La semana pasada, el gobierno nacional hizo público el reconocimiento de tierras a mapuches en el sur provincial, concretamente son más de 21.000 hectáreas, la mayoría en la zona de El Sosneado, San Rafael y en Los Molles, Malargüe. Con el respaldo del Instituo Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), varios grupos de personas que afirman pertenecer a la comunidad mapuche, han gestionado la tramitación de la personería jurídica. Expresan que se autoperciben mapuches y esta es una de las razones que se esgrimen desde el INAI para otorgarles las tierras.
La medida nacional ha sido blanco de numerosos cuestionamientos, entre ellos porque no hay evidencia de la presencia mapuche en la provincia en contraste con otros pueblos originarios de la región austral mendocina, como los pehuenches, por ejemplo.
“Frente a la situación planteada por la entrega de tierras a personas autopercibidas como mapuches podemos reflexionar sobre si es justo, si es bueno, si debería extenderse y otros temas más”, expresa Nancy Caballero, piscopedagoga y psicóloga. Destaca que la autopercepción de un sujeto es subjetiva y es un derecho de cada persona, no es algo rígido, ni estático, puede ir cambiando a través de las etapas de la vida. Y subraya: “en cuanto a la generación de normas y derechos debe ser objetiva: acorde al encuadre que las normas legales, civiles y éticas. Iguales para todos los ciudadanos y basada en hechos. Por lo tanto, no puede otorgarse ningún tipo de derecho sólo basado en la subjetividad de una autopercepción”.
La psicóloga, también especializada en psicología social, asegura que quien se autopercibe mapuche cuenta con el derecho a vestirse como tal, hablar en su lengua, seguir sus costumbres, tradiciones y creencias, habitar espacios de esa etnia. “Sin embargo, no puede dictarse una norma para otorgarle derechos que no se contemplan al común de la ciudadanía y, lo más grave, a los pueblos originarios de nuestro suelo. Nuestros pueblos originarios, Huarpes en nuestra provincia, han luchado y siguen haciéndolo por sus derechos, y todos celebramos cada logro porque sabemos que son fruto de años de lucha, y aún falta mucho”.
Má adelante, analiza que, basarse en la autopercepción para otorgar un derecho abre una puerta legal muy importante. “Cada argentino/a hoy puede contarnos que se percibe parte de la familia dueña de grandes extensiones de tierras, o parte de los colonos que fundaron las primeras bodegas, o hijo del Padre la de Patria don José de San Martín. ¿Qué se haría en estos casos? Primero escucharlos, atender su pedido y a continuación pedir algo que lo confirme: documentación, material fotográfico, relatos de la época, y hasta recopilación de narrativas que lo mencionen, no soy historiadora ni abogada, pero supongo que a partir de ahí comenzaría una investigación sería y profunda para otorgar o no dicha identidad”.
Caballero puntualiza: “darle tierras a un pueblo originario que no era habitante de esta zona, en detrimento de los verdaderos. Hacerlo sin documentación alguna, sólo desde una subjetividad, elegir zonas que aseguran rentabilidad (turística o petrolera) mientras nuestros pueblos luchan contra climas y suelos que exigen denodados esfuerzos, sólo porque es “políticamente” correcto, es quitarle luego la posibilidad a quienes reclaman”.
Sobre el tema del autopercibimiento, la mayoría de los psicólogos consultados señalan que actualmente este concepto está más vinculado a temas de género y en esa dirección marchan los profesionales especializados. A pesar de ello, coinciden que determinada persona se autopercibe de tal o cual grupo no está mal. “Es correcto, si esa persona se autopercibe mapuche”, explica el psicólogo Mario Lamagrande y agrega que “en términos modernos, autopercibirse tendría que ser un proceso lógico de una persona que comparte con otras ciertas características”. Y señala que para el caso de las comunidades hay que diferenciar el concepto de Estado y Nación. El primero está vinculado a la organización política, la autoridad; mientras que Nación es un concepto histórico, que hace referencia a lo que las personas tienen en común, la cultura, las tradiciones.
“Por ejemplo, hay momentos en que nos autopercibimos más argentinos que otros. Cuando nos queremos ir del país, hasta nos preguntamos para qué soy argentino, pero después suceden hechos como el mundial de fútbol y ahí somos más argentinos que nunca, el autopercibimiento también está ligado a las situaciones que se viven. Por eso , es válido que esas personas puedan expresar ese sentir mapuche”.
Sin embargo, el profesional aclara que este autopercibimiento no es una razón para obtener la titularidad de tierras, se debe cumplir con una serie de requisitos también. “En el mismo sentido, muchos pueden decir que son hijos de inmigrantes, pero solo una parte de estos pueden, por ejemplo, obtener la ciudadanía. Es decir que además de la autopercepción, hay otros requisitos que se deben cumplir”, indica el psicólogo en relación al caso mapuche. Y señala que a través de censos, estudios sobre vínculos familiares, poblamiento, tradiciones de una comunidad determinada, se podrán aplicar políticas de Estado para beneficiar a las comunidades originarias.