Amor, trabajo y convivencia de a tres: cómo sigue la historia mendocina del poliamor

Maira Fernández, Eliana Cuchietti y Nazareno Fernández tienen una relación de amor y convivencia que “blanquearon” en una nota con Los Andes ¿Cómo sigue esa particular historia a dos años del impacto mediático que generó?

Amor, trabajo y convivencia de a tres: cómo sigue la historia mendocina del poliamor
Poliamor: Eliana Maira y Nazareno, la trieja mendocina, comparten sus proyectos y describen la dinámica de convivencia tras siete años juntos. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

El lunes 20 de diciembre de 2021 el diario Los Andes, en su sección Sociedad, publicó un artículo periodístico que causó un impacto inimaginado. Una nota que recorrió el país como reguero de pólvora y provocó que, prácticamente, todos los medios nacionales se hicieran eco.

Sucedía en plena capital y se tituló de esta manera: “Eliana y Maira, las mendocinas que junto a Nazareno le contaron a Los Andes su historia de poliamor: ‘Queremos quedar embarazadas al mismo tiempo’”.

En síntesis, a través de un diálogo extenso y profundo con el periodista Fernando G. Toledo, Eliana y Nazareno confesaron que conformaban una pareja convencional hasta que conocieron a Maira en un local de artículos electrónicos. Después de un tiempo descubrieron que se amaban y que sólo se sentían completos como trío. Así, se asumieron como una relación poliamorosa y relataron todos los detalles.



Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

De todo esto pasaron poco más de dos años. ¿Qué fue de esta relación? ¿Siguieron recibiendo los miles de mensajes que les llegaron en un principio? ¿Lograron los embarazos deseados? ¿Qué proyectos tienen?

Esas y otras preguntas respondieron en esta oportunidad, a seis años de una convivencia que asumen como “armónica, divertida y feliz”. La primera que lo explica es Maira, la menor del grupo y última en unirse a la relación.

“¡Si! seguimos juntos y todo va muy bien desde aquel día en que nuestra historia salió a la luz todos los medios. Al principio se habló mucho del tema y nos escribía muchísima gente y después de eso, si bien nos siguen contactando, ya no es tanto como antes”.

Es que, según opinan los tres al mismo tiempo, se ha empezado a hablar mucho más sobre el tema y ya no es tabú como ocurría tiempo atrás. “Y eso está buenísimo”, repiten.

Maira agrega: “Estamos un poco más alejados de las redes sociales porque, la verdad, entre los tres llevamos una vida normal como cualquier otro ser humano que se levanta temprano, desayuna, va a laburar, hace las tareas de la casa y cosas así cotidianas”.

Poliamor: Eliana Maira y Nazareno, la trieja mendocina, comparten sus proyectos y describen la dinámica de convivencia tras siete años juntos.

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Poliamor: Eliana Maira y Nazareno, la trieja mendocina, comparten sus proyectos y describen la dinámica de convivencia tras siete años juntos. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Intenta, así, darle naturalidad a una relación que todavía para muchos sigue siendo “extraña”: “Alguno sale a caminar o lee algún libro, otro se junta con amigos. La gente que trabaja en el mismo edifico que nosotros o nuestros vecinos y familiares ya están muy acostumbrados a vernos, es normal”, explica.

Claro que, en el trabajo, a veces los clientes preguntan porque escucharon la historia: “¿Ustedes son los del poliamor?” suelen cuestionar. “Y ahí muchos empiezan a curiosear, quieren saber cómo fue que se dio todo”, dice, entre risas.

El proyecto de tener hijos, y al mismo tiempo, tal como lo señalaron en la anterior entrevista, sigue en pie, aunque aún no lo han concretado porque hay que pensar en varias cuestiones antes de traer un niño al mundo.

Sin embargo, el comentario “Cuando tengamos un hijo” o “Imagínense niños corriendo por toda la casa”, sigue presente en cada charla, según asegura Eliana.

Maira agrega: “Queremos asegurarnos de que todo alrededor esté bien y terminar de concluir algunos proyectos laborales que hoy nos demandan mucho tiempo”.

Maira, Eliana y Nazareno trabajan en un comercio ubicado en el corazón de Mendoza. Cada uno tiene su rol: Maira se desempeña en atención al público y también lleva la parte administrativa. Eli también atiende al público y se encarga del servicio técnico mientras que Naza repara los dispositivos.



Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

“¿Proyectos? Un montón. Por un lado, a los tres nos gusta mucho trabajar y apuntamos a eso. Además, estamos terminando de hacerle unos arreglos a la casa, generalmente, los días domingos”, cuenta y remata: “La experiencia me indica que este vínculo que tenemos es precioso desde todos los puntos de vista. No sé si la gente termina de entender cuando lo cuento, pero tenemos una gran convivencia, planes, complicidad, compañía. Siempre digo que desde elegir una película hasta tomar una decisión importante es mucho mejor de a tres”.

