Los integrantes del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Las Heras atraviesan momentos de creciente angustia, desesperación y bronca. A los casi 30 robos que han sufrido en las instalaciones ubicadas en calle Regalado Olguín (camino a El Challao) en los últimos dos años, se suma un episodio por demás violento registrado en las últimas horas. Y que los ha llevado a autoacuartelarse y decidir no salir hasta tanto les garanticen una custodia policial para esta noche.
Y es que, luego de reducir y retener a uno de los ladrones -quien tenía un cuchillo y lanzó varias puñaladas al aire-, los bomberos de Las Heras no solamente fueron amenazados de muerte en reiteradas oportunidades por el ladrón frustrado, sino que, además, recibieron llamados telefónicos con más amenazas aún. Y las recibieron al mismo teléfono al que, en teoría, suelen comunicarse los vecinos ante alguna emergencia.
“Nos llamaban y nos decían que, si denunciábamos al ladrón que habíamos reducido, nos iban a matar. Incluso, tuvimos que cerrar los portones del cuartel, no solo por los llamados, sino porque, cuando la policía se lo llevó, sentimos que disparaban tiros al aire en el barrio de en frente”, resumió el jefe de los Bomberos Voluntarios de Las Heras, Roberto Peña, a Los Andes.
En el transcurso de la madrugada, llegaron más bomberos al cuartel para acompañar a sus compañeros en el autoacuartelamiento.
“Un día le van a dar un tiro a uno de los muchachos, y de repente va a ser un héroe. Pero todos sabían lo que estaba pasando y que eso podía llegar a pasar también”. advirtió.
AMENAZADOS DE MUERTE
Entre las 2 y las 2:30 de este martes, mientras los bomberos descansaban en el interior del cuartel, desde la habitación de las mujeres oyeron algunos ruidos extraños en el exterior. Cuando se asomaron, observaron a dos hombres que estaban intentando forzar las chapas para ingresar al cuartel desde la pared que da a calle Regalado Olguín.
Tras dar aviso a sus compañeros, un grupo de hombres -quienes también estaban de guardia en el cuartel- salieron a su encuentro y, mientras que uno de los ladrones logró huir, pudieron reducir al segundo.
Este segundo ladrón, al verse rodeado, sacó un cuchillo y largó varios puntazos al aire, que por fortuna no dieron en ninguno de los bomberos.
Ya reducido, a los 25 minutos llegó la policía al sitio y trasladó al malviviente a una dependencia judicial. Pero, mientras esperaban a los uniformados, en todo momento el delincuente reducido en el piso amenazó a los bomberos,
“Como no llegó a robar nada, y de confirmarse que no tenía antecedentes, nos dijeron en ese mismo instante podrían largarlo. Pero nosotros ya estamos cansados de los robos. El año pasado sufrimos 19 robos, y este año ya llevamos 10″, siguió, con angustia, enojo y preocupación, el jefe de los Bomberos Voluntarios de Las Heras.
Luego llegaron los insistentes llamados telefónicos con amenazas de muerte, así como los disparos al aire para intimidar.
AUTOACUARTELADOS Y EN ALERTA
Esta seguidilla de situaciones alarmantes derivó en la decisión de los Bomberos Voluntarios de Las Heras de autoacuartelarse en el interior de la dependencia.
Según destacan los bomberos, los ladrones viven en los barrios de las inmediaciones, y es una constante la inseguridad. Ni siquiera el móvil policial ubicado a la altura de un llamativo barrio privado de la zona pareciera ser suficiente.
“Esta zona es tierra de nadie. Los tipos estos viven metidos en las cunetas para sorprender a la gente cuando pasa y asaltarla. Hay robos de noche, hay robos de día; y es el mismo grupito que roba bicicletas, plata, lo que sea”, describe el jefe del cuartel de los Bomberos Voluntarios de Las Heras.
Por guardia nocturna, en el lugar permanecen entre 6 y 7 bomberos, mientras que durante el día pueden llegar a ser 10. Pero cuando hay algún procedimiento y deben salir, quedan el cuartelero y el radioperador. “Y están a la deriva”, describe Peña.
El predio de los Bomberos Voluntarios de Las Heras tiene cerca de 1,5 hectáreas. Sin embargo, el cierre perimetral -montado con tela olímpica- ha ido desapareciendo por los robos y roturas, algo que se mantiene constantemente. Y no cuentan con los fondos suficientes como para costear la reposición o arreglo.
Los Bomberos Voluntarios de Las Heras tienen tres fuentes de ingreso para subsistir: el aporte que hacen los vecinos a través de las tasas municipales del departamento, las constantes campañas de benefactores y subsidios nacionales que reciben todos los años. O deberían recibir, ya que este año no se les asignó.