Una obra inédita y muy singular que consiste en un diccionario biográfico mendocino, con datos muy relevantes de 333 personalidades del siglo XVIII a esta parte, está siendo elaborado por miembros de la Junta de Estudios Históricos en lo que representa un verdadero hallazgo arqueológico. La elaboración de este importante trabajo que apunta a conocer más sobre la historia de Mendoza y la región es producto de un equipo integrado por las historiadoras Florencia Ferreira, Liliana Ferraro, Teresa Giamportone, Alejandra Masi, Adriana Micale, y Cristina Seghesso.
El objeto de este equipo y de la Junta de Estudios Históricos es editar este diccionario con ortografía actualizada en papel y también en versión digital, acompañado de la fuente manuscrita para la consulta del público.
Fue Raúl Romero Day, titular de la Junta de Estudios Históricos y sobrino nieto de Frank Romero Day, político, intelectual y quien promovió la Fiesta de la Vendimia, quien halló ese importante testimonio. “El hallazgo del respaldo instrumental del diccionario biográfico mendocino evidencia no sólo el trabajo permanente de una institución centenaria, como es la Junta, sino también la riqueza cultural de Mendoza y de los hombres que forjaron nuestra historia”, dijo a Los Andes.
“Consecuentemente y, al decir de Avellaneda, sólo los hombres que se apoyan sobre las tumbas gloriosas de quienes los precedieron, pueden forjar su porvenir”, agregó.
Un importante hallazgo
Alejandra Masi indicó a este diario que el hallazgo consiste en una valiosa fuente de información, rica y trascendente, que se mantuvo soterrada a lo largo de 80 largos años. Está compuesto por seis gruesos tomos, manuscritos, sin firma, que contienen nada menos que 333 biografías de personalidades nacidas y residentes en Mendoza, en un lapso que parte de la segunda mitad del XVIII hasta primeras décadas del siglo XX.
Entre ellas se destacan religiosos, políticos, periodistas, militares, médicos, mecánicos, ingenieros, escribanos, educadores, comerciantes, abogados y personas del ámbito rural.
“Cada miembro del equipo ha transcripto un tomo en letra de molde y continuamos con el proceso de revisión de los contenidos e investigación del autor, que serán expuestos en un estudio preliminar con cuadros explicativos. En la identificación del autor se siguen dos pistas que recorren las huellas de Hederra Civit y los importantes indicios que conducen al profesor y archivero Simón Semorille”, indicó Masi, para agregar que aún resta ubicar textos del segundo de los citados, que permitan llegar a una precisa pericia caligráfica.
El valor de la fuente radica en su exclusividad, pues hasta el presente no se ha encontrado otra obra similar en otras jurisdicciones. “Esta obra es más que un diccionario y sospechamos su título, que pudo ser ‘Personajes notables en la historia de Mendoza’, título con el que aparece, sin localizar, un citado texto inédito de Semorille”, agregó la historiadora.
La fecha de elaboración de este diccionario se supone que fue en la década de 1930, mientras que Mendoza, al momento de ser confeccionado, vivía un boom cultural. De hecho, poco antes se había creado la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, y al final de la década se fundaba nada menos que la Universidad Nacional de Cuyo precedida por el Primer Congreso de Historia de Cuyo, impulsados por el interés cultural de Edmundo Correas.
“Era el tiempo en que abría sus puertas la librería de García Santos, comenzaba la Fiesta de la Vendimia y llegaban a la provincia ilustres personalidades como Ricardo Levene;,el catedrático Claudio Sánchez Albornoz, el antropólogo Canals Frau, el lingüista y romanista catalán Joan Corominas, abocado también a redactar un diccionario etimológico”, enumeró Masi.
Paralelamente, Fernando Morales Guiñazú publicaba sus Genealogías de Cuyo y su libro sobre la cultura mendocina, movido con el fin de mostrar que Mendoza no carecía de pergaminos culturales.
El foco en la clase media
La especialista indicó que en este diccionario su autor avanza con una mirada desde arriba, deteniéndose en una clase media y media alta, aunque hay personajes de otros segmentos poblacionales y también una mujer.
“En esta tarea se muestra continuidad con la línea historiográfica de Mitre acorde con los parámetros de un paradigma tradicionalista, preocupado por un quehacer que busca la imparcialidad y lo dice remarcando que su propósito es dar a cada uno lo suyo, sin poner ni quitar. Se sintoniza entre Mitre y los comienzos de la profesionalización de la historia, con filiación liberal y un tono nacionalista de interpretación. Era la etapa en que irrumpía la Nueva Escuela Histórica”, acotó Masi.
La información que surge de las biografías permite reconstruir vínculos de la provincia y cruzar esos datos con otras. También permite aportar datos sobre relaciones extra locales con Chile y otros territorios.
“Se pueden inferir aspectos de la emancipación americana sobre la dirigencia rioplatense formada en la Universidad de San Felipe en Chile, el exilio de rioplatenses en el país trasandino, relaciones personales y familiares etc. Datos que son de interés no sólo para historiadores, sino también para otros especialistas”, destacó la especialista.
Personalidades, en números
Los datos que posee el diccionario dan cuenta de la presencia de 106 militares, entre ellos tenientes, subtenientes, capitanes generales, coroneles, sargentos y un policía.
En cuanto a personas con carreras políticas, se contabilizaron 67, entre ellos gobernadores, propietarios, interinos, diputados, integrantes de la Cámara de Justicia y otros cargos. Por otro lado, se cuantificaron 44 abogados y 19 médicos.
En cuanto al ámbito rural, figuran cinco, entre peones, agricultores y ganaderos, mientras que comerciantes suman un total de ocho. La obra contempla a 17 educadores, entre ellos, directores del Colegio Nacional, un músico y un matemático. Hay también una mujer educadora, Magdalena del Pópolo.
También figuran tres escribanos, dos ingenieros, dos mecánicos, tres periodistas y 21 religiosos, entre frailes, presbíteros y sacerdotes.
La historiadora que integra el equipo investigativo señaló que la trazabilidad o triangulación de los datos cuantitativos, con el método cualitativo, permitirán elaborar una discriminación pormenorizada para relacionar sus oficios, profesiones y actividades con los círculos de sociabilidad, perfiles socio-profesionales y los ámbitos académicos donde se formaron.
Esto permitirá hacer un seguimiento de sus itinerarios ideológicos y recorridos intelectuales. “Además, los años de nacimiento y lugar o procedencia a analizar, entre finales del siglo XVIII y las primeras décadas del siglo XX, nos arroja un conjunto de datos que nos acercan a intentar extraer el promedio de las franjas etarias en las que ingresaron a la vida política; pistas interrelacionadas en un marco referencial notable e interesante para entender el entramado de un particular mundo socio- político provincial”, dedujo Masi.
Además, se están cruzando estos datos con los censos poblacionales, que permitirán saber, en términos porcentuales, la proporción de profesiones en relación a la cantidad de habitantes.
De la nómina de 333 biografiados, surgen algunos nombres ya conocidos, como San Martín, O´Higgins, Carrera, Aldao, Godoy Cruz, Maza, el fraile Beltrán o Infante, a los que se suman algunos menos conocidos como Mayer, Nemesio Quiroga, Lorenzo Zorraquín y los chilenos Domingo Hermida y Juan Saavedra. Y, como se dijo, una sola mujer: Magdalena Del Pópolo.