Según el ranking global de la empresa internacional de educación vial Zutobi, Argentina es uno de los lugares más fáciles del mundo para aprender a manejar y obtener la licencia de conducir. Según el reporte, nuestro país se ubica en el puesto 16° en una tabla con puntaje apretado que lidera México como el más sencillo. Pero pese a las facilidades, en Mendoza cerca del 30% de los conductores desaprueban el examen teórico o práctico.

Lisandro Delgado director de Tránsito de Godoy Cruz, confirmó los datos observados en el departamento: “En promedio tenemos un 30% de aspirantes que reprueban el teórico o el práctico. Creemos que es un porcentaje alto. En Argentina es fácil obtener el carnet, pero igual desaprueban. Nosotros realizamos un examen teórico, un examen práctico y un examen psicofísico. Cuando detectamos alguna inconducta, faltas reiteradas de tránsito se pide un certificado adicional de un psicólogo”.

“Hace años cada provincia podía emitir su licencia, ahora se ha logrado unificar en todo el país una licencia única, regímenes, parámetros y normativa única. Y creo que el paso siguiente debe ser ampliar la dificultad a la hora de sacar la licencia para que los conductores tengan mejor educación”, opinó el funcionario. “Necesitamos que los conductores estén mejor preparados, y salgan con mejor información y capacidad para manejar. Sin duda falta mucho, pero estamos en proceso de mejorar el sistema de tránsito en general”, reflexionó.

Por su parte, Juan Alberto Rosales coordinador de Licencias de Conducir Maipú aseguró que en ese municipio “los aspirantes deben traer un examen psicofísico completo y los médicos del centro lo evalúan, además en lo que se refiere a la capacitación en las clases profesionales solicitamos un certificado de escuela de manejo, que deben ser las habilitadas por la agencia Nacional de Seguridad Vial. Luego se le da otra capacitación en el centro, y al finalizar se los evalúa de manera teórica y práctica”.

Y coincidió en el cálculo de los que no consiguen pasar la prueba. “Hay días que tenemos muchos desaprobados, cerca de un 20% o 30%. En esta instancia hay posibilidad de una nueva evaluación pasados los treinta días. También hay un alto ausentismo, cerca de un 30%. Tenemos un programa que se denomina Maipú conduce bien que nos permite llegar a los colegios secundarios y capacitar a los alumnos de los últimos años, algunos ya tienen cédula y otros están pronto a obtenerla. Es fundamental que eduquemos para prevenir, hay que concientizar.

Desde Guaymallén, Jorge Carrizo (director de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil), opinó: “Hay que unificar criterios y trabajar para que la licencia se vuelva una cuestión de seriedad y responsabilidad cada vez mayor, porque si no siempre actuamos sobre las consecuencias y de esta manera llegamos tarde, cuando ya se produjo el siniestro y en algunos casos la muerte”.

“Muchas veces la gente quiere pasar livianito el tema del teórico”, reconoció Carrizo. “Con la pandemia se limitaron los cursos por el tema del distanciamiento, entonces los contenidos se colocaron en plataformas virtuales, y los exámenes están ligados a eso. Muchos sólo repasan los videos y la documentación, y cuando llegan al examen, y en verdad no estudiaron obviamente desaprueban. A veces también, en menor medida desaprueban la práctica”, subrayó.

El funcionario de Guaymallén se permitió una reflexión a propósito de esta realidad_ “Acostumbramos a tener una sociedad exprés, donde todo se quiere resolver rápido. Y no es así. Hay cosas que necesitan un tiempo de maduración para tener las condiciones óptimas. En España, para obtener una licencia de conducir se espera un tiempo mínimo de seis meses y a veces más. Las cosas tienen que tener el tiempo que necesitan para que sean en serio. Se necesita más responsabilidad a la hora de sacar un carnet. En la calle falta respeto por los demás, respeto por la vida, parece la ley de la selva, y esas son las conductas que queremos modificar, pregonar valores”.

El reporte internacional

La clasificación del informe de la empresa Zutobi se fundamenta en la combinación de siete criterios: edad, costo financiero de la prueba de manejo, si se requiere prueba de teoría y/o práctica, si se pide prueba de vista y/o un examen médico, y si hay horas de lecciones obligatorias para realizar el examen.

En cuanto a datos generales de la Argentina, es llamativo el hecho de que diversas cuestiones han hecho caer el número de licencias otorgadas. En 2019 se dieron 4.092.000 licencias, y en lo que va del 2021 (desde enero hasta el 27 de septiembre), 2.370.924, según los registros brindados por el Sistema Nacional de Licencias de Conducir. Esto puede deberse a que en muchas jurisdicciones (como Mendoza) se permitió la circulación con el carnet vencido por los problemas para la renovación que causaron, sobre todo en 2020, las restricciones por la pandemia.

Guaymallén realiza acompañamiento psicológico a conductores para obtener la licencia

El departamento de Guaymallén es pionero en esta nueva modalidad para la obtención de la licencia de conducir. Y es que hace dos años aproximadamente en el centro de emisión de carnet de conducir se ha incorporado un gabinete psicológico a través del cual se detectan y acompañan alteraciones de conducta.

Por el momento es el único departamento que aplica este sistema. Jorge Carrizo director de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil, contó al respectó “En la licencia de Guaymallén hemos formado un gabinete psicológico, porque detectamos algunas cuestiones de gente que, si bien pasaba el examen teórico, práctico y médico en lo que tiene que ver con lo físico por ejemplo la visión, notamos, lo que todos podemos observar en la calle, gente con poca tolerancia, irritabilidad, conductas agresivas, etc. y estás conductas se reflejan luego en el manejo”.

Y agregó, “En algunas personas cuando pasan por el gabinete psicológico detectamos estas conductas, agresividad, irritabilidad, consumo de alcohol, drogas, por estar viviendo alguna situación dramática, ansiedad, etc., entonces ahí se prenden las alertas, y evaluamos si esa persona puede salir con un apto para manejar, más allá de que hayan aprobado el teórico, el práctico y el resto del estudio físico”.

Carrizo además explicó que una vez detectada la situación de alerta, se envía a la persona a realizar un tratamiento psicológico, puede ser por dos meses, tres, o lo que el profesional considere. Incluso en algunas ocasiones se les solicita algún tipo de estudio neurológico para poder otorgar el apto en función de lo que se detecta a través de las técnicas que desarrolla el gabinete psicológico.

“El promedio de esas personas que se analizan, porque no todos pasan por el gabinete sino aquellos en los que se advierte alguna actitud necesaria de analizar, entre un 20% y 25% salen derivados para realizar algún tratamiento. Luego deben volver para ver si logran el apto para poder conducir. Con esto se busca evitar situaciones riesgosas al volante ya sea para el conductor o para un tercero”, detalló el funcionario.

Una vez realizados los estudios y el acompañamiento médico la persona debe volver con los resultados de los estudios o con un informe de un profesional. Se realiza un seguimiento, y posteriormente un apto, a veces suele ser limitado por seis meses, un año o dos, es acorde al tratamiento. Se restringe la vigencia de la licencia acorde a cómo se vaya realizando el tratamiento.

“Estamos atacando las causas, este es uno de los motivos por los cuales se incrementa la siniestralidad y a veces con consecuencias de gravedad. Si logramos modificar o trabajar sobre la conducta seguramente vamos a tener mejores conductores y menos siniestros”, reflexionó Carrizo.