Argentina es la tierra del mate por excelencia, costumbre acompañada juntos a los vecinos del Río de La Plata, sur de Brasil y Paraguay, pero que se ha esparcido por todo el mundo. Sin embargo, el café ha ido ganando terreno entre la población de nuestro país y en las góndolas de los supermercados.
Dicho sea de paso, el café es la infusión más bebida en el mundo occidental. Si bien nuestro país no es productor de la materia prima, existe una amplia tradición de prepararlo en bares, cafeterías y en el hogar, proveniente sobre todo desde los años de la primera inmigración italiana.
Sin embargo, el café torrado con azúcar es una práctica a la que concurrió el empresariado argentino, ligado a esa industria, al encontrarse con un público poco informado sobre lo que trata el producto realmente. Según informó Infocielo, de este manera se menosprecia el paladar de los consumidores de nuestro país ante la baja calidad de un café que incluso debería estar prohibido.
Debido a que se encuentra lejos de lo que verdaderamente es el café y lo que representa en el mundo, en la mayoría de los países está prohibida la comercialización de esta variante apócrifa del café natural. Salvo en nuestra tierra, Uruguay, Paraguay, España y Portugal, según informa la empresa Ghirardelli en su página web.
“El café torrado está prohibido en todo el mundo, menos en Argentina, Uruguay, Paraguay y España y Portugal, países acostumbrados a consumir este café de muy baja calidad mezclado con azúcar quemado para disfrazar sus deficiencias”, detalló Ghirardelli en su sitio web.
Y agregó: “Nada más alejado del consumo sano y libre de azúcares que se impone en el mundo. Nada más alejado a un café tostado fresco y de calidad, libre de azúcares añadidos”.
TOSTADO (EL BUENO) VS. TORRADO (EL MALO)
Desde la página oficial de la empresa anteriormente mencionada, dedicada a la venta online de café, resaltaron las diferencias entre las variedades de la bebida para que los consumidores tengan un claro conocimiento de que están ingiriendo.
“El café tostado (el “bueno”) pasa por un proceso en el cual los granos verdes de café (en realidad no son verdes sino de un color parecido al maní), atraviesan una máquina tostadora que los “cocina” hasta lograr la tradicional coloración oscura que vemos en las confiterías o cuando lo compramos en paquete”, explicaron desde Ghirardelli.
Dicho tratamiento dura entre 8 y 12 minutos y, según las preferencias del “roastmaster” (cocinero), permite realzar los atributos naturales de origen. Este proceso se llama tostado natural, porque se efectúa sobre los granos sin ningún producto o agregado adicional.
En cambio, la empresa aclaró que “en el café torrado (el “malo”) se usan los peores granos y se produce cuando al momento del tostado se le agrega aproximadamente un 15% de azúcar al café. Como quedó dicho, se utilizan granos de café de extremadamente baja calidad, el descarte, y el azúcar sirve para tapar todos sus defectos”.
EL CAFÉ TORRADO EN ARGENTINA
Esta variedad de café llegó a nuestro país para quedarse. Se cree que los grandes mercaderes inmigrantes de España trajeron la tradición a estas tierras, el cual ahora se exhibe en los diferentes comercios de la Argentina.
Además, sirve aclarar que al tostar café se pierde entre un 12% y un 18% del peso debido a la humedad evaporada. Esto quiere decir que si tostamos 100gr de café verde, el producto final pesará unos 85gr. Esta es la razón por la cual el torrado con azúcar, aparte de tapar la mala calidad, sirve para compensar el peso perdido.
De este modo, el café torrado con azúcar encontró su lugar en nuestros hogares y economía. La mayoría de las empresas que comercializan café en nuestro país lo hacen con esta modalidad que desvirtúa al producto y denigra el paladar de sus consumidores.