En noviembre de 2020 se cumplieron ochenta años de la edición del tomo I de Anales del Instituto de Etnografía Americana -como se denominó entonces; 1940-, constituyéndose en la primera publicación científica periódica de la Universidad Nacional de Cuyo, asimismo vigente hasta nuestros días -último número: 75 (1), 2020- Fue y es la publicación de uno de los seis institutos que se crearon en 1940 por disposición de la recién fundada Universidad Nacional de Cuyo y que primero dependieron del Rectorado para, después de distintas disposiciones, pasar al ámbito de las unidades académicas correspondientes.
Aquel Instituto de Etnografía Americana, luego de Etnología Americana (1945), finalmente Instituto de Arqueología y Etnología -1958 a nuestros días-, pasó por último y como tal a ser propio de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, no sin antes y por un período, revistar como una sección del Instituto de Historia y Disciplinas Auxiliares de la Facultad -1947 a 1958-.
Por lo tanto, los Anales del Instituto de Etnografía Americana pasaron a denominarse del Instituto de Etnología Americana en 1945 para, finalmente, evitando la mención de Sección, llamarse Anales de Arqueología y Etnología, desde 1947.
Su creador fue el primer director del Instituto, profesor Salvador Canals Frau, que se desempeñó como tal y como profesor de Prehistoria y Arqueología y de Antropología y Etnografía -General y Americana- en los departamentos de Historia y Geografía y de Historia Argentina y Americana de la citada Facultad, de 1940 a 1946, año éste en que fue dejado cesante.
Si bien la investigación y publicación científica estaba claramente especificada en los postulados universitarios, incluso prevista por entonces con una dependencia y un funcionario ad hoc del Rectorado, encargado de las publicaciones, Canals Frau fue el primer director de Instituto en implementar una publicación periódica, según la posibilidad estipulada por la UNCuyo.
En cuanto a la denominación de la publicación, Anales del Instituto correspondiente, respondía al imperativo institucional de que la relación de actividades de investigación científica, según cuáles fueran las especialidades de esos institutos, así como la producción correspondiente, debía ser dada a conocer anualmente. Sin duda, de acuerdo con la impronta que las autoridades de la nueva universidad, con el rector Edmundo Correas al frente, deseaban establecer para el desarrollo de cátedras e institutos.
La edición e impresión de los AEA, tomo I, en 1940, fue la primera publicación científica institucional de la UNCuyo y, luego, de la Facultad de Filosofía y Letras. Canals Frau en las palabras inaugurales del tomo I expresó: “Con este primer volumen de Anales del Instituto de Etnografía Americana, la Universidad Nacional de Cuyo empieza la publicidad orgánica de sus estudios.”, y continuó diciendo: “Próximamente aparecerán otros anales y revistas relativos a los diversos institutos de la Universidad. Así se exteriorizará la función universitaria fundamental: la investigación científica”.
Prolífico autor, con obras de síntesis y de envergadura como las referidas a la Prehistoria Americana, Las Poblaciones indígenas de la Argentina y Las Civilizaciones prehispánicas de América, Canals Frau, español de origen balear, supo dar una impronta académico-científica relevante a los Anales, que se constituyeron en una publicación de necesaria consulta para las especialidades antropológicas que trata, de la región y americanas principalmente.
Merced a la calidad de la publicación y continuidad anual, pudo incentivar el canje con otras instituciones científicas del país e internacionales estableciendo la base, fundamental en aquellos tiempos de preeminencia del soporte papel, de la Biblioteca del Instituto, con miles de ejemplares que con el tiempo se integraron a la Biblioteca de la Facultad.
Por ejemplificar la relevancia de los aportes de Anales y hacerlo con menciones de aquellos primeros años, citamos publicaciones del propio Canals Frau sobre la Cultura de los Huarpes en el tomo III (1942) o bien sobre Etnología de los Huarpes en el último de los tomos que editó (VII, 1946), contribuciones que aún hoy no se pueden soslayar en los estudios sobre los habitantes de la Mendoza indígena y que por tanto hacen de consulta obligada estas ediciones de Anales.
Canals Frau fue reincorporado a la UNCuyo en 1956, aunque no se hizo cargo pues desde 1955 tenía funciones como profesor de Antropología y director de Instituto afín en la UBA. Fallecido en Buenos Aires en 1958 sus restos descansan en el cementerio de Godoy Cruz y la familia que estableció en Mendoza continúa hasta nuestros días.
De 1947 a 1956 los Anales tuvieron algunas interrupciones. La edición del tomo VIII fue en 1949, IX y X en 1949, 1950, el XI en 1955, retomándose la periodicidad a partir de 1956, tomo XII editado en 1957, con la designación del doctor Juan Schobinger en las cátedras afines con las dictadas por Canals Frau y como jefe de la Sección citada.
Schobinger supo darles continuidad y renovar su prestigio, incentivando con su ejemplo la importancia de sostener y mejorar las ediciones, conservando la periodicidad que, con el esfuerzo de muchos, llega hasta nuestros días en que Anales suma a su relevancia y prestigio académico científico, el de los avances en los tiempos de la virtualidad, sin que sus ediciones digitales desdeñen el soporte papel que marcó sus orígenes.
Ochenta años han pasado desde las primeras acciones de su creador, pasando por las de su celoso continuador Juan Schobinger (de 1956 hasta su jubilación en 1992), hasta alcanzar esta nueva época de logros de Anales de Arqueología y Etnología. (Con mayores detalles abordamos los Anales y la gestión de Canals Frau en un libro de reciente edición -Bárcena, 2020- ).
Vaya nuestro homenaje a la publicación y a Salvador Canals Frau y Juan Schobinger por su labor académica e institucional.
Edición y producción: Miguel Títiro