Un roedor endémico de Chile, parecido a una rata y conocido popularmente como degú, podría ser la clave para entender la enfermedad de Alzheimer y allanar el camino a nuevos tratamientos en humanos. Su nombre científico es ‘Octodon degus’, y recientemente investigadores de Conicet descubrieron que “presenta de manera espontánea todos los síntomas de la enfermedad neurodegenerativa en una fracción de su población envejecida”, tal cual sucede en los humanos.
Es por eso que los especialistas de Conicet que realizaron el estudio creen que “podría servir de base para el diseño de mejores herramientas de diagnóstico y la exploración de nuevas terapias”, ya que se trata de “el modelo natural más adecuado para estudiar la actividad neuronal asociada al Alzheimer”, la enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de medio millón de argentinos y argentinas.
Según descubrieron, el degú presenta naturalmente los mismos síntomas que una persona cuando sufre el Alzheimer, como placas beta-amiloides, ovillos neurofibrilares, deterioro cognitivo, además de comorbilidades como diabetes y ateroesclerosis. Además, también se supo que en los roedores chilenos la enfermedad afecta a una fracción de su población envejecida, al igual que en los humanos.
Desde hace muchos años se ha intentado investigar el Alzhéimer con pruebas en animales, “pero como las ratas y ratones no padecen esta enfermedad de manera natural, las líneas transgénicas generadas solo recapitulan –recrean- algunos aspectos específicos de la sintomatología en humanos, y las terapias provenientes de estos estudios han fracasado en pruebas clínicas con pacientes”, explicó Emilio Kropff, líder del estudio e investigador del Conicet en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires.
El degú, en cambio, “podría ser una herramienta valiosa para avanzar en la comprensión de la variante esporádica de esta enfermedad, para la cual no existen buenos modelos a pesar de ser la predominante en humanos”, agregó. En ese sentido, los investigadores lograron comprobar que el hipocampo del ‘Octodon degus’ se parece mucho al de ratas y ratones comunes de laboratorio, lo que permite aprovechar ese conocimiento acumulado para estudiar a la nueva especie”.
En particular, los científicos lograron caracterizar por primera vez la actividad neuronal vinculada con la memoria espacial que se registra en el hipocampo de este roedor, lo que tiene relevancia ya que los síntomas como la desorientación espacial y la pérdida de memoria son características de la enfermedad de Alzheimer y son consecuencia de alteraciones que tienen lugar en el hipocampo del cerebro.
En un próximo trabajo, los científicos adelantaron que van a intentar comparar animales enfermos y sanos: “Esperamos encontrar diferencias en la codificación de información espacial. Comprender cómo el Alzheimer afecta ese proceso puede echar luz sobre los mecanismos que llevan a síntomas tales como el colapso de la memoria en pacientes humanos, y podría permitir el diseño de mejores herramientas de diagnóstico y de pruebas más rápidas de todo tipo de terapias”, concluyó Kropff.