Después de exactamente 80 días de aislamiento social, que estableció la obligatoriedad de permanecer en el hogar -así como un sinnúmero de restricciones para moverse- los mendocinos tenían ganas de salir libremente. Así quedó evidenciado durante el debut de la nueva fase conocida como distanciamiento social, preventivo y obligatorio.
Esta fase dejó atrás la exigencia de tener en cuenta el número del DNI para salir a comprar, hacer deporte o dedicarse al esparcimiento. Además se permitió la apertura de centros comerciales y gimnasios (ver aparte) y se estrenó el horario de comercio hasta las 19, lo que le dio más vida a la tarde.
Las veredas y calles del centro mendocino lucieron repletas. De hecho, en varios comercios las colas se extendían por varios metros, también como consecuencia de la necesidad de mantener la distancia dentro de los mismos. Esta situación alegró a muchos comerciantes que apuestan a la normalización de las ventas.
Uno de ellos fue Diego Salinas, propietario de la casa de ventas de artículos orientales Arcano, quien aseguró que la gente llegó en enormes cantidades. “Me tuve que poner en la puerta para que entraran de a poco ya que no podemos tener más de dos personas en el local”, explicó.
Esta visita creciente también le implicó más ventas, en comparación con los días previos. “Parece que han salido todos al mismo tiempo después de dos meses de estar encerrados”, expuso a la vez que reconoció que fueron días muy duros por lo económico.
Damián y Clara, vendedores de un local de indumentaria masculina, también notaron mayor afluencia. “Además ya no tenemos que pedir el DNI, lo que generaba algunos inconvenientes y quejas”, comentaron. En su caso fueron más las preguntas de los clientes que las compras. “Hubo muchas consultas por el Día del Padre y esperemos que ahora se alivie un poco toda esta situación”, desearon.
En tanto Estefanía, empleada de un negocio de venta de camperas, se mostró satisfecha con el horario corrido, algo poco usual para las costumbres mendocinas.
“Los primeros días no venía mucha gente, pero después se han ido acostumbrando”, manifestó. En tanto, observó que por la apertura prevista hasta a las 19 hubo mayor afluencia en las inmediaciones, lo que beneficia a todos en cuanto a lo comercial.
No sólo compras
Pero los mendocinos no solo se abocaron a realizar compras, sino que muchos aprovecharon para salir a pasear a la plaza y espacios verdes sin tener que respetar un día en concreto.
Esto se evidenció en el parque General San Martín de Ciudad donde los más afectos a las prácticas deportivas aprovecharon la jornada de sol para ejercitarse.
Vale decir que algunos de los que salieron ayer también se alejaron un poco de los circuitos más concurridos para jugar al fútbol sin que nadie los viera, ya que la actividad todavía sigue prohibida y otros prefirieron el pulmón verde para reencuentros con amigos que no veían desde marzo.
“No vinimos a ejercitamos, pero aprovechamos esta nueva libertad para juntarnos y ponernos al día”, comentaron las amigas Lucía y Emilia quienes eligieron un banco en los alrededores del lago para ver el atardecer. “Lo malo es que ya no podemos compartir el mate, pero la charla se mantiene igual que antes”, comentaron entre risas.
Micros llenos: el problema del transporte público
A pesar de que el gobierno recomendó enérgicamente no utilizar el transporte público, el aumento de gente también se notó en los pasajeros del sistema de colectivos mendocinos.
Gastón, chofer de la línea 400, contó que su unidad tuvo mayor afluencia y que tuvo que saltear paradas por llevar el micro lleno.
“No podemos llevar más de 10 personas paradas y aunque la gente se queje hay que cumplir las indicaciones”, manifestó, y reconoció que de todas formas dentro del micro es difícil hacer cumplir el distanciamiento.
En tanto Valentina, quien esperaba el colectivo en la plaza Independencia, contó que el interno que ella se toma no suele llenarse y que siempre busca la manera de no compartir asiento. “Pero sé que hay otros que van repletos y más hoy (por ayer) porque la gente ya está saliendo mucho”, deslizó.
Los gimnasios volvieron, pero con poca gente
Los gimnasios y clubes también vivieron ayer su vuelta a las actividades cumpliendo los protocolos vigentes. Pero lejos de contar con afluencia masiva, por la restricción de cantidad de asistentes, la jornada estuvo dedicada principalmente a informar sobre las nuevas posibilidades y dar turnos para garantizar que no concurran más de 10 personas en paralelo.
En pleno centro mendocino el gimnasio Amazona colocó cintas de clausura en la mitad de sus máquinas para que los asistentes no se agolpen mientras se ejerecitan. Allí decidieron implementar una aplicación que ordena la concurrencia. “Hoy la mayoría vino para averiguar y pagar la cuota y ya desde la semana que viene empezamos con las clases grupales con menos de 10”, contó Cinthia desde la administración. En el mismo local las amigas Melisa y Estefanía se mostraban ansiosas por comenzar. “Hace cinco años que vengo todos los días entre 2 y 3 horas”, relató la primera quien reconoció que durante la cuarentena no realizó ningún deporte. “Necesito empezar cuanto antes y sé que va a ser tremendo, pero el cuerpo ya me lo pide”, relató.
En tanto desde el gimnasio del Andino Tenis Club explicaron que están dando turnos de una hora y no más de tres veces por semana. “Todos tienen que estar con guantes, barbijo y desinfectar cada máquina después de usar”, relató el propietario Ricardo Javier Badano. Allí decidieron sacar máquinas y dejarlas en el depósito para liberar espacio en el local. “También vamos a dar clases de aerobox siempre respetando una distancia de 4 metros”, adelantó.