La dura e histórica derrota de la Selección Argentina ante Arabia Saudita no sólo se vivió en cientos de miles de casas mendocinas, sino también en las calles y centros de cada departamento, donde no faltó el color, la pasión y, al final, el lamento.
Entre cafeterías que sirvieron más temprano, panaderías que abrieron hasta dos horas antes, estaciones de servicio al paso y mucha gente que hizo tiempo para no llegar al trabajo, las calles de Mendoza se vieron revolucionadas por el debut mundialista del equipo dirigido por Lionel Scaloni en Qatar.
Dicen que al que madruga, Dios lo ayuda, y aunque este no fue el caso, desde que se conoció que el primer partido de Argentina en el Mundial de Catar sería a las 7 del horario local, los más de 1.5 millones de mendocinos ya imaginaron cómo sería esa mañana, para no perderse ningún detalle del comienzo de “La Scaloneta”.
Más allá de que finalmente el resultado no fue el esperado y la Selección perdió sorpresivamente 2 a 1, los hinchas argentinos se movilizaron temprano por la provincia en lo que fue un día diferente a lo acostumbrado. La primera impresión ya evidenció una circulación de autos y personas mayor a lo normal entre las 6:30 y las 7.
Algunos salieron temprano para ir al lugar de encuentro, ya sea la casa de algún amigo o familiar, o una cafetería céntrica. Otros fueron y volvieron a la panadería para buscar con qué acompañar los mates de la mañana.
“Sabíamos que iba a ser así y por eso empezamos a trabajar dos horas antes de lo que acostumbramos, para poder abrir a las 6 de la mañana”, contó a Los Andes Mariano Castro, dueño de la panadería “Lapana”, de San Martín.
Como se preveía, las expectativas se cumplieron: “Se nos armó fila durante la hora entera del partido, y en el entretiempo también. Valió la pena un montón”, agregó el comerciante.
La otra opción fue la juntada entre amigos. Joaquín, quien vive en un departamento de la calle Patricias Mendocinas (en el centro capitalino) se juntó con otros cinco en la noche del lunes, para prepararse para el encuentro mundialista. “Lo que hicimos fue juntarnos a cenar. Pedimos unas pizzas para comer los seis y después vimos unas pelis. Dormimos un rato y a las 6.30 ya estábamos listos con nuestras camisetas puestas para ver el partido”, contó el joven de 27 años.
Las cafeterías fueron el lugar de encuentro, sobre todo, de hombres de la tercera edad, acostumbrados a reunirse allí. Fue el caso de Víctor Saavedra (73), por ejemplo, que suele asistir cada mañana a desayunar sabiendo que allí estarán amigos y conocidos.
“Como venimos siempre, esta vez nos pusimos de acuerdo para venir una horita más temprano y mirar el partido juntos. Acá estamos cómodos, bien atendidos, y la pasamos bien”, expresó el caballero, respondiendo al porqué de ir a un café y no mirar a la Selección en casa. Walter, sentado en la misma mesa y escuchando la conversación, acotó con una sonrisa: “Hay algo de camaradería y algo de cábala en esta costumbre”.
Otra de las opciones con la que contaron algunos departamentos, como el caso de San Martín, fue la posibilidad de un lugar público para ver el partido entre Argentina y Arabia Saudita. En este caso, el municipio dispuso una pantalla gigante en el conocido Paseo de la Patria, la plazoleta aledaña al edificio municipal que suele ser el punto de reunión para eventos de la comunidad.
Ya sea por el horario o comodidad, prácticamente no asistió gente a ver el encuentro allí, pero sí sirvió momentáneamente para aquellos que estaban de paso, yendo al trabajo o moviéndose de una casa a otra. Desde la comuna planean repetir el servicio en los próximos partidos, ya que serán en un horario más acorde para que los hinchas se congreguen.
Para los más jóvenes la ocasión fue distinta y más jugada. Las redes sociales se hicieron eco de aquellos osados que hicieron la previa y esperaron el debut de “La Scaloneta” con un asado de madrugada. Incluso hubo boliches abiertos la noche del lunes para los interesados en “pasar de largo” bailando.
Los más chicos, en tanto, aprovecharon el ingreso tardío a la escuela para ver el partido; y el resultado adverso no demoró la partida hacia el colegio unos minutos antes del pitazo final.
Lo cierto es que no solo fue un día diferente por el debut de la Selección Argentina en un mundial y, para colmo, por la histórica derrota ante Arabia Saudita.
También resultó una jornada atípica para los horarios y las costumbres de los mendocinos, que difícilmente se repita otra vez: el equipo de Lionel Messi y compañía jugará los próximos dos partidos de fase de grupos a las 16 hora argentina, ante México y Polonia. Luego, de pasar a los playoffs, se prevé que los encuentros se mantendrán, como mínimo, a las 10 de la mañana. Sea como sea, esta vez, madrugar no ayudó.