En medio del escándalo por el supuesto boliche clandestino en un lugar cedido a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, la mujer que vive en Rivadavia al 2.700, en el barrio porteño de Once, defendió que allí funciona “una academia de baile” y no hay fiestas nocturnas. Además, tiene un corral con gallinas y subsiste con un pequeño buffet.
El equipo periodístico de “Telenoche” (El Trece) fue al edificio denunciado por el Ministerio de Justicia (es de su propiedad) y allanado por la Policía Federal. Según lo que dijo el vocero presidencial Manuel Adorni, en los tres pisos cedidos a las Madres funcionaban un “boliche clandestino”, una asociación de migrantes haitianos y un búnker político vinculado con Luis D’Elía. Había también una familia residente. Justamente, la mujer que vive allí salió en televisión.
“Yo vivo acá. A las 5 de la tarde vienen unos chiquitos a bailar marinera (una danza peruana), hay una academia de baile. A la noche, no hay nada. En este piso no es”, aseguró la entrevistada, mientras mostraba los rincones del predio, bastante deteriorado y abandonado.
Además, la mujer exhibió el buffet donde vende “café batido” y con el que subsiste junto a su esposo. Dijo que tiene cinco gallinas para los huevos de cada comida. “Acá no hay otra cosa, no hay nada. Estoy hace 20 años”, insistió.
“Esto no se alquila, fue cedido”, señaló la mujer en “Telenoche”.
La Universidad de las Madres desmintió el funcionamiento del boliche
“Repudiamos las declaraciones falsas y malintencionadas de Cúneo Libarona (el ministro de Justicia) sobre la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo”, manifestaron desde la Asociación Docente de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (ADUNMa).
“Intentan desprestigiar a una institución emblemática para los derechos humanos”, afirmaron en un comunicado difundido en redes sociales.
“El supuesto ‘boliche’ funcionaba en el tercer piso del edificio de Avenida Pueyrredón 19 en 2018, un espacio separado y ajeno a la universidad”, detallaron desde la institución, aclarando que su sede se encontraba en el segundo piso y que desde entonces fue trasladada a la calle Defensa 119.
Además, la universidad denunció que estas declaraciones forman parte de una “maniobra política”: “Estas acusaciones no sólo buscan desinformar, sino también deslegitimar nuestra labor y la de las Madres”.
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