Fuego y más fuego. Desde hace varias semanas que Corrientes es afectada por diferentes focos de incendio que perjudican a pobladores y al medio ambiente. Las localidades de San Miguel, Curuzú Cuatiá, Ituzaingó, Santo Tomé, Loreto y Bella Vista son las que más están generando complicaciones.
Ante tales circunstancias, bomberos de Córdoba, Jujuy, Santiago del Estero e incluso de la Policía Federal viajaron al país del noreste argentino para combatir el siniestro. Pero también la ayuda provino de nuestra provincia. Es que un grupo de 15 brigadistas mendocinos del Plan del Manejo del Fuego, dependiente de la Secretaria de Ambiente y Ordenamiento Territorial, viajó para colaborar en los incendios forestales que dañaron miles de hectáreas, entre las que se encuentran pastizales, malezas, esteros y áreas de Bosques Nativos.
“Llegamos el 12 de febrero para brindar nuestra ayuda y tenemos pensado quedarnos por lo menos hasta el lunes”, comenzó diciendo a Los Andes desde Corrientes Diego Martí, Coordinador general del Plan Provincial del Manejo del Fuego, quien reveló su cansancio por las arduas horas de trabajo. “Arrancamos a las 6 y nos acostamos a las 23″.
Por su parte, el especialista expuso su sorpresa por el accionar de algunos pobladores de la zona. “Ante la falta de lluvias, la gente quema pasturas para realizar limpiezas de terrenos y salgan nuevos brotes y se generan estos tipos de incendios. Hay personas humildes que perdieron sus casas”, se lamentó.
Respecto a la situación crítica actual, Martí sostuvo que “es imposible saber cuantos focos de incendio hay en su totalidad”, aunque describió que existe uno de grandes proporciones en el Parque Nacional Iberá, donde están trabajando cuadrillas de Mendoza en este momento.
Siguiendo con su relato, el Coordinador general del Plan Provincial del Manejo del Fuego, aseguró que “no hay forma de saber cuando esto pueda concluir y me encantaría tener una luz de esperanza. Y luego, sentenció: “Parece una zona de guerra”.
Por último, Martí remarcó el accionar de su equipo que puso el cuerpo para combatir el fuego que se metía en las casas, entre otras acciones. “No cobramos viáticos, ni un peso extra por estos días de trabajo intenso”.
