Este 14 de junio se cumplen 35 años del fallecimiento del escritor, poeta, crítico literario y ensayista Jorge Luis Borges, una de las máximas figuras de la literatura en habla hispana. Su legado cultural se mantiene intacto, así como la vigencia de una obra de gran solidez intelectual, simbolismo y delicado lirismo.
El maestro de la fantasía y la fábula escribió cuentos, ensayos, poemas y piezas como “La fundación mítica de Buenos Aires”, “Inquisiciones”, “Ficciones”, “El informe Brodie”, “El hacedor” y “El Aleph”, amén de guiones de cine, críticas, antologías y reflexiones filosóficas.
Varias nominaciones al Nobel, ninguna medalla
Borges fue nominado en cuatro ocasiones al Premio Nobel de Literatura en 1967, 1968, 1969 y 1970. Pero a pesar de su intachable labor, nunca le dieron la medalla de oro.
Su costado político, por ejemplo, provocó que algunos sectores le restaran mérito y le sumaran cuestionamientos. El escritor era de carácter conservador y muy crítico de la literatura comprometida de su época. Podría agregarse su antiperonismo, su acercamiento a Rafael Videla y la visita a Augusto Pinochet en Chile como factores condicionantes.
En aquel viaje a Chile durante la dictadura, Borges pronunció un discurso que fue muy cuestionado y del que años después se arrepintió públicamente. De hecho, fue confirmado por el académico sueco Arthur Lundkist (quien introdujo la obra de Borges mediante traducciones en Europa) que estos dichos fueron tenidos en cuenta por la Academia Sueca. En 2015, fue María Kodama, la viuda del escritor, quien lo reafirmó.
Cuando iba a recoger el doctorado honoris causa en la Universidad de Chile en 1976, Borges recibió una llamada en la que desde Estocolmo le “recomendaban” no ir. Al final de la conversación, el autor afirmó: “Mire, señor, yo le agradezco su amabilidad, pero después de lo que usted acaba de decirme mi deber es ir a Chile. Hay dos cosas que un hombre no debe permitir: sobornar o dejarse sobornar”.
Para Kodama, es una injusticia que se recuerde constantemente que Borges se reunió con Videla, condenado por crímenes de lesa humanidad. “Si fue (el escritor Ernesto) Sábato también a la misma recepción, ¿por qué sale sólo Borges como invitado?”.
“Es una antigua tradición escandinava: me nominan para el premio y se lo dan a otro. Ya todo eso es una especie de rito”, sentenció Jorge Luis Borges en una entrevista de 1979.
En otra entrevista, además, el argentino resaltó otro aspecto de su postura políticamente “incorrecta”: “Sigo siendo un viejo anarquista individualista, en esta época en que todos quieren leyes, códigos, prohibiciones. Ojalá nos merezcamos no tener ningún gobierno alguna vez, en ningún país del mundo. Ese sería el ideal. Un mínimo gobierno, un gobierno municipal, como diría Spencer. Pero desde luego mis opiniones en materia política no deben tenerse en cuenta. Yo no sé nada de eso”.
El otro motivo de Borges sin Nobel
María Esther Vázquez, autora de “Borges, esplendor y derrota”, contó que en una cena institucional, luego de recitar poemas escritos por Lundkist, Borges se burló del autor delante de todos los presentes. Este dato le llegó al académico que, memorioso él, nunca se lo perdonó.
Y el académico Anders Österling, presidente del Comité de los premios, rechazó a Borges porque era, en sus propias palabras “demasiado exclusivo o artificial en su ingenioso arte en miniatura”. Es decir, consideraba que su obra era de carácter elitista y culto.
El “Nobel” de revancha para Borges
Un hecho curioso se produjo en 2018, cuando el eterno candidato al Nobel recibió el “galardón” en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Un Comité Internacional de Escritores, entre los que figuraban la francesa Catherine Millet, el británico Irvine Welsh y la española Marta Sanz, decidió otorgarle al argentino en homenaje el “Premio Nobel de Literatura 2018” a Jorge Luis Borges.
“Los acontecimientos que son de público conocimiento han mostrado la crisis que embarga a la institución que históricamente se encargara de otorgar la premiación. En función de ello, y no pudiendo bajo ningún pretexto permitir que este año el Premio sea declarado desierto so pena de la irresponsabilidad de los académicos que nos anteceden, un Comité Internacional de Escritores (CIE) con Miembros de Número asume la responsabilidad de entregar el Premio Nobel de Literatura 2018 a Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo”, leyó en sueco y español Esteban Feune de Colombi, haciendo referencia a la decisión de la Academia de suspender ese año la entrega del Nobel tras las acusaciones de abuso sexual contra el dramaturgo y fotógrafo Jean-Claude Arnault.