Siddartha Gautama fue un príncipe de la tribu Shakya, por lo que también recibe el nombre de Shakyamuni ("el iluminado de los Shakya").
"Él buscaba en la profundidad de la vida la respuesta al por qué sufría la gente, el origen. Y allí logra darse cuenta de que poder conocer la verdadera entidad de la vida es la finalidad de cada persona, así como el amor compasivo en todos los seres", sintetizan Candela Frasson, Yohana Martínez y Diego Martínez, coordinadores juveniles de la organización budista Soka Gakkai Internacional en Mendoza (la traducción del nombre al español es "Sociedad para la creación de valores").
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Budismo en Mendoza: el movimiento laico que propaga las enseñanzas de buda de corazón a corazón. Foto: Gentileza Soka Gakkai Mendoza
El propio Shakyamuni caminó por toda la región propagando su enseñanza con amigos y alentándonos a hacerlo. A partir de allí es que la historia del budismo se centra en el encuentro entre las personas.
"Las enseñanzas de Shakyamuni, en base a sus experiencias de vida, eran cosas concretas, y que aún hoy tienen vigencia. Enseñaba cosas tan simples como lavarse las manos antes de comer, pero también tenía enseñanzas más profundas. Él vivió en la India, en la época de las castas, y comenzó a hablar de igualdad de clases y entre el hombre y la mujer en esa época", resumen los miembros de Soka Gakkai en Mendoza.
Cuando Shakyamuni murió, no dejó sus enseñanzas por escrito. Por ello es que se explica el surgimiento de las distintas ramas del budismo, ya que sus discípulos lo propagan de distintas maneras. El budismo siguió a partir de entonces la Ruta de la Seda y atravesó China, Corea y Japón, adaptándose a cada región.
En Japón, el budismo se instaló con fuerza a mediados del año 1.200, y una de las figuras que decidió revitalizar las enseñanzas de Shakyamuni fue el monje Nichiren Daishonin.
La historia de Soka Gakkai, la rama el budismo que tiene presencia en Mendoza
Ya en el siglo XX, en 1930, un grupo de educadores japoneses se empapó en el budismo de Nichiren Daishonin y fundó la organización Soka Gakkai, que apuntaba a inculcar valore. Sus grandes referentes fueron Tsunesaburo Makiguchi, Josei Toda y Daisaku Ikeda.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en el Japón imperial se impuso el sintoísmo como religión y se persiguió a los otros cultos. "En esa época, Japón aplicó una filosofía completamente opuesta a lo que proponía el budismo", resumen.
Una vez terminada la Guerra, Josei Toda fue quien retomó el budismo, que tomó mayor fuerza y comenzó a propagarse nuevamente en Japón. Así fue como Toda conoció a Ikeda, quien orientó al movimiento Soka Gakkai al rumbo pacifista.
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Budismo en Mendoza: el movimiento laico que propaga las enseñanzas de buda de corazón a corazón. Foto: Gentileza Soka Gakkai Mendoza
A diferencia de otras ramas del budismo, Soka Gakkai es una organización laica, por lo que no cuentan con sacerdotes. Se trata de una organización horizontal, ya que proclama la inseparabilidad del maestro y del discípulo. Y su misión es lograr la pacificación en el mundo (concepto conocido como "kosen-rufu", que se traduce como "el logro de la paz mundial a través de la felicidad individual").
Todos los días, sus miembros recitan en voz alta el mantra "Nam-myoho-renge-kyo", en la mañana y en la tarde.
"Es la ley del universo, repetir esto puede fusionar mi potencial con el potencial del universo", explican los referentes de Soka Gakkai Mendoza.
Más allá del acto inconsciente de comparar a las religiones e intentar trazar paralelismos, repetir el mantra no es lo mismo que rezar.
"Al repetir el mantra no le estamos pidiendo al universo que nos dé la solución de afuera, sino es el acto con el que decidimos concretar nosotros", agregan.
"'Nam-myoho-renge-kyo' podría traducirse como 'devoción a la vida, a la ley mística de causa y efecto durante el pasado, el presente y el futuro'. Es una alabanza a la propia budeidad de cada persona", explican.
