La temporada turística en Mendoza trae reminiscencias de otros tiempos en que las calles en enero quedaban quietas por el éxodo de mendocinos hacia las costas de Chile. Un cambio favorable hizo volver el éxodo: según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, los primeros 15 días de enero hubo un aumento de 231% en la cantidad de argentinos que cruzaron a Chile por Mendoza, en relación a 2024.
Por los diferentes pasos locales, los primeros 15 días del año pasado cruzaron 35.111 personas, mientras que en el mismo periodo este año lo hicieron 116.237.
La mayoría, claro, lo hizo por el sistema Cristo Redentor, que ha mostrado el impacto. Por ese cruce estas dos semanas pasaron 100.200 personas, 213% más que el año pasado, cuando habían sido 31.979.
El cruce y el trayecto hacia él dieron cuenta del impacto. En el cambio de quincena las demoras para cruzar llegaron a ser de hasta 12 horas, lo que implicó reclamos de los usuarios, entre otras cuestiones.
Aumentos en todos lo pasos
Será por eso quizás que el paso Pehuenche, ubicado más hacia el Sur, y que no suele contar con tanto tránsito, tuvo un notorio aumento de pasajeros esta temporada. En relación a 2024, mostró un incremento de 662%. Se trata de un crecimiento enorme en proporción, aunque el caudal de gente es ínfimo en relación a su paso hermano, ya que por allí cruzaron 10% de la cantidad de personas que por el Cristo Redentor. Estas pasaron de 1.229 los primeros 15 días de 2024 a 9.365 este año.
Los otros cruces tienen un impacto de menor magnitud.
El tercero en cantidad de tránsito es el aeropuerto de Mendoza que también vio incrementada la demanda. La cantidad de personas que cruzó a Chile vía aérea por este puerto pasó de 1.862 a 6.518, lo que implica un aumento de 250%.
Otra de las salidas es el paso Portillo de Piuquenes, con muy poquita demanda, pero que también mostró un incremento: pasó de 41 personas a 63 este año, un aumento de 54%.
El paso Vergara y el aeropuerto de Malargüe tienen muy poco movimiento: sólo dos personas cruzaron por el primero y 89 lo hicieron por el segundo. De todas formas, puede considerarse un movimiento interesante en el paso Vergara, ubicado en departamento más austral, dado que fue inaugurado el viernes 3 de enero.
Tránsito concentrado
Justo Báscolo, coordinador general del Sistema Integrado Cristo Redentor, resaltó en diálogo con Los Andes algunas particularidades que ha tenido la situación. Por un lado, dijo se refirió a momentos de alta concentración. Detalló que en el cambio de quincena la cantidad de personas que pasa por día en ambos sentidos ronda entre 9.000 y 10.000, mientras que el resto de los días está en torno a los 7.000. De todas formas, aclaró que el aumento es marcado teniendo en cuenta que en temporada baja el año pasado, antes del inicio de las vacaciones, pasaban alrededor de 3.000 personas por día.
Por otra parte, Báscolo hizo referencia a una especie de embudo que se produce. “Si bien el paso está habilitado las 24 horas, desde las 10 de la mañana hasta las 18 o 19 es cuando se concentra el mayor movimiento; después de ese horario, no hay demora en ninguno de los centros de frontera”, refirió.
En cuanto a quienes cruzan dijo que es difícil hacer una tipificación, hay quienes lo hacen por trabajo, otros -obvio- van a comprar y están quienes van a vacacionar. Dijo que hay muchos que van por pocos días, quizá tres, con la intención de hacer las dos cosas: comprar y de paso ir un poco a la playa. De todas formas, los últimos días son mayormente turistas, sobre todo familias y parejas jóvenes.
Temporada con condimentos
Con alta afluencia aparecen las tradicionales largas filas de usuarios esperando cruzar. Esto afecta la circulación en la ruta, sobredemanda los centros fronterizos y satura los servicios, ya de por sí escuetos.
Los meticulosos controles que realiza Chile para ingresar a su país son parte de la demora y del eterno e irresoluto planteo. Tanto es así que Báscolo ya casi ha perdido las esperanzas. “En un principio hubo mucho tiempo de demora porque Chile no había completado la cantidad de funcionarios para cubrir toda la infraestructura disponible. Eso con el tiempo se fue corrigiendo, de todas maneras, yo creo que el modelo de gestión de control que tiene Chile es un modelo lento, porque se hace auto por auto y no creo que reduzcan más los tiempos de lo que ya lo han reducido”, señaló.
“Creo que han bajado de 8 horas y estamos en un promedio de 4 o 5 horas por día, con un movimiento de 7.000 personas. Usando todos los puntos de atención, no lo bajan a ese tiempo”, consideró Báscolo.
La temporada también ha estado marcada por cuestiones de seguridad vial. Los siniestros viales se sucedieron, tanto de particulares como de vehículos de carga pesada. Ahora se sumaron los aludes como producto de las intensas lluvias en la zona posterior a Potrerillos.
Atendiendo a la complejidad de la situación el año pasado la provincia implementó estrategias para evitar la aglomeración de gente en zonas sin servicios. “Se establecieron puntos de retención de vehículos cuando el sector chileno estaba colapsado, para que cuenten con servicios durante las esperas, servicios básicos, y evitar que queden en la ruta porque es un riesgo de accidente, con el movimiento de los camiones era muy riesgoso, entonces se instrumentó este sistema de pulmones donde van encapsulados y traccionados hacia el lado chileno cuando hay espacio que puedan estacionar allá”.
Lo que se hace es ir liberando de a 100 o 150 autos para que pasen por esas “postas” hasta el cruce.
Los baños en Horcones eran un problema: encima que eran escasos hace poco fueron vandalizados. Ahora están siendo reparados pero, además, se colocaron baños químicos externos que Báscolo considero que están resultando suficientes.
Con el tipo de cambio, los precios se vuelven accesibles y las compras vuelven a ser parte de los beneficios del destino, ya que los precios rondan la mitad de lo que se consigue en Argentina. Pero, por otra parte, también ha estado atravesada por episodios de inseguridad lo que motivó a las autoridades chilenas a fortalecer los controles. En ese marco, comenzaron a aparecer las multas por las conductas de los argentinos en las playas ya que infringen ciertas normas como el consumo de alcohol o fumar.
No pueden dejar de mencionarse las marejadas que están afectando a la costa chilena y que implica que cada tanto haya alertas que impiden acercarse a las playas.