El infectólogo Eduardo López afirmó hoy que “hay muchos menos casos” de dengue que los detectados en 2024 a esta misma altura del año, y puntualizó que en principio están focalizados en el noreste del país, “especialmente en Formosa y Chaco”, según detalló.
“En la zona que abarca la Ciudad de Buenos Aires y en general toda la provincia hay muchos menos casos”, dijo López, aunque advirtió que se debe esperar la evolución de los contagios porque “diciembre no fue un mes de verdadero calor” lo que no facilitó la reproducción del mosquito que es vector de la enfermedad.
El infectólogo precisó en declaraciones a Radio Rivadavia que el retraso en llegar de las altas temperaturas benefició al número bajo de casos ya que “la hembra del mosquito Aedes aegypti por debajo de los 12 grados tiene una viabilidad mucho menor y no tiene tanta capacidad de picar”.
“Hay que esperar para ver qué va a pasar sobre todo en febrero y en marzo que son los meses con más aumento de contagios. Sin embargo, tenemos menos casos y esto es una noticia alentadora”, advirtió el profesional. En cuanto a la vacunación, expresó su preocupación porque “los adolescentes no se están vacunando con el ahínco que deberían”, pero indicó que “es una vacuna segura y con alta protección para evitar la hospitalización y los casos graves”.
Por su parte la infectóloga y especialista del Conicet Victoria Micieli dijo que “las temperaturas no fueron muy favorables hasta ahora” para la reproducción del Aedes aegypti, pero advirtió que a partir de enero “empiezan las épocas de más calor y de lluvias que favorecen la procreación del vector”.
“Siempre es febrero y marzo el período de abundancia del mosquito donde tenemos que estar más atentos cuidándonos y usando los medios de protección que tenemos”, indicó Micieli en declaraciones a Radio Splendid.
Para la especialista del Conicet “la vacuna es la herramienta que más se recomienda para la prevención” y puntualizó que, si una persona tuvo un primer caso de dengue, “es recomendable que se vacune y, si no lo tuvo, debe consultar qué hacer con su médico”.
Finalmente, y ante una consulta sobre la eficacia de los repelentes y la capacidad del mosquito de volverse resistente a estos, aseveró que “no está comprobado científicamente que haya resistencia a los repelentes”, y afirmó que “todas las fórmulas aprobadas son diferentes y todas demuestran tener eficacia”.
“La resistencia que se está estudiando no es a los repelentes sino a los insecticidas que se utilizan (contra el mosquito) que son los piretroides, con los que se fumiga habitualmente. En estudios de laboratorio hemos detectado, a partir de 2018, resistencia a los insecticidas pero no a los repelentes”, enfatizó.