De hecho, y más allá del buda histórico (Siddartha Gautama, o Shakyamuni) en el budismo cada persona es un buda y tiene su propia budeidad en su corazón.
La llegada del budismo a Argentina y a Mendoza
De la mano de la inmigración japonesa de la posguerra, el budismo comenzó a propagarse en el mundo. Y a Argentina llegó en la década de 1960.
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Budismo en Mendoza: el movimiento laico que propaga las enseñanzas de buda de corazón a corazón. Foto: Gentileza Soka Gakkai Mendoza
A Mendoza, en tanto, el budismo ingresó en los '80 y de la mano de quienes lo practicaban en Buenos Aires y se mudaron a estas tierras. San Rafael fue una de las primeras regiones donde se instaló.
Las ramas del budismo
A nivel mundial no están contabilizadas cuántas ramas tiene el budismo, pero no quedan dudas de que hay más que de cualquier otra religión.
"Al no haber quedado nada escrito de Shakyamuni, muchas personas tomaron sus enseñanzas y las llevaron para su lado. Mucho del budismo se ha desvirtuado por egoísmos personales", destacan los mendocinos.
El budismo tiene dos grandes corrientes desde sus orígenes: Hinayana y Mahayana.
Imagen ilustrativa de budismo. Foto: Web
Imagen ilustrativa de budismo. Foto: Web
Hinayana es una representación del budismo más introvertido, con protagonismo de la meditación y los votos de silencio, y que persigue la iluminación individual.
Mahayana, en tanto, es un budismo más "para afuera", que pone el énfasis con el mundo que rodea a cada persona y apunta a la iluminación por medio de ayudar al otro, aunque no excluye a la búsqueda interna. Soka Gakkai se encuentra entre las ramas del budismo Mahayana.
Actividades en Mendoza
Soka Gakkai Mendoza convoca periódicamente a actividades grupales entre sus integrantes.
"Nos juntamos por zonas para compartir nuestras experiencias. En Mendoza hay entre 12 y 13 núcleos, y en las reuniones hacemos mantra, estudiamos y compartimos experiencias. No hay una sede, por lo hacemos las reuniones en distintos lugares", explican.
En cada uno de los encuentros periódicos la comunidad aprovecha para que sus integrantes exterioricen sus preguntas, ya que la idea es transmitir de corazón a corazón esas sensaciones.
"Para nosotros, el maestro es el compañero que, con su esfuerzo, nos enseña y muestra el camino", agregan.
En Mendoza han organizado encuentros para limpiar espacios públicos, hacer colectas para comedores y para dar charlas referidas a la importancia de separar residuos.
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Budismo en Mendoza: el movimiento laico que propaga las enseñanzas de buda de corazón a corazón. Foto: Gentileza Soka Gakkai Mendoza
"El bien y el mal están en el corazón de la propia persona. Nadie está exento de ser devorado por su propia oscuridad. Lograr la budeidad no es llegar a un sitio, sino transitar el camino venciendo a la oscuridad", concluyen.
El monasterio budista proyectado en Mendoza que no pudo construirse
Si bien su nombre de nacimiento es Susana Contreras, esta mendocina se convirtió en la primera y única monja del budismo tibetano argentino -hace 30 años- y pasó a ser conocida como Ven Thubten Kundrol. En 2001 encontraron un espacio en Tunuyán para construir su propio monasterio. Pero en 2008 sufrieron un robo.
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Budismo en Mendoza: el movimiento laico que propaga las enseñanzas de buda de corazón a corazón. Foto: Gentileza
En 2017 regresó a Mendoza con el proyecto del monasterio renovado, y con la idea de que el budismo tibetano encontrara mayor difusión. Pero una vez más, fracasó en su objetivo. Y, desde entonces, decidió no insistir.
"Lo que pasó en Mendoza fue de terror. Una persona con malas intenciones empezó a hablar cosas malas y no se donó el espacio que iba a ser para el monasterio", resumió, escuetamente, desde Buenos Aires, donde continúa con su grupo.