Un importante y fuerte aluvión registrado en febrero de 2018 en la Alta Montaña mendocina modificó el cauce del arroyo Ranchillos, al Oeste de Uspallata. Y entre las consecuencias más importantes de esta anomalía, hay una llamativa y preocupante: el nuevo recorrido del agua ya llega y afecta al extremo Noreste del histórico Qhapaq Ñan.
Se trata del Camino del Inca, que se extiende durante 5.200 kilómetros desde Colombia hasta Mendoza. Y el nuevo curso del agua incluye puntos en los que sobresalen estructuras arqueológicas de piedra y que eran parte del casco histórico de uno de los tramos del valioso camino en Mendoza.
Ante esto, que significa un potencial riesgo para este sector declarado Patrimonio Mundial Histórico de la Unesco, desde el Gobierno de Mendoza ya comenzaron a trabajar para normalizar la situación y regresar el cauce a su rumbo histórico y normal. “Estamos haciendo trabajos en el sector Ranchillos y tienen que ver con la garantía de conservación del sitio. En 2018 hubo un aluvión excepcional que produjo el desborde del arroyo Ranchillos; estamos hablando del aluvión más importante en, por lo menos, 500 años ya que las obras que hicieron los incas siguen en el lugar. Pero al haber cambiado su cauce el arroyo Ranchillos, ha quedado más expuesto el sitio ante otro posible aluvión”, destacó el director de Patrimonio de la provincia, Horacio Chiavazza.
Valor patrimonial y cultural
Ante esta emergencia, en el lugar ya ha comenzado a trabajar en conjunto la dirección que comanda Chiavazza (dentro del Ministerio de Turismo y Cultura) con la Dirección de Hidráulica y el Ministerio de Infraestructura.
“Estamos trabajando, haciendo recorridos, estudiando y viendo por dónde puede pasar la maquinaria. Hay que tener en cuenta que se trata de un sitio protegido y tienen que entrar hasta camiones orugas y otra maquinaria pesada, por lo que la idea es analizar la forma de replantear el curso del arroyo sin impactar la zona. Era una de las urgencias, por lo que ni bien el desarrollo de la pandemia nos permitió salir al campo, lo hicimos”, destacó Chiavazza y resaltó que durante los últimos meses se planificó gran parte de los trabajos.
El sitio arqueológico en cuestión se encuentra a 1,5 kilómetros al Oeste de la ruta 7. Ya en la zona del Camino del Inca propiamente dicha, el área en la que el cauce se desbordó y cambió su curso se encuentra cerca de dos kilómetros arroyo arriba del lugar.
“Hemos fijado un plazo de 60 días, como máximo, para los trabajos en el cauce. Se está trabajando a un buen ritmo y la idea es culminar antes de que comience la temporada fuerte de lluvias. No es simple el trabajo ya que estamos hablando de una quebrada andina. Entonces hay que ver cómo se logran orientar los cauces y que retomen el recorrido el original”, resaltó Chiavazza.
Otras obras
Si bien la de redireccionar el arroyo Ranchillos a su traza original es la obra prioritaria y en la que ya se comenzó a trabajar para evitar que la zona patrimonial sufra alteraciones que la pongan en riesgo, son varios los proyectos de revalorización en la zona. Aunque los demás asoman un poco más alejados en cuanto a su ejecución.
Entre ellos se destaca la construcción de un centro de interpretación y recepción para visitantes a 300 metros de la ruta, también en la zona de Ranchillos, siguiendo la bajada del arroyo. Allí se encuentran pircas y antiguas ruinas y Mendoza ha solicitado autorización al Ejército para poder comenzar a trabajar en el lugar ya que se trata de tierras de la Nación donde los militares son custodios.
“La idea en este sitio es poder trabajar con la comunidad local en lo referido a historia, cultura y patrimonio. Una vez que esté listo, desde allí se va a poder caminar un kilómetro e, incluso, la idea es instalar un puente chico y de casi nulo impacto para la zona. Entonces los visitantes, con un guía (que será gente de las escuelas y las comunidades de pueblos originarios de la zona) van a poder coordinar visitas. Y la gente de la zona va a servir para el cuidado”, se explayó el director de Patrimonio de la provincia.
También a futuro, camino a San Juan por la ruta que conecta Uspallata con La Pampa del Leoncito, se tienen en carpeta trabajos de puesta en valor del sitio Tambillos. En conjunto con la Dirección Nacional de Vialidad y con un particular que es dueño de algunos terrenos, se ha propuesto generar al costado de la ruta otro centro de interpretación y visitantes.
“Mendoza es fundamental en el extremo sur del Qhapaq Ñan, un sitio que viene de Colombia. Por eso es fundamental que esté vinculado con la comunidad, que tenga una relación con los pueblos originarios y todo lo que hace a la identidad local”, destacó Chiavazza.
A la altura de la curva conocida como “de la Soberanía”, al costado del camino -bastante retiradas- sobresalen las ruinas de unas antiguas construcciones. Se trata de las bautizadas “Casuchas del rey”, que datan del siglo XVIII. “Eso garantizaba el servicio de correo en la época colonial. Es un monumento histórico nacional y, dentro de los proyectos de Ranchillos y Tambillos, se incluye la idea de brindar protección a esos puntos. Ya hay un proyecto, por lo que una vez que podamos avanzar seguiremos con el llamado a licitación”, sintetizó Chiavazza.
Plazos
Los únicos trabajos que tienen un plazo de ejecución concreto son los de Hidráulica en el arroyo: los ya mencionados 60 días. Para el resto, son varios los factores a tener en cuenta, como por ejemplo, fondos y autorizaciones.
“Nuestro horizonte, en un contexto sin pandemia y con viento a favor, es que para las vacaciones de invierno del año que viene estén todos los centros de visitantes habilitados y puedan visitar el Camino del Inca”, cerró Chiavazza. En total, son cerca de 40 kilómetros del monumento patrimonial los que se encuentran en suelo mendocino.
Trabajos en Puente del Inca y en las ruinas
Otro de los proyectos en los que avanzan en conjunto Turismo y Cultura con Infraestructura es la puesta en valor del Puente del Inca. Es que esta maravilla, que se ha convertido en una de las postales preferidas que se llevan en sus cámaras y teléfonos quienes visitan Mendoza, es un imán para visitantes y mendocinos. Por lo que la intención es hacer un trabajo de ordenamiento y revalorización.
“El proyecto es generar un espacio donde no se genere un impacto paisajístico ni natural, en lo que tiene que ver con sedimentación, por ejemplo. Y estamos trabajando en un proyecto para generar un puente (en paralelo al monumento natural) que permita acceder al otro lado del río y también a las ruinas del antiguo hotel”, indicó el director de Patrimonio, Horacio Chiavazza. Aunque aclaró que esto no tiene fecha aún y quedará para más adelante todavía.
