Cuando todavía los argentinos siguen conmocionados, felices y alborotados por el triunfo de la Argentina en la Copa del Mundo Qatar 2022, las historias que dejó el Mundial de Fútbol siguen dando que hablar. Y seguramente seguirán apareciendo anécdotas a lo largo de los próximos años.
Así, en General Alvear, al sur de la provincia de Mendoza, se vivió un gesto de profunda solidaridad y calidad humana pocos días antes de disputarse la instancia final.
Fue cuando Vanina Lucero y Marcelo Saavedra, fundadores de “Acciones Solidarias General Alvear Mza”, organización habituada a realizar acciones voluntarias, especialmente en las zonas rurales del departamento, tuvieron una idea que generó mucha más respuesta de la esperada.
Vanina pensó en aquellas personas que no tienen televisor. Aquellas que residen en lugares alejados e inhóspitos; abuelos sumidos en la más absoluta soledad o personas que padecen extrema pobreza. Le comentó a su esposo la idea de reunir televisores para que pudieran ver la instancia final de la Copa del Mundo y ambos pusieron manos a la obra.
Comenzaron, así, a difundir una campaña tendiente a reunir aparatos en desuso pero en buen estado. La hicieron contrareloj, ya que faltaban apenas días para la final contra Francia.
Y los resultados los dejaron helados: en dos días recaudaron nada menos que 26 televisores. De inmediato, el resto del equipo de la entidad los acondicionaron y acercaron a los domicilios donde se vivían las situaciones más complejas y de mayor carencia.
Claro que Acciones Solidarias cosecha lo que siembra, ya que sus integrantes son conocidos en la localidad por realizar siempre distintas acciones en pos del bien común. Por ejemplo, organizan campañas para el Día del Niño, Navidad, Reyes Magos o frente al inicio de clases.
Además de Vanina y Marcelo trabajan sus amigas Gabriela Ledesma, Gladys García, Andrea Peña y otro grupo de colaboradores, entre ellos Milagros, Marcelo, Renata y “Mili”. Si bien pertenecen a Alvear, también suelen visitar localidades cercanas a San Rafael, como Jaime Pratz o Real del Padre
“En pleno mundial tuvimos una idea que germinó. Ya casi pasábamos a la final y pensamos en la mucha gente que no podía vivir la felicidad de disfrutar el Mundial. Empezamos a pedir a través de las redes y la respuesta fue inmediata, nos dejó sosprendidos”, relató Vanina a Los Andes.
“Sentimos que todo el mundo tenía derecho y se merecía disfrutar de un momento tan hermoso como la final. Fue así que llegamos a distintos lugares lejanos y pobres, incluso donde terminan las fincas y comienza el descampado”.
Vanina tiene fresca en la memoria dos abuelas solteras, de avanzada edad y una de ellas postrada en la cama. “Llegamos a su casa y lo instalamos. Todos los televisores estaban probados y reparados, listos para mirar el canal de aire. Estaban felices, al igual que todos los destinatarios”, amplió.
Lo cierto es que llegaron a distintas viviendas donde no había nada. Incluso a un merendero donde suelen acudir numerosos niños y carecían de televisor.
Tres años de amor al prójimo
Si bien “Acciones Solidarias General Alvear Mza”, tal como figura en Facebook e Instagram, lleva tres años funcionando de manera formal, sus integrantes realizan este tipo de obras desde mucho antes.
Suelen pintar establecimientos educativos, reunir elementos escolares para escuelas rurales, juntar juguetes y regalos para los niños de los campos y estar atentos a las necesidades de la franja que más sufre la crisis.
“En invierno recolectamos ropa de abrigo, calzado, mantas, mudas de ropa para talles infantiles y de adultos. Mucho más y desde siempre”, acotó.
Desde la semana pasada la organización está plenamente dedicada a la campaña para celebrar la llegada de los Reyes Magos, por eso están intentando conseguir todo tipo de golosinas para el fin de semana.
“Saldremos a entregar, pero no en las zonas centralizadas, queremos llegar a los lugares donde nadie acude. No es la idea tirar caramelos, sino entregar en manos bolsitas de golosinas. Por supuesto que todo aquel que desee colaborar será bienvenido”. Los televisores quedaron en los nuevos hogares para que puedan seguir funcionando. Más allá del Mundial, de la mano de este grupo de amigos desinteresados y con voluntad de fierro, llegarán, seguramente, miles de campañas más.
