Sensación de vulnerabilidad, angustia, temor y preocupación representan algunas de las sensaciones manifestadas por un grupo de arquitectas de Mendoza tras el femicidio de su colega y artista plástica María Pía Persia, quien fue asesinada el pasado 17 de julio en la Sexta Sección de Ciudad.
La noticia puso en alerta a este grupo frente a la persistencia de múltiples situaciones de violencia a la que muchas veces quedan expuestas “por el solo hecho de ser mujeres”, según señalaron.
De este modo, convocaron a un encuentro entre mujeres arquitectas donde reflexionaron acerca de los distintos mecanismos de opresión que operan como barreras para el pleno ejercicio de la profesión en tanto mujeres, “refiriéndonos específicamente a la violencia simbólica machista que nos ubica en lugar de desigualdad y vulnerabilidad en un entorno laboral altamente masculinizado”, sostuvo, en diálogo con Los Andes, la vocera del grupo, la arquitecta Natalia Daldi Calabró.
Señaló que en la actualidad aproximadamente el 95% de los albañiles en una obra de construcción son varones. Justamente por el crimen fue detenido uno de los albañiles que trabajaba en la reforma de la casa de Persia e imputado como el principal sospechoso.
El encuentro de las profesionales fue guiado, además de Daldi, por las arquitectas Andrea Balaguer y Chiara Sampirisi, quienes generaron distintas dinámicas para el desarrollo de la jornada reflexiva dividiéndola en dos partes.
La primera se dedicó específicamente a la reflexión y a la exposición de testimonios orales entre las participantes del encuentro, de modo tal de propiciar un espacio de escucha y contención emocional entre todas.
Bajo la pregunta disparadora de: “¿Cómo te sentiste cuando te enteraste de la noticia del femicidio de nuestra colega?”, las arquitectas comenzaron a exponer ejemplos de diversas situaciones de inseguridad y vulnerabilidad que habían experimentado a lo largo de sus trayectorias académicas y profesionales, emanadas no sólo del grupo de albañiles, sino también por parte de sus superiores (en el caso de relaciones de dependencia profesional), jefes y comitentes.
Esas emociones fueron plasmadas en un papel, expuesto sobre la mesa como símbolo de la importancia de “hablar” acerca de ellas, visibilizarlas, desnaturalizarlas y nunca negarlas.
“En relación a esto, reflexionamos acerca del modelo de masculinidad hegemónico hoy, que contiene ´micromachismos’, en función de generar conciencia acerca de la necesidad de cambiar estos patrones”, sostuvo la profesional. Agregó que en este sentido los aportes de la doctora y arquitecta Virginia Miranda Gassull, del Conicet Mendoza, fueron de fundamental importancia dado que aportó una mirada social y crítica de la construcción del patriarcado en las distintas esferas sociales haciendo hincapié en que aún queda mucho por resolver, principalmente en las esferas más populares.
“Esto nos permitió diferenciar entre violencias generales sociales, y violencias esgrimidas directamente hacia las mujeres como producto de una educación patriarcal que hemos reproducido como sociedad, tanto varones como mujeres, a lo largo de las décadas, y que, incluso hoy, se sigue reproduciendo”, apuntó y recordó que el presunto femicida de María Pía tiene 22 años.
En tal sentido, las arquitectas expresaron su preocupación respecto de que, en la actualidad, se evidencia una pérdida de respeto entre las personas en general, no sólo desde los varones hacia las mujeres sino también desde las mujeres hacia los varones, hacia las personas mayores, hacia los niños y niñas.
“Y frente a ello necesitamos unir y no dividir, generar redes, lograr equidad para trabajar con respeto sin importar el lugar jerárquico que la persona ocupa en el ámbito laboral o en la sociedad, es decir, el respeto hacia la otra persona, sería la clave”, concluyó Daldi.
Estrategias
En la segunda parte de la jornada el grupo generó una serie de estrategias de protección y cuidado para ejercer de forma segura la profesión en distintos ámbitos: el estudio de arquitectura, la obra, etcétera.
De este modo, dijo Daldi, entre las propuestas más destacadas se prestó especial atención a la necesidad de formar pedagógicamente a los equipos de trabajo en la Ley Micaela (N°27.499), que ofrece procesos de formación integral y herramientas para identificar las desigualdades de género, no reproducirlas y permite elaborar estrategias para su erradicación.
“Del mismo modo, se propuso concientizar a las cuadrillas de trabajo acerca del acoso callejero con el objetivo de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, explicó.
Para finalizar, el encuentro sirvió para generar lazos de afecto y unión entre estas profesionales para empoderarse y sentir que no están solas.
“Nos dimos un abrazo fraterno como símbolo de nuestra unión y sororidad entre colegas”, indicó Daldi y resaltó que este enriquecedor encuentro se replicó en otras provincias como Catamarca, La Rioja y San Luis, donde los colectivos de arquitectas también se autoconvocaron a reflexionar a través de las redes sociales, bajo el hashtag #ViernesDeArquitectas.