Todo está encaminado para que el principal ingreso a la Ciudad de Mendoza -aquel que ya es parte de una postal emblemática e icónica- recupere a su principal protagonista. Y es que durante la mañana del lunes se instalaron los andamios en el monumento del Cóndor del Acceso Este para que, luego de 13 meses decapitado y con una bolsa de nailon oscura en su cuello, vuelva a lucir en todo su esplendor. Claro que no será algo inmediato.
Y es que, según confirmó el director de Patrimonio de la Provincia de Mendoza, Horacio Chiavazza, se trata de la primera etapa de los trabajos y que tendrán su punto final con la restitución de la cabeza de la célebre obra del artista Juan Cardona, que se encuentra enclavada en el Acceso Este (a la altura del empalme con el Acceso Sur). Y se estima que recién entre julio y agosto de este año podrá a volver a mostrarse en plenitud.
Los trabajos no solo comprenderán la restitución de la cabeza -la original se perdió en febrero del año pasado, tras una atípica y violenta tormenta de granizo-, sino que incluirán una recuperación, restauración y refuerzo integral de todo el ícono, con luminaria acorde incluida.
“Ahora se están armando los andamios y, según nos manifestó el escultor Orlando Leytes (a cargo de la restauración), probablemente termine de colocarlos el fin de semana. De esta manera, ya la semana que viene se va a empezar a trabajar directamente en la fijación de la cabeza. Se estima que van a ser entre 3 y 5 meses hasta que quede listo, por lo que creemos que entre julio y agosto va a estar terminado”, destacó Chiavazza.
En total se van a invertir entre 10 y 12 millones de pesos en todo el proceso, que incluye no solamente la restauración de la cabeza, de todo el monumento y la instalación de los andamios, sino -también- la contratación de seguridad.
Así será la recuperación del Cóndor del Acceso Este
El 23 de febrero de 2022, como consecuencia de un intenso temporal que incluyó lluvia y granizo, el monumento del Cóndor ubicado en el Acceso Este sufrió una lúgubre decapitación. “Lúgubre” si se tiene en cuenta que la figura es el símbolo y el anfitrión, encargado de recibir y despedir a todas aquellas personas que llegan a Mendoza de forma diaria (ya sea de otros departamentos o de otras provincias).
Desde entonces, la figura del Cóndor acéfalo se convirtió en asunto de Estado. Y aunque en un principio la Municipalidad de Guaymallén propuso la restitución por otro monumento -dado que no contaba con los fondos que demandaría la recuperación-, finalmente la Provincia se hizo cargo de la recuperación.
Según resaltó Chiavazza, desde hacía ya tiempo se trabajaba en el relevamiento de la obra, aunque la tormenta que lo decapitó llevó a que se precipitaran los trabajos.
“Recibimos propuestas, evaluamos las condiciones técnicas y montos y hubo un apoyo importante del gobernador, quien se hizo eco y puso como algo prioritario la recuperación del Cóndor. Sabíamos que era un trabajo complejo, ya que es una escultura de casi 80 años y que no fue diseñada para para la intemperie. Porque la figura concreta del cóndor era, en realidad, un modelo para forjar dos cóndores que iban a ir en el monumento de Canota. Pero la Dirección Nacional de Vialidad lo llevó a un depósito, primero, y luego lo colocó en Acceso Este, a la altura del nudo con el Acceso Sur”, repasó el director de Patrimonio sobre la historia del monumento.
De hecho, la obra original era la figura abstracta del cóndor -que, en la actualidad es la base de la figura concreta-, aunque se colocó el monumento realista para que terminara de darle sentido a su denominación.
Luego de que la Provincia decidiera afrontar la remodelación y restauración (tras la tormenta) de la obra, se lo declaró como bien patrimonial de Mendoza. Y allí comenzaron los trabajos de reconstrucción.
“Había que reconstruir la cabeza. La original pesaba entre 60 y 70 kilos, por lo que no iba a ser solamente cuestión de reconstruirla. Porque los daños de la estructura de toda la obra hacían que fuese muy difícil volver a colocarla. Así fue como se recibieron varias propuestas, y la más viable -desde lo técnico y lo económico- fue la de Orlando Leytes. Él propuso una restauración con criterio artístico fiel, utilizando fotos y los mismos elementos originales”, resaltó Chiavazza.
Lo primero en que comenzó a trabajar Leytes fue en la nueva cabeza del cóndor. Según explicó el director de Patrimonio, se trabajó en una estructura de hierro soldado, además de utilizarse cementos y resinas que sirvieron de aglutinantes. “De esta manera, el cemento forjaba mejor con paredes de menor espesor. Entonces, se garantizó que el peso sea menor. Además, al ser Leytes escultor y arquitecto, logró garantizar -mediante pruebas- que no se vayan a producir fisuras en la estructura”, resaltó Chiavazza, quien destacó que entre septiembre y octubre del año pasado comenzaron los trabajos.
En simultáneo, el artista a cargo de la restauración también comenzó a trabajar en el diseño del sistema de andamiaje, sobre todo teniendo en cuenta que será necesario trabajar como si se encontrara al nivel del suelo, pero en las alturas.
“Ayer (por el lunes) empezaron a ser colocados los andamios. Ahora viene la etapa en que va a ser fijada la cabeza, con el relleno y sellado de fisuras y la pintura. Además, se va a trabajar en la restauración de la figura concreta y también del monumento abstracto”, concluyó el director de Patrimonio.