Cuestión de organización

Nazareno apunta a temas relacionados con la organización de la casa: “En la convivencia nos llevamos re bien, en un principio apenas nos fuimos a vivir juntos habíamos hecho una lista con los quehaceres que teníamos que hacer cada uno. Al día de hoy la lista ya no está más pegada en la heladera pero sí cada uno sabe lo que tiene que hacer y a veces nos turnamos. Por ejemplo, Eli ayuda a Mai a planchar o a limpiar la cocina mientras yo me ocupo del jardín”.

Los domingos, agrega Eliana, son sagrados. “Hacemos todo lo que no podemos durante la semana, arreglar el patio, pintar rejas, ponernos al día con la casa…”.

Naza dice que también se juntan con la familia o salen a dar una vuelta. A la hora del balance y de las reflexiones acerca de este tipo de relación poco convencional, los tres opinan de la misma manera.

“Al principio se nos hizo muy complicado porque años atrás esto era tabú, nadie hablaba de una relación de a tres, pero hoy nos pone contentos que el tema esté siendo más libre”, sostiene Nazareno.

Eliana acota: “Mucha gente nos sigue hablando al Instagram y nos dice que le encanta que demostremos el amor sin prejuicios y eso está bueno. Nosotros respetamos a todo el mundo y por supuesto a quienes tienen vínculos de a dos”.

Maira asegura que nada mejor que expresar de manera legítima lo que uno siente. “Mientras sea con el corazón, nada debe importarnos y menos el qué dirán. Hoy las nuevas generaciones, afortundamente, piensan de ese modo, tal vez más desprejuiciado y eso me encanta”.



Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Una investigación que los entusiasma

Cuando la historia de Maira, Eliana y Nazareno salió a la luz, se contactó con ellos Alejandra Eusebi Polich, directora y docente de la Fundación Centro Astrológico de Buenos Aires – C.A.B.A., una de las escuelas astrológicas activas más antiguas del planeta.

Según relata Maira, la idea de la especialista era, precisamente, ahondar en esta relación tan particular buscando el origen astrológico de cada uno para poder explicar cómo surgió y se consolidó el vínculo.

“Sin embargo, había quedado todo en un impás porque no teníamos todos los datos que ella nos solicitaba. Hoy reunimos todo y ya lo tiene en sus manos, de manera que estamos muy entusiasmados con esa investigación y, sobre todo, con la respuesta que nos dará en algún momento”.

Astróloga de 3° generación, Alejandra Eusebi Polich, ha estado inmersa en el ambiente astrológico desde su nacimiento en 1962. Es integrante de una familia de reconocidos astrólogos húngaro/argentinos, caracterizados por su orientación hacia la investigación de esta disciplina a través de una metodología rigurosa y detallados estudios.

Aquella publicación que fue furor en el país

La primera charla entre esta trieja mendocina y un cronista de Los Andes se desarrolló en su propia casa y de manera distendida. Salieron a la luz varios detalles íntimos, como cuando se conocieron, se hicieron amigos y luego afloró el amor. “Tenemos una relación de poliamor y de tres. No mantenemos una relación abierta, no somos swingers. Somos un trío y nos amamos”, decían.

Contaron que, al principio, cuando todos advirtieron que entre ellos había atracción física y amorosa, faltaba saber quién se animaba a expresarlo primero. Y aunque ninguna de las dos mujeres había tenido antes una relación homosexual, fueron ellas las que lo hicieron, y de un modo particular: con un beso en la boca, con sabor a vino, frente a los ojos de él.

Nazareno no podía creer lo que veía. “Como hombre es una fantasía normal, estaba en medio de dos mujeres hermosas, pero no creí que ahora estaba por empezar a formar parte de una relación de tres”, reconocía en esa oportunidad.

Lo plantearon en ese mismo momento, cuentan, dejando de lado las dudas. “Fue todo natural y sin problemas ya desde esa primera vez. Pasó lo que estábamos sintiendo: nos queríamos los tres, nos protegíamos”, contaba Maira.

Poco después de iniciar la convivencia tuvieron que comprar una cama más grande. “Teníamos una de dos plazas y murió, se rompieron todos los resortes. Para colmo, cuando compramos la nueva, era tan grande que no entraba por la puerta”, señalaba Maira.

Asumirse como trío, y ya no como pareja, por supuesto, los tranquilizó en los sentimientos afectivos, pero tuvieron que trabajar un poco más el reconocimiento social. Tampoco fue fácil abordar a las familias. “Hoy todo está aceptado”, señalan.

Con relación al compromiso, Maira finaliza: “Ya lo estamos de palabra y de corazón, aunque nunca hemos hecho ningún festejo. Cuando fue el casamiento de mi prima fue raro, estábamos en una iglesia donde no nos aceptan y sin embargo estábamos allí apoyando a un matrimonio convencional”.

“Deseamos organizar algún festejo y celebrar el amor, pero queremos hacerlo en casa y que esté todo bonito, impecable. Estamos trabajando en eso y lo vamos a hacer”, concluyó, para agregar que Los Andes, como “puente” que contó la historia de primera mano, estará invitado al evento.

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