Como en cada celebración pascual, se realizó una nueva edición de la “Cabalgata Santa Uniendo Capillas”. Se llevó a cabo desde el jueves hasta hoy, como parte de la quinta edición de esta peregrinación a caballo de más de 100 kilómetros, busca recorrer las históricas Capillas del Secano Lavallino, conjugando la tradición y el sentir religioso.
La iniciativa surgió en 2016 por inquietud de los integrantes del Centro Tradicionalista Algarrobo Histórico. La idea fue que un grupo de jinetes realizara una cabalgata, que exigía al menos tres días, lo que llevó a los organizadores a proponer en sus inicios que se realizara durante la Semana Santa, propósito que cobró más sentido aún al recorrer las Capillas del Secano.
Esta cabalgada la organiza ese centro tradicionalista con el apoyo del Municipio de Lavalle que aporta la logística y acompañamiento para brindar una experiencia genuina que ya es parte de la tradición del pueblo.
Reflexión en el campo
Armando Fredes, de la entidad organizadora, contó que esta actividad suele reunir a unos 60 jinetes. “La cabalgata es enriquecedora porque une a las capillas históricas, pero también porque la salida es un momento de reflexión para los gauchos”, aseguró.
“Fue bautizada así porque une a las capillas más históricas. Desde Villa Tulumaya hasta Asunción, con una parada en San Cayetano y la finca Barceló donde habrá bienvenida para los gauchos”, contó, y agregó que se piensa como una cabalgata para la familia y las amistades. Además, “ayuda en estos días de reflexión, porque nos permiten estar a solas con el animal en pleno campo”.
Respecto de esta fecha en particular Fredes indicó que la decisión fue tomada por los integrantes del Centro Tradicionalista de Algarrobo Histórico como una forma de sumar otra actividad durante el año y no sólo durante las fiesta patronales. Así, el resultado de ese encuentro fue la cabalgata que une pueblos lavallinos.
“Se pensó en Semana Santa porque coincide con feriados y para esto necesitás dos o tres días. Inmediatamente le siguió la idea de visitar las capillas. Esta es una semana que en el departamento tiene su arraigo y sus características, es un pueblo de fe y larga historia. Era un sueño que teníamos y nos llena el alma”, describió Fredes.
La salida también incluye pasar la noche a la intemperie, porque así lo pensaron los organizadores. Y de esta forma, cuando cae el sol se ven a los jinetes con sus carpas, sus monturas, sus pellones, jergones y ponchos esperando al amanecer. “Hacemos la cama donde están los caballos, o donde la familia tiene sus trailers o sus casillas. Pasar la noche en el campo es una experiencia extra que si le sumás todo lo que rodea a la semana santa las noches son muy particulares”, indicó el jinete agregando que es enriquecedor para el alma.
El itinerario
La salida a lomos de caballo inició el pasado jueves desde la Parroquia Nuestra Señora del Rosario en Tulumaya, con una parada en la Capilla San Cayetano para luego arribar a la Capilla de La Asunción. Allí, la comunidad de la Asunción esperó a los jinetes para ofrecerles su potencial turístico que incluye gastronomía, artesanías en un entorno particular de silencio y calidez humana.
Al día siguiente los jinetes y acompañantes continuaron con la peregrinación hacia la primera parada en el oratorio Patrono Santiago para luego hacer noche en la Capilla de San José, una construcción de adobe que resguarda parte de la historia de la Comunidad Huarpe.
En tanto que ayer, los viajeros partieron desde San José con destino a la Capilla de Lagunas del Rosario, recorrido que acompañarán jinetes de Lagunas para abrir las puertas a su ancestral territorio, ícono del turismo religioso en Lavalle. Por último, hoy se emprendió el regreso a la Ciudad cabecera de Tulumaya.
Nuevos jinetes
Armando Fredes indicó que fueron parte de la 5° edición jinetes de La Paz, Tunuyán, Guaymallén, Las Heras y San Martín como también de algunas localidades de la provincia de San Juan.
Por otro lado, además de quienes realizaron el recorrido a caballo también participaron vehículos que pudieron acompañar la marcha peregrina por caminos transitables que permitió que muchos sumaran su presencia al menos durante parte del recorrido.