Constelaciones de satélites: riesgos en puerta

Hay miles de mini satélites con distintas funciones en el espacio y pronto habrá muchos más. La chatarra en el cosmos se eleva y puede haber consecuencias negativas.

Constelaciones de satélites: riesgos en puerta
La imagen corresponde a la basura espacial alrededor de la tierra, en órbita baja (near orbit). Una complicación que en desarrollo.

En estos últimos años se ha generado una nueva forma de negocios sobre el acceso espacio llamado “New Space”. Son empresas nuevas con ideas que ya existían hace tiempo, pero con costos muchos más económicos usando lo que se llaman micro o nano satélites (cubesats).

Esos elementos, algunos más chicos que una caja de zapatos y otros no más grande que una moto, son hechos en forma serial y muy baratos. Son económicos porque no usan tecnología espacial, que está hecha para estar muchos años en el espacio y sobrevivir a la radiación solar.

Los nuevos mini satélites tienen una protección mínima sobre la electrónica convencional lo que hace que no puedan sobrevivir más de un año antes de ser destruidos por la radiación y queden como basura espacial.

La tecnología espacial es mucho más robusta a los cambios intensos de temperatura, de más de 300 grados en pocos minutos al pasar del día a la noche cada 90 minutos en las órbitas bajas, y resisten la radiación solar por más de 15 años. Estos nuevos mini satélites no tienen ese tipo de electrónica diseñada para soportar la radiación.

Bajar los costos

Tampoco son sometidos a los rigurosos test de vibración por lo que tiene que pasar un satélite normal, ya que en general no tienen partes móviles y si se arruinan en el lanzamiento, no se los puede recuperar y se los reemplaza con otro nuevo en la siguiente operación.

Como son muy livianos, en un cohete tradicional donde se pueden tirar uno o dos satélites normales, se tiran hasta 60 de estos micro satélites en un solo lanzamiento, lo cual disminuye los costos terriblemente.

No necesitan antenas para ser volados, sólo para usar sus instrumentos (payloads) y no tienen software complejos para controlar la aviónica del satélite. Lo cual disminuye también los costos de operación y mantenimiento.

Además, se los ubica en órbitas cercanas a la tierra, un promedio de 800 km de altura solamente (entre 260 km los más bajos y hasta 1.300 km los más altos) comparado con un satélite de comunicaciones que está a 36.000 km de altura.

Se evita ponerlos en la órbita de la ISS (Estación Espacial Internacional) para evitar accidentes con los astronautas, que podrían ser fatales. Como están en órbitas muy bajas, a estos nuevos aparatos se los puede lanzar con cohetes más pequeños y más baratos.

Hay toda una nueva industria que está produciendo cohetes baratos que llegan a baja altura para tirar este tipo de satélites.

Estos cubesat no poseen motores, por lo cual se los deja en una órbita y no se los puede corregir para evitar colisiones o desorbitarlos, como ocurre con un satélite normal cuando termina su vida útil. O sea se quedan ocupando la órbita después de morir y son siempre un peligro porque son incontrolables y si bien son pequeños en masa, a una velocidad de más de 30.000 km/h son más peligrosos que un misil por la energía cinética que llevan. Si bien serán destruidos al reingresar a la atmósfera, pueden duran decenas de años en órbita.

Osvaldo Peinado es mendocino. Director Red de Operaciones del Sistema Galileo (GPS europeo) Praga-República Checa. / Foto: Ignacio Blanco
Osvaldo Peinado es mendocino. Director Red de Operaciones del Sistema Galileo (GPS europeo) Praga-República Checa. / Foto: Ignacio Blanco

Nube de basura

Hay empresas que están desarrollando mini motores, para tener un cierto grado de control y poder volarlos en la órbita correcta.

Existen muchos estudios sobre lo que pasaría si producen una reacción en cadena, al chocar dos de ellos y empiezan a dispersar partes en todas direcciones, como pasó cuando China, EEUU y Rusia demostraron que con un misil desde la tierra eran capaces de destruir un satélite en órbita. Especialmente el último de China generó una gigantesca nube de basura espacial que se está expandiendo alrededor de donde el satélite estaba en órbita y ya ha puesto en peligro a otros aparatos que tienen que esquivar esos restos.

Al estar cerca de la tierra, las transmisiones vía internet tienen un viaje menor y son mucho más rápidas, lo cual acelera las comunicaciones. También se puede aumentar el ancho de banda, ya que muchos de ellos están preparados para usar la tecnología 5G desde el espacio.

Al ser constelaciones son muchos y si uno falla se puede usar el siguiente ya que todos son idénticos y el sistema sigue funcionando. Para el usuario será una gran ventaja y tendrá internet en cualquier parte del mundo.

Cadena de perlas

Hay empresas que ya están poniendo estas constelaciones en órbita. Seguro que el lector ha visto sobre los cielos de Mendoza como una cadena de perlas que pasa por el cielo nocturno, ésa es una de las constelaciones más pequeñas con 600 satélites que se va a incrementar a 30.000 en los próximos años.

Hay compañías, sobre todo en Asia y EEUU, que quieren poner 10 mil o más; hasta 2035 está planeado tener más de 120 mil nuevos mini satélites. Hay muchas universidades que ya tienen sus mini satélites para hacer experimentos con sus estudiantes; algunas sólo ponen un celular y los paneles solares fijos para alimentar la batería y usan equipos de radioaficionados para controlar al celular y bajar fotos de la tierra o mediciones a la universidad.

Esto es un problema grave. Hoy en día hay 5.500 satélites, de los cuales 3.000 están muertos, pero hay más de medio millón de piezas de basura, de accidentes o partes de cohetes en el espacio. Estos nuevos mini satélites van a ser mucho más y se morirán miles por año, dejando al planeta envuelto en un mar de basura espacial inimaginable hoy el día. Los astrónomos se están quejando porque esas constelaciones les tapan la visión y no pueden mirar adecuadamente el espacio.

Es una evolución descontrolada, con el afán de tener Internet y comunicaciones más rápidas, ¿pero a qué precio? ¿Llenar el espacio alrededor de la tierra con basura?

*El autor es Mendocino. Director Red de Operaciones del Sistema Galileo (GPS europeo) Praga-República Checa.

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