Tres científicos del Conicet, en el marco de la Unidad Covid del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, idearon una propuesta de “cierres intermitentes”, un plan de confinamiento que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, anticipó días atrás que podría aplicarse durante el invierno.
Tiene una pequeña distinción en el nombre respecto al anterior aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO). La estrategia se llama “aislamiento selectivo programado intermitente (ASPI)” y fue planeada por el director del Laboratorio de Simulación de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, Rodrigo Castro; el vicedirector del Centro Franco-Argentino de Ciencias de la Información y de Sistemas de la Universidad Nacional de Rosario, Ernesto Kofman; y el sociólogo e investigador del Conicet en la Universidad de Tres de Febrero, Daniel Feierstein.
Básicamente, el ASPI admite cierres y aperturas temporales. Entre los modelos destacan uno de nueve días de confinamiento y 12 de apertura, otro de 16 y 12, y otro de 16 y 19, respectivamente, según informó La Nación.
“En realidad, no pensamos que esta sea la estrategia ideal para combatir el Covid -aclara Feierstein-. La mejor es no permitir que el virus ingrese, como hicieron en Nueva Zelanda o Noruega. La segunda son las cuarentenas extensas y estrictas de cinco o seis semanas, que permiten una reducción muy significativa de la tasa de contagio. El problema es que a medida que se extienden en el tiempo, a veces las dos primeras se vuelven inviables. En esa situación, se necesita una tercera posibilidad”.
Según los científicos, con su propuesta de ASPI intermitente y cíclico “es posible organizar las actividades y disminuir el impacto económico”.
La estrategia pretende hacer descender la curva para que los sistemas de testeo y rastreo, que pierden gran parte de su eficacia cuando la cantidad de notificados es muy alta, vuelvan a ser eficientes, además de otorgar previsibilidad para saber cuándo se cierra y cuándo se abre nuevamente.
De acuerdo con los cálculos de este equipo, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con un ASPI de nueve días más 12 y alrededor de un 30% de reducción de los contagios, se requerirían entre tres y cuatro ciclos para bajar los casos desde alrededor de 8.500 diarios a unos 2.500.
El ASPI fue puesto a disposición de decenas de funcionarios de distintas jurisdicciones, pero los científicos nunca lograron plantearla formalmente ante las autoridades nacionales de salud. Ahora, los creadores de la estrategia advierten que no ofrecerá los resultados esperados si solo se hace una vez y sin respetar ciertas condiciones ineludibles.