tras el extenso confinamiento y las nuevas reglas sociales por la pandemia, el hogar dejó de ser un refugio familiar, para compartir una rica comida, reunirse con amigos y llegar a descansar luego de una ardua jornada de trabajo.
En ese descubrir y vivenciar los espacios a los que antes no le prestábamos atención o usábamos para atiborrar de elementos en desuso, hoy valoramos cada metro cuadrado y lo aprovechamos al máximo.
Los expertos en arquitectura, interioristas y entendidos del mercado inmobiliario saben que luego de esta experiencia, las personas no solo buscarán conectividad cerca de su casa, sino que le darán prioridad a la versatilidad de la arquitectura, el espacio verde y el confort natural de la propiedad.
Un lugar, múltiples tareas
Algunas viviendas cuentas con más espacio que otras, pero por lo general las casas estándar son diseñadas con un living comedor, cocina y habitación. Y aunque parezca poco se puede crear un ámbito para múltiples actividades, como las que nos demanda la vida actual.
“El confinamiento, está logrando de a poco modificar nuestra manera de ver las cosas y nuestro modo de vivir la vida. Nuestra casa-hogar se ha transformado en el hábitat obligado por excelencia, y nos encuentra en la disyuntiva de evaluar qué precisamos y de qué podemos prescindir, para lograr un lugar más alegre, y sobre todo práctico para desarrollar nuestras actividades. Lo mejor sería organizar bien los espacios y adecuarlos de acuerdo a las actividades que desarrollemos dentro de casa”, afirma Patricia Maldonado arquitecta y diseñadora de interiores que por estos meses tuvo una demanda de consultas para transformar espacios cotidianos y dotarlos de personalidad.
En ese trance de organización y encontrarle una mejor disposición a los espacios con una estructura fija, nos encontramos con muebles o dispositivos que no son funcionales para la vida diaria. Pero no se trata de descartar y buscar lo nuevo, solo hay que saber combinar lo que ya tenemos, con mobiliario o elementos que son decorativos, pero a la vez nos ayudan a ordenar el ambiente, aportan calidez y confort.
“Es bueno sumar elementos de guardado y organizadores tales como canastos, cajoneras móviles con rueditas y estantes. Las alfombras son elementos que pueden ayudar en la comodidad y contención en un espacio, terminan de unir elementos tales como un sillón con una mesa ratona y un par de puff. Las plantas no pueden faltar a la hora de incorporar naturaleza a tu vida. La consigna es dar confort y armonía al espacio a través de los sentidos. No sólo debe funcionar un espacio también debe contener, relajar y permitir que te desenvuelvas de una manera cómoda y práctica”, detalla la arquitecta Andrea Aramburu del estudio Aramburu-Maldonado.
Iluminación, la clave
Cuántas entrevistas televisivas vemos a diario por Zoom, con personalidades que desde su casa atienden las demandas de su trabajo. Esta situación ocurre a diario en la mayoría de las profesiones y oficios, con reuniones por teleconferencia que ponen en jaque el espacio cotidiano.
Pero al margen del fondo que se puede ver detrás, la iluminación es el factor clave que genera esa sensación de calidez y naturalidad. Y no solo juega en este contexto, si no que a lo largo de la jornada un lugar iluminado es diez veces más confortable que cualquier oficina.
“La iluminación es esencial para combinar función y estética. Si no tenés grandes ventanales, podés reforzar con puntos de luz aquellos huecos de sombras y así lográs un complemento importante en la deco. Un elemento ideal para incorporar luz son los espejos. Porque en puntos estratégicos incorporan ‘luz natural de día y el brillo de las luces de noche'”, aclara Patricia Maldonado sobre el factor luz en el hogar y como con simples cambios se puede lograr calidez en un comedor, living o habitación.
Dotar de vida cada rincón
Clases de gimnasia o yoga online, reuniones laborales, tareas escolares, actividades recreativas y emprendimientos gastronómicos son algunas de las postales que se viven a diario en cada hogar.
Sin querer la pandemia desnudó el cómo vivíamos y qué transmitía nuestra casa. Y ante la necesidad de utilizar cada espacio surge la oportunidad de transformarlos. Sobre todo en arquitecturas estándares o departamentos donde el espacio es acotado.
“Cada parte de nuestra casa puede transformarse en un lugar multiuso, ya que podremos realizar distintas actividades. Por ejemplo: nuestro dormitorio además de utilizarlo para dormir, podemos disponerlo para una relajante práctica de yoga bajo la luz del sol que ingresa por la ventana, o un ‘home office’, cafecito de por medio, en el sillón de lectura con una mesita de arrime. Otro espacio es la cochera o galería; es el lugar ideal para entrenar y montar tu propio gimnasio. Y para los que viven en departamento, el balcón puede ser un buen lugar para abrir y expandir la energía de una meditación”, recomienda la arquitecta Andrea Aramburu.
Muchas familias se encuentran en la disyuntiva de combinar las actividades escolares de los niños y el trabajo en casa. Por eso sumar un escritorio en el dormitorio o captar un rincón del living para el home office es una salida práctica y alcanzable.
“El living es perfecto para trabajar con la computadora, mientras los chicos realizan sus tareas en el comedor diario o en su propio cuarto”.
El hogar del futuro
Después de esta experiencia, vamos hacia la transformación y evolución de los espacios hogareños. Ya no pensamos en la modernidad y lo chic del diseño de interiores y la arquitectura, ahora prima la versatilidad, como podemos vivir más livianos, pensando en el medio ambiente y cuanto habla ese espacio de nosotros mismos.
“El mundo tendrá un antes y un después de la pandemia, tanto que me atrevo a afirmar que dormitorios y livings serán los elegidos a la hora de un espacio multitarea, la luz natural que entre a través de ventanales, terrazas, galerías y jardines desbordantes de plantas para renovar nuestro aire y energía serán algunos de los protagonistas de nuestras futuras casas”, sostiene la arquitecta Patricia Maldonado.
A lo cual su socia Andrea Aramburu aporta: “El interiorismo también será el encargado de que los espacios sean más productivos y funcionales para generar en las personas una sensación positiva y de calma. Todo estará integrado en un mismo concepto de vida: Función más estética más eco-friendly. Los espacios evolucionarán para siempre”.