Argentinos “quemados”: 1 de cada 4 está exhausto y le cuesta realizar actividades después del trabajo

Además, más personas aseguran que cada vez se les hace más difícil comenzar una nueva jornada laboral. Un estudio nacional analizó el nivel de burnout del fin de año pero asimismo señaló algunas mejoras respecto del primer trimestre.

Argentinos “quemados”: 1 de cada 4 está exhausto y le cuesta realizar actividades después del trabajo
En Argentina, 23,5% de los encuestados en un trabajo mencionó dificultades para relajarse después del trabajo.

Un relevamiento realizado a nivel nacional concluyó que 1 de cada 4 argentinos tiene niveles altos de agotamiento laboral. Es lo que se conoce como burnout o estar quemado. El agotamiento es tal que hay quienes se reconocen demasiado exhaustos como para realizar actividades luego de la jornada laboral, lo cual asciende a 26,9%, según las consultas que se realizaron en noviembre de este año. Pero además, 23,5% de los encuestados mencionó dificultades para relajarse después del trabajo.

Los resultados fueron presentados en un informe del Observatorio de Tendencias de Insight 21, el Hub de conocimiento de la Universidad Siglo 21, que mide periódicamente los niveles de felicidad de los argentinos de acuerdo a criterios internacionales.

Los que observaron en términos generales es que, si bien es muy alto el nivel de argentinos con agotamiento laboral, se observa una mejora respecto de las condiciones del primer trimestre de este año versus el último trimestre. La conclusión es que hay un aumento en los niveles de felicidad en la población y además una reducción de la proporción de quienes dicen experimentar altos niveles de agotamiento laboral.

El agotamiento de los argentinos es tal que hay quienes se reconocen demasiado exhaustos como para realizar actividades luego de la jornada laboral
El agotamiento de los argentinos es tal que hay quienes se reconocen demasiado exhaustos como para realizar actividades luego de la jornada laboral

Sin embargo hay un hecho en particular que desnudó el trabajo: más personas aseguraron que cada vez se les hace más difícil comenzar una nueva jornada laboral. El abordaje apuntó a analizar el impacto de las dinámicas políticas, económicas y sociales en el bienestar general.

Gente feliz

El fin de año suele pesar como si se tuviera que caminar con un piano atado a la cintura. Eso se repite siempre, la energía con la que se inicia enero, el descanso que se logra reunir durante las vacaciones y pese a que cada vez se instala más hacer cortes a lo largo del año, no atenúan el cansancio acumulado mes tras mes.

Sin embargo, cada año tiene su condimento y hay que decir que los últimos han sido particularmente densos por su escenario. Podría señalarse que desde la pandemia, y pese a que hay situaciones que han atravesado a la región o al país, los argentinos vienen cuesta arriba sin descanso. El impacto de la crisis del Covid, sobre todo en Salud Mental fue visible, pero casi cuando empezábamos a querer salir del cimbronazo, la situación económica del país volvió a ser la noticia, la de siempre, y a complicar los bolsillos y las vidas. La seguidilla de elecciones, la incertidumbre, el cambio de gobierno, el impacto sobre los ingresos, acumularon agobio.

Sin dudas, diciembre 2023 y los primeros meses del 2024 fueron complicadísimos para muchos, con la devaluación, cambios permanentes, aumentos en el costo de vida y más incertidumbre. Quizás justamente por eso es que este estudio dio cuenta de que hay ciertas variables que mejoraron el último trimestre de este año en relación al primero.

El informe también abordó la relación entre felicidad y burnout y es allí que señala mejoras. El porcentaje de quienes se sienten demasiado exhaustos para realizar actividades después del trabajo descendió del 32,2% al 26,9% entre marzo y noviembre de 2024. Además, los indicadores de felicidad y bienestar registraron un aumento del 3,4% respecto al primer trimestre del año mientras que 54,5% de los argentinos dijo sentirse satisfecho con su vida.

Incluso, muchos se sienten conformes con cómo llevan las cosas: “Los resultados correspondientes al último trimestre de 2024, obtenidos mediante la Escala de Satisfacción con la Vida -instrumento reconocido por organismos como la UNESCO y la OMS-, revelan que el 49,3% de los encuestados siente que ha logrado las cosas importantes que quiere para su vida”, remarca el trabajo.

Expresa que se observa una tendencia positiva sostenida en la felicidad, con un aumento en los niveles de bienestar en todos los grupos de edad. Sin embargo, las sensaciones son distintas según la edad: “Los jóvenes de 18 a 29 años se destacan como el grupo con el mayor incremento, manteniendo una trayectoria positiva en los últimos años. En cambio, los grupos de 30 a 39 años y de 50 a 59 años continúan con los niveles más bajos de satisfacción”.

