El fin de semana largo es un momento ideal para recorrer los caminos por la montaña mendocina y esta vez la propuesta comienza en Las Vegas, Potrerillos hacia San José, Tupungato, un recorrido de gran belleza natural a través de la ruta 89, una zona agrícola que presenta un interesante desarrollo del turismo de campo. El viaje se puede hacer al revés también, desde el Valle de Uco hasta la villa de montaña de Luján de Cuyo, son casi 60 kilómetros de camino consolidado.
Desde Las Vegas, cerca del cerro del Vía Crucis, hacia el Sudoeste, el camino se interna junto a un río seco por unos kilómetros hasta los casi 2.000 metros sobre el nivel del mar. Después de esos cerros más altos, comienza una pendiente en bajada y aparecen junto al camino los mejores paisajes, entre caminos en caracol, grandes planicies y el Cordón del Plata más cerca que nunca, con el volcán Tupungato como imponente referencia. Las antiguas plantaciones de papa y cebada se mantienen en el lugar, pero hay varios emprendimientos turísticos en el lugar, con hospedaje y una serie de actividades vinculadas al turismo rural y de aventura.
“Hicimos el recorrido con amigos desde Las Vegas hacia Tupungato, en dos autos de calle. Nos pareció un paseo fantástico por lo sorprendente del paisaje de montaña y el contraste de la llanura cuando uno llega a la parte más alta del circuito, en los 2.200 m, aproximadamente. pero transitable para todo tipo de vehículos, claro que con mucha precaución para vehículos de calle, por el riesgo de romper una cubierta”, comenta Exequiel “Pocho” Mancilla, vecino de Perdriel, ex trabajador de la Refinería de YPF de Luján de Cuyo.
“La toponimia es de San Francisco de la Carrera, nombre dado por los Jesuitas en el año 1632, a este territorio que había sido donado por Pedro de Ibacache, según el historiador Dionisio Chaca”, explica Carolina Aguilar, titular de Turismo de Tupungato. Y agrega que es uno de los “caminos de montaña más atrayente y encantador de la provincia, cuyos paisajes son frecuentemente modelo de postales, escenario de producciones promocionales o inspiración para autores musicales, como por ejemplo Pocho Sosa, quien en su canción Zamba Clara del álbum “Yo no me voy de la vida”. Describe que, en San José, la altura es de aproximadamente 1.240 msnm. Lentamente el camino va subiendo y alcanza los 2.230 msnm en la zona de Las Aguaditas, donde a partir de los caracoles de La Hoyada, desciende hasta los 1.800 msnm en Las Vegas. También explica que salvo en el ámbito de las estancias, durante todo el recorrido los servicios son escasos, se encuentra una sala de primeros auxilios y la comunicación telefónica es limitada debido a la poca señal. Desde allí se puede observar cómo el Cordón del Plata termina y comienza el Cordón del Portillo, generando una apertura de la cordillera frontal frente al Tupungato.
Aguilar señala que este camino forma parte de un corredor que conecta las villas turísticas Potrerillos y Manzano Histórico y se está proyectando en distintos puntos paradores con espacio de esparcimiento, (miradores, señalización, senderos de interpretación para la valoración del paisaje y la generación de actividades turísticas como bici-turismo, turismo fotográfico, etc.
Sobre el viaje con sus amigos, Mancilla relata que cuando estaban avanzando por la llanura observaron, a unos 100 metros de la calzada, muchos cóndores de diverso tamaño, que se estaba alimentando de los restos de algún animal muerto. “En determinando momentos algunos ejemplares se elevaron y comenzaron a planear, lo que agregó un condimento de sorpresa y novedad a la excursión que realizábamos”.
Una de las escuelas más conocidas de la zona es Ricardo Palma, ubicada casi a mitad del trayecto. Es una escuela albergue para los hijos de los productores y agricultores de la zona. El lugar está compartido por estancias dedicadas a la crianza de vacas, ovejas y caballos. Más cerca de Tupungato prevalecen los cultivos de frutales, hortalizas y papas.
Con vista crítica, algunos lugareños comentan que hace unos años se aprobó una ordenanza para permitir construcciones para desarrollar el turismo en esta zona y se ha generado un polo que compite con el sector productivo. Las actividades son variadas, desde cabalgatas, trekking y también hay un coto de caza en La Carrera.
“El trayecto que puede encararse durante todo el año y cambia también según la estación, si parte desde la Ciudad (de Mendoza) conlleva aproximadamente 235 km de ida y vuelta”, explica elportaldemendoza.com y agrega: cerca de los caracoles que vuelcan el camino en Las Vegas está la entrada a la Quebrada del Cóndor, a la que se puede optar por acceder con mansos caballos”.
Natalia López, que tiene su casa en Las Vegas, cuenta que cuando puede, repite el viaje hasta Tupungato por la ruta de La Carrera. “Es un camino muy pintoresco, tiene muy buenas vistas, la última vez que fuimos estaba en muy buen estado, pero hay que tener en cuenta que durante la época de verano, debido a las lluvias, las condiciones del camino pueden ser otras, incluso algunas veces han tenido que cortar la circulación para reparar la traza. Pero hasta hace unos meses estaba muy bueno, se puede ir en auto, no tiene complejidad y siempre se observa a viajeros en auto, en moto y en bici, es un lugar ideal para esas actividades”.