Beatificarán a Fray Mamerto Esquiú: ¿qué milagro hizo y qué le aportó a la Argentina?

La noticia fue comunicada por el Vaticano, que destacó al fraile catamarqueño como "un obispo con visión social".

Beatificarán a Fray Mamerto Esquiú: ¿qué milagro hizo y qué le aportó a la Argentina?
El papa Francisco decretó este viernes la beatificación del fraile catamarqueño Mamerto de la Ascensión Esquiú, quien formó parte de la Orden de los Frailes Menores y fue nombrado obispo de Córdoba en 1880.

El papa Francisco decretó este viernes la beatificación del fraile catamarqueño Mamerto de la Ascensión Esquiú, nacido el 11 de mayo de 1826 en San José de Piedra Blanca y fallecido el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho, destacado por su “visión social”.

Según informó el Vaticano, el pontífice autorizó la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos para la beatificación del Venerable Siervo de Dios argentino.

Esquiú perteneció a la Orden de los Frailes Menores y fue nombrado obispo de Córdoba en 1880. Según afirmó el sitio oficial Vatican News al dar la noticia este viernes, se trató de un “obispo con visión social”.

El decreto del Papa se da días después de que una junta de cardenales reconociera el milagro atribuido a la intercesión de Esquiú, que se refiere a la curación, científicamente inexplicable de una niña que padecía osteomielitis.

Una vez declarado beato, se permitirá el culto público eclesiástico de Esquiú, aunque limitándolo a determinados lugares y familias religiosas, informaron fuentes del obispado de Catamarca.

El milagro había sido aprobado por la Comisión Teológica de la Congregación para la Causa de los Santos, el pasado 24 de abril de 2019.

Fue obispo argentino del siglo XIX, políticamente relevante por su encendida defensa de la Constitución Nacional de 1953.

El papa Francisco decretó este viernes la beatificación del fraile catamarqueño Mamerto de la Ascensión Esquiú, quien formó parte de la Orden de los Frailes Menores y fue nombrado obispo de Córdoba en 1880.
El papa Francisco decretó este viernes la beatificación del fraile catamarqueño Mamerto de la Ascensión Esquiú, quien formó parte de la Orden de los Frailes Menores y fue nombrado obispo de Córdoba en 1880.

El sermón que determinó la jura de la Constitución

El conocido Sermón de la Constitución recordó la historia de desuniones y de guerras civiles argentinas, y se felicitó por la sanción de una Constitución que traería nuevamente la paz interna. Pero para que esa paz durara, era necesario que el texto de la Constitución quedara fijo e inmutable por un largo tiempo, que no fuera discutida por cada ciudadano, que no se le hiciera oposición por causas menores, y que el pueblo argentino se sometiera al poder de la ley:

"Obedeced, señores, sin sumisión no hay ley; sin ley no hay patria, no hay verdadera libertad, existen sólo pasiones, desorden, anarquía, disolución, guerra..."

No pudo terminar la frase, porque el auditorio lo apabulló con un cerrado aplauso. La primera resistencia a la Constitución en el interior había sido vencida, y Catamarca juró la Constitución hasta el último de sus funcionarios y personajes notables.

El texto del sermón patriótico fue impreso y difundido por el país por decreto del presidente Justo José Urquiza. 

Fue obispo, político y periodista. Indujo a la realización de la constitución de su provincia, perteneció al partido Federal y fue editor de El Ambato, primer periódico de Catamarca.

Después de la derrota de la Confederación Argentina en la batalla de Pavón, publicó en El Ambato un famoso epitafio que decía:

"Aquí yace la Confederación Argentina, a manos de la traición, la mentira y el miedo. ¡Que la tierra porteña le sea leve!"

En 1872, estando en Sucre, recibió el nombramiento para el arzobispado de Buenos Aires, firmado por el presidente Sarmiento y el ministro  Avellaneda. Pero no aceptó, porque pensaba que un arzobispo no podía ser tildado de opositor del presidente, que había sido uno de los promotores de la caída de la Confederación. 

Regresó a Catamarca a fines de 1878. En 1880 fue obispo en Córdoba. Y murió el 10 de enero de 1883 en la posta catamarqueña de El Suncho, en viaje de regreso desde La Rioja a su sede obispal de Córdoba (Argentina).

Esquiú fue declarado Siervo de Dios en 2005 y Venerable en 2006. El 24 de abril de 2020, la Comisión Internacional de Teólogos de la Santa Sede dieron por válido el milagro.

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