Vivimos en constante evolución y probablemente entre los cambios menos pensados llegó uno que parece dispuesto a quedarse: la tendencia a dejarse las canas. Un poco antes de la llegada de la pandemia por coronavirus, algunas mujeres ya habían comenzado a impulsar esta idea de aceptar la naturalidad del cambio de color, que todo ser humano va a experimentar alguna vez, sin embargo, ahora el “total white” se transformó en furor.
¿Qué hay detrás de esta decisión? Además de la pandemia que jugó un papel fundamental, el pelo cano también significa un cambio en la manera colectiva de mirarnos y gustarnos, algo que también puede ir atado en la búsqueda de autenticidad o de querer mostrar el costado más natural de la belleza femenina, con el paso del tiempo.
Ya sea por lo lindo que se ve el pelo grisáceo, por cansancio de seguir a raja tabla la tintura del mes o simplemente por querer aceptar la transformación del cabello con el paso del tiempo, la realidad es que decenas de mujeres se despidieron de los tintes. “Las canas empezaron a volverse tendencia antes de la llegada de la pandemia y en estos últimos meses ha crecido mucho la idea a dejárselas”, explicó a Los Andes Natalia Falasca, una de las peluqueras que integra Roller, un salón de belleza ubicado en calle San Juan y Vicente Zapata de la ciudad de Mendoza.
Las canas y la “nueva” belleza
Pero cabe destacar algo muy importante, tener canas no significa alejarse de las peluquerías, ni mucho menos dejarse estar, es simplemente un nuevo cambio que ha llegado para romper los cimientos de muchas costumbres impuestas a lo largo de los años, las cuales rezaban que las mujeres deben teñirse para “no verse viejas”, mientras que en los hombres el efecto es el contario: “los hace verse interesantes”.
Pues no, esto no es así, ya que durante el 2020 y 2021 ha quedado demostrado que las canas vienen a imponerse como sinónimo de libertad, es decir, que la mujer puede decidir que su belleza ya no esté atada a patrones y cánones ya viejos para esta era.
“Las canas siempre han sido consideradas sinónimo de vejez. Y ‘vejez’ en la mujer es sinónimo de ‘no sirve’. Pero hoy en día sabe que la belleza ya no tiene que ver con ‘de qué color tengo el pelo’ y que las canas ya no son sinónimo de ‘decrepitud’, sino que son símbolo de libertad. ‘Me permito tener canas y no por eso soy menos linda o menos interesante o menos activa o menos fértil’”, explicó a este medio Soledad Bermejo, licenciada en psicología.
“Hoy las canas las vemos en mujeres jóvenes, que las eligen como una ruptura frente a aquel pensamiento que establece que para ser una mujer atractiva hay que cumplir sí o sí con ciertos cánones de belleza que implican: ocultar, sacar, depilarse, teñirse, hacer dieta para mantener una figura ‘grata y agradable’, más allá de los parámetros de la salud, sino también a la mirada del otro, pensando en qué se le ofrece a la mirada del otro”, agregó la psicoanalista.
Tener canas no es alejarse de las peluquerías
Un grave error impuesto muchas veces en el pensamiento popular es la idea de creer que las personas que deciden abandonar la tintura, para darle rienda suelta a las canas, abandonan el salón de belleza. Claramente el pelo con canas debe seguir siendo tratado y con el avance de la cosmética hay decenas de productos para todo tipo, porque no todas las canas son iguales.
“Para mantener el cabello con canas nutrido, fuerte y luminoso, no se trata de abandonar los cuidados y dejarlas crecer desordenadamente. Sino que se las acompañan con tratamientos de nutrición, iluminación y cuidados. Según la estructura de la cana hay dóciles y otras rebeldes, por eso hay que saber con qué producto tratarla”, agregó Falasca, quien es especialista en el tema.
Luego explicó que también hay muchas mujeres que aún no tienen canas en su cabello, pero, sin embargo, buscan el modo de pertenecer a esta tendencia tan aclamada. Pero a pesar de que puede ser un proceso difícil, no es imposible llegar a lucir una melena angelada.
“Para las mujeres que no tienen canas todavía y quieren tener el color de tendencia, primero hay que hacer un diagnóstico del cabello y hacer procesos de color, algunos trucos de peluquería pueden acortar el tiempo y dar un espectacular look canoso”, sostuvo la especialista.
A modo de cierre, la cosmetóloga dejó una recomendación valorable para quienes estén iniciando en el mundo plateado: “Es muy recomendable que las mujeres, u hombres, que quieran lucir canas brillantes y saludables hagan uso de shampoos silver, grises o violetas. Estos productos lo que hacen es matar las tonalidades amarillas dejando que la cana brille. Es muy importante que el pelo esté cuidado y nutrido”.
Famosas que se adhirieron a la moda cano
Durante la pandemia, una de las primeras en atreverse a presumir el pelo con canas fue Gwyneth Paltrow, quien se presentó en la alfombra roja de Globos de Oro 2020.
Otra de las impulsoras de esta tendencia grisácea fue la editora de la edición británica de Vogue, Sarah Harris, que decidió romper con todos los estereotipos al mostrarse libremente con su pelo plateado natural al viento.
Otras de las famosas en sumarse a este fenómeno blanco es Cecilia Dopazo, que invitada a diferentes programas como PH, Podemos Hablar, que dirige Andy Kusnetzoff, o en el magazine Flor de Equipo que lidera Flor Peña, se mostró con raíces blanca y contó que durante la pandemia decidió aceptarse así y dejar a un lado los tintes.
Lo mismo sucedió con la actriz Carla Conte, que mostró en sus redes cómo se le volvió el pelo con el paso del tiempo y aseguró su conformidad con el pelo cano.
Así como también lo hizo la actriz internacional Sarah Jessica Parker, una de las protagonistas de Sex And The City, quien se destaca por lucir diseños increíbles. Ahora los hace acompañados de una melena con reflejos y canas en la zona de las raíces.
También así la Reina Letizia, quien fue una de las primeras dentro del mundo real en mostrarse al natural. La monarca lo hizo luego de abandonar el tinte rubio, cuando decidió optar por dejar crecer su color natural, allí dio lugar a la aparición de sus primeras canas, las que han levantado toda clase de elogios.