De acuerdo a las investigaciones realizadas por el Ministerio de Salud, en las últimas cadenas de contagios detectadas en la provincia se han considerado o están en estudio nexos epidemiológicos con transportistas.
El caso de la familia del barrio Espejo, en Las Heras, fue asociado al padre de la chica, un transportista que había llegado recientemente de zonas críticas de Buenos Aires. Había tenido sintomatología y el test dio negativo pero las autoridades creen que podría haberse negativizado su carga viral.También se hizo esta conexión ante el positivo de un profesor de Educación Física del mismo departamento. Están infectadas su novia, la madre de la chica y un joven de 21 años por lo que se apunta al padre de la joven, un transportista que viaja a Chile frecuentemente.
El último es el caso 98, un trabajador del área de distribución de la bodega Viejo Viñedo del grupo RPB Baggio. Para el gobierno provincial, el nexo epidemiológico estaría resuelto ya que se estima que el virus se transfirió desde algún transportista.
De todas maneras, ayer el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes denunció al empleado de la bodega de Maipú, porque habría participado de una juntada con más de 10 amigos cuando todavía no estaban permitidas. El “Caso 98” es el de un hombre de 37 años que fue diagnosticado el 12 de junio pasado. Tras su internación, el Gobierno aplicó el protocolo para localizar a las personas con las que había tenido contacto y para establecer el nexo epidemiológico. Este domingo, cinco personas que habían estado con el hombre dieron positivo a coronavirus. Dos son compañeros de trabajo y tres amigos con los que había compartido una juntada. Y ayer dieron positivo tres personas más, también relacionadas al caso (ver aparte).
“Por un lado se está investigando todos los nexos de la bodega y por otro el del aspecto social. Todo conduce a una juntada que se ha dado entre el 4 y el 5 de junio donde todavía estaba en pleno aislamiento preventivo obligatorio”, explicaron desde el Ministerio de Salud a Los Andes.
Según explicaron desde la cartera de Salud, los pacientes manifestaron que en la reunión hubo más de 10 personas por lo que las autoridades sanitarias decidieron hacer una denuncia en la oficina fiscal 10 de Maipú para que se investiguen las circunstancias del encuentro y si hubo violación el decreto nacional.
Es decir, que de comprobarse que violaron el decreto nacional que establece el aislamiento social obligatorio, podría ser condenado por el delito poner en riesgo la salud pública.
Pero más allá de las investigaciones, los conductores de camiones han quedado envueltos en una situación compleja: en el imaginario social de algunos sectores podrían ser quienes trasladen el virus que provoca la enfermedad Covid-19. Por ello, ante el temor que genera el posible contagio aseguran ser víctimas de miradas sospechosas y hasta de discriminación. Por otra parte, han aparecido casos en los que el nexo que se toma en cuenta es un conductor.
“Se genera una psicosis en el barrio y en la sociedad, se piensa que por viajar de un lado a otro se es portador, la gente no quiere acercarse, es un problema social”, apuntó el transportista Francisco Testa. Relató que en muchos negocios no los dejan ingresar y que incluso esto se traslada a sus familiares. Contó el caso de un negocio de barrio que le pidió a la hija de un conductor que esperara afuera hasta que se fueran todos los clientes para atenderla porque sabían que su papá había llegado recientemente de Chile.
“El transporte de carga es una actividad esencial, por las características sociales quizás no se ven como los médicos y enfermeros, pero el riesgo que corren es el mismo”, subrayó Eduardo Yaya, referente de Aprocam, entidad que nuclea a los propietarios de camiones.
Muchos transportistas que llegan o pasan por Mendoza han estado en Buenos Aires, Brasil o Chile donde la situación frente al nuevo coronavirus es crítica.
Lo que señalan quienes están vinculados a la actividad es que prácticamente no hay contagios. Al respecto Yaya advirtió: “Tenemos un solo caso de un transportista con Covid en Mendoza” con un ingreso de 35 mil camiones por el Paso Cristo Redentor por mes más unos 40 mil que calculan ingresan por otros pasos provinciales, destacó.
“En todo ese abanico de gente es una proporción mínima pero no quiere decir que estemos exentos”, recalcó.
Para él, esta actividad social debe ser parte de una política de Estado asociada al abastecimiento.
Luego de destacar que se aplican protocolos de acción tendientes a la prevención (ver aparte), Walter Pavón, gerente de relaciones institucionales de Bodegas de Argentina consideró: “Hemos pasado toda la cosecha sin ningún caso y hasta era previsible que se produjera alguno como el que se presentó”, en relación al caso 98.
Testa hizo referencia al trato que se dispensa a los transportistas por las normativas vigentes. Contó que no se los deja ir al baño ni descansar ya que en las provincias por las que pasan no les permiten detenerse ni bajarse. Esto dado que al ingresar les colocan un precinto en la puerta del vehículo y son escoltados por la policía. Incluso a veces les adelantan viajes porque no quieren que se queden en ningún lado.
Protocolos preventivos en los centros de distribución
Para evitar el traspaso del virus en los centros de distribución se han implementado protocolos con las medidas que deben tomarse en relación a las conductas de los transportistas, los vehículos y los productos que trasladan:
-No se les permite descender del vehículo para evitar el contacto
-Si desean usar sanitarios, se procura que haya unos para su uso exclusivo de manera tal de evitar el contacto
-Si la espera es mucha en algunos sitios les acercan víveres a la cabina, según detallaron de Bodegas de Argentina
- Los camiones se desinfectan
-La mercadería que se traslada se desinfecta con líquido sanitizante
-Como no se bajan, son los operarios del establecimiento los que suelen manipular la mercadería, luego cierran las compuertas y las desinfectan
-Les caben además las medidas generales de de prevención: uso de tapaboca, distancia mínima de un metro y medio entre las personas y lavado frecuente de manos.