Este año, volverán las notas negativas que habían sido eliminadas durante la pandemia tras apelarse a la opción “en proceso” para quienes obtuvieran menos de 7, límite para aprobar.
Es parte de una serie de cambios que, promediando el ciclo lectivo 2022, decidió implementar la Dirección General de Escuelas (DGE) respecto de la forma de evaluación en el nivel secundario.
Durante los ciclos 2020 y 2021 debieron generarse sobre la marcha algunas nuevas estrategias para afrontar el nuevo escenario que determinó la no presencialidad en una primera etapa y el retorno a las aulas luego de esta. Así, desde el gobierno escolar se dispuso reordenar el sistema realizando un “mix” entre algunos mecanismos y métodos que ya existían hasta 2019 con la incorporación de algunos de los últimos dos ciclos que dieron buenos resultados.
De este modo, a partir de ahora ya no habrá un cierre en dos cuatrimestres y un promedio de estos a fin de año sino que habrá una nota final de todo el ciclo a la que se llegará con una ponderación de todas las notas y evaluaciones que haya tenido el alumno durante todo el año, no un promedio. Se suma además otro cambio: habrá dos informes en el año, uno a mediados y otro cerca del fin de año que servirán de seguimiento del desempeño del alumno y para que los padres puedan conocer cómo es la trayectoria académica de sus hijos, pero estos no tendrán incidencia en la nota final, sino que serán a mero título informativo.
Además, este ciclo, vuelven a implementarse las evaluaciones integradoras para todos los años del nivel medio, las que en general habían dejado de realizarse durante los dos últimos años.
Ya no habrá dos cuatrimestres
La resolución 1850 de la DGE, con fecha 16 de mayo, estipula nuevas concepciones en las evaluaciones que apuntan a reordenar el sistema.
La norma retoma la resolución 558 de 2019, pero reemplaza el anexo V por uno que aplica un nuevo régimen de evaluación, acreditación y promoción.
“Al volver a la normalidad teníamos que adaptar y derogar lo que estaba exclusivo para la pandemia y hacer un mix del régimen académico de la 558 y todo lo que hemos avanzado en la pandemia, por eso fue necesario sacar esta resolución en la que se recupera parte de la 558″, explicó Emilio Moreno, director de Educación Secundaria de la provincia.
“En la 558 se dividía el año en dos cuatrimestres y la nota final era el promedio de las notas parciales, ese es un cambio importante, ahora no se hará un promedio, no hay cuatrimestres y se transforma en un único periodo anual”, detalló. En ese sentido aclaró: “Ahora se hará una ponderación, como se hizo en la pandemia, porque está la evaluación formativa y continua”.
La ponderación implica que el resultado final estará mediado por el criterio del docente que tomará en cuenta otros aspectos además de las notas numéricas obtenidas, como participación, cumplimento y desempeño del alumno, lo que puede impactar en un ascenso o descenso de la nota final. De este modo se considerará todo lo logrado durante el año para conformarla.
En el interín se confeccionarán los dos informes mencionados.
“Los mismos se cargarán en el GEM y en la libreta del profesor y se informarán por GEMPAD, pudiendo también comunicarse por escrito al estudiante y los adultos responsables del mismo cuando fuere necesario para garantizar la comunicación efectiva”, explica la normativa. Luego agrega que la calificación comunicada en cada informe parcial de trayectoria escolar y en cada espacio curricular se expresa con un número entero y resultará de la ponderación de las calificaciones del proceso, que deben ser cinco como mínimo, siendo al menos una de ellas el resultado de una evaluación escrita e individual.
Integradores
Este ciclo volverá la evaluación integradora en todas las áreas del nivel Secundario y en la totalidad de los espacios curriculares, expresa la DGE. Se tomarán antes de finalizar el período regular de clases del año escolar según calendario y apunta a considerar las competencias del alumno.
La resolución resalta que no implica una mera recapitulación de contenidos, que deberán tener diversidad respecto a las técnicas, instrumentos y medios de evaluación. Pueden ser por ejemplo, proyectos de investigación, ensayos, pruebas de desempeño, análisis de casos, informes, conferencias o producción de obras.
Además, cada escuela deberá elaborar un Proyecto Curricular Institucional en el que deberá prever anualmente, en forma simultánea y obligatoria, dos formas de integración de saberes por cada año del nivel secundario.
Deberán integrar como mínimo tres espacios curriculares por cada proyecto, uno de los cuales deberá incluir “aprendizaje en servicio”, señala la resolución.
“Los proyectos integrados ya se venían aplicando en la resolución 558, es un formato pedagógico que da buen resultado pero no es obligatorio, hay escuelas que integran todo todos los años y van en complejidad creciente”, refirió Moreno. Dijo que puede darse en cualquier momento del año e incluso conformar luego la evaluación integradora final.
Notas negativas y promoción
Otro aspecto que volverá a la “normalidad” es el de la colocación de notas negativas.
En mayo de 2020, con el paso de la escuela a la no presencialidad la resolución 804 de DGE dispuso que las notas de la primera etapa fueran tenidas en cuenta como parte de un proceso, lo que luego llevó a la implementación de la evaluación continua y formativa y la concepción de 2020 y 2021 como unidad pedagógica, antecedentes de lo dispuesto ahora.
Por aquel entonces, se decidió que se considerara aprobado a partir de la nota 7 y que quienes no pudieran cumplir con lo estipulado permanecieran “en proceso”, sin calificación.
“En el final , la negativa se pondrá en febrero, cuando se cierren las notas, antes del inicio del ciclo lectivo posterior”, subrayó el funcionario. Hay que tener en cuenta que quienes adeuden espacios curriculares tienen instancias complementarias con acompañamiento para su recuperación en diciembre y febrero. Podrán promocionar al año siguiente quienes luego de marzo no tengan más de dos espacios pendientes de aprobación.
Si luego de la instancia de febrero un alumno tiene 6 o más espacios adeudados o más deberá permanecer en el mismo año (antes llamado repitencia).
Quienes a esa instancia adeuden 5 espacios o menos podrán tener una chance más en el periodo de recuperación de saberes de marzo. Estos alumnos comenzarán a cursar el año siguiente correspondiente, de manera condicional, mientras buscan aprobar lo adeudado. Si terminada esta etapa siguiesen debiendo más de dos espacios, deberán permanecer en el mismo año que cursaron el ciclo lectivo anterior.