Fin de año complicado

“Sí, estoy quemadísima, a un nivel de no sé cómo sigo”, confesó Marcela (47). Su fin de año de 2023 estuvo atravesado por situaciones personales y familiares relacionadas con la salud que lo complicaron y, sin embargo, pese a que este año no ha sucedido, asegura sentirse más cansada que por aquel entonces. Mencionó un nivel de estrés importante durante todo el año, asociado a muchos cambios, muchas demandas, y sobre todo, el aspecto laboral. “Hemos tenido cambios, despidos de compañeros y uno no sabe si le toca a uno, la plata que no alcanza, porque no hemos tenido mejora salarial, entonces lo económico sigue siendo un factor re importante de preocupación cotidiana”, narró.

Fin de año: 1 de cada 4 argentinos tiene niveles altos de agotamiento laboral
Fin de año: 1 de cada 4 argentinos tiene niveles altos de agotamiento laboral

El esfuerzo no ha sido gratis y asegura que ahora todo le cuesta “un montón”. Además de su trabajo tiene un emprendimiento y pese a tener intenciones le cuesta enormemente dedicarle tiempo, lo mismo le pasa con otras actividades e incluso ha dejado de lado juntadas y reuniones porque no tiene la energía para concretarlo. Básicamente después de su trabajo resuelve lo indispensable y sustancial. Como si fuera poco, dijo que se suman las preocupaciones sobre lo que será 2025 y la inquietud de que el cuerpo le pase factura, como ya le ha sucedido. “A principios de este año estaba con taquicardia, con algo que no sabía y resultó gastritis y angustia, tenía dolor en el pecho y un montón de otras cosas”, recordó.

Mario Lamagrande es licenciado en Psicología y especialista en burnout, sobre lo cual desarrolló su tesis. Explicó que el agotamiento emocional tiene que ver con un estado de cansancio y fatiga que se manifiesta de manera física, psíquica o una combinación de ambos. “Es una sensación de no dar más, como si tuviéramos una bolsa de recursos y se hubiera agotado”, resume.

Explicó que el cuadro suele ser más intenso en individuos que trabajan en atención a clientes, usuarios o trato con personas, ya que este agotamiento aumenta cuando se tiene más interacción. Entonces hay una especie de círculo vicioso: frente al contacto social puede tomarse distancia por el agobio pero también volverse negativo y generar cierta aversión y actitudes nocivas. También influye la baja realización personal de las personas en el plano laboral. “Cuando encontramos baja realización en el empleo encontramos alto agotamiento y despersonalización y a la inversa”, señaló el profesional.

Un informe nacional mostró que en términos generales, si bien es muy alto el nivel de argentinos con agotamiento laboral, se observa una mejora respecto de las condiciones del primer trimestre de este año versus el último trimestre
Un informe nacional mostró que en términos generales, si bien es muy alto el nivel de argentinos con agotamiento laboral, se observa una mejora respecto de las condiciones del primer trimestre de este año versus el último trimestre

Para Lamagrande, uno de los elementos que mejor previene el quemarse en el empleo es el apoyo social. “Pero ¿qué pasa si justo ese soporte está agotado? - se preguntó- esto fue uno de los elementos más nocivos que encontramos en el 2023, la alta inestabilidad social y económica, que de alguna manera arranca a comienzos de estos años y se empieza a estabilizar (...) algunos lo aceptan o no, pero de alguna manera es como tener un perfil definido y no ese estado de incertidumbre que caracterizaba la situación previa”.

El problema es que escenarios cambiantes o inestables afectan las relaciones y por ende también los ámbitos laborales y por eso crecen las patologías relacionadas a problemas en salud mental (...) cuando nosotros vemos esto, sí hay como una disminución en cuanto a ciertos temas.

Argentinos resilientes

“La coexistencia de un aumento en la felicidad y el sostenimiento del burnout se comprende al analizar sus diferentes dimensiones”, afirmó Luis Morera, director del Observatorio de Tendencias de Insight 21. Y continuó: “Mientras la felicidad se relaciona con emociones positivas, realización personal y sensación de éxito, el burnout está asociado al desgaste emocional en el entorno laboral principalmente. Teniendo en cuenta que esto se da en el marco de una compleja interacción de factores sociales, económicos y personales las tendencias sugieren que la resiliencia fortalecida por los vínculos y el capital social contribuyó a una visión más optimista de la vida en general a pesar del contexto desafiante”.

En tanto, Leonardo Medrano, secretario general de Academia y Desarrollo de Universidad Siglo 21, concluyó que el estudio “evidencia una reinterpretación de los argentinos de su entorno. El crecimiento en los niveles de felicidad sugiere una capacidad de adaptación de la población, donde la sensación de logro, las expectativas de mejora y las relaciones sociales actúan como contrapesos a los desafíos laborales y contextuales”.

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