General Alvear según su reina: un lugar para el que busca paz y aire fresco

Tan joven como hermosa, Celeste Nedic, la reina departamental de General Alvear, en el sur de Mendoza, sonríe de oreja a oreja cuando habla de su ciudad natal y, aunque hoy estudia en San Rafael, siempre lleva en su corazón la tierra que la vio nacer y crecer.

Tal vez por eso atesora en su memoria lugares icónicos y tradicionales que acostumbraba a frecuentar con su familia cuando era una niña.

Y entonces surge, en primera instancia, la Laguna El Trapal todo un clásico y donde compartía momentos inolvidables junto a sus padres, Mónica y Emilio, y sus hermanos Abigaíl y Ezequiel.

Estudiante de la carrera de ingeniería civil en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), Celeste, que es la mayor de tres hermanos, se entusiasma con mostrar a los lectores de Los Andes su General Alvear y aclara que nació en el lugar justo porque ama la tranquilidad.

“Es ideal para mí y para toda la gente que busque paz, tranquilidad, cariño y buena atención”, enumera, casi de memoria, y asegura que nada más hermoso que el aire fresco por las mañanas.

“La laguna está muy cerca de lo que denominamos la playita, un lugar amplio y hermoso que debido a la problemática de la falta de agua, se secó”, cuenta.

“Por eso hoy la gente no se puede bañar, pero sí realizar otras actividades. Amo el lugar y suelo hacer trekking, me remonta a mi niñez”, describe.

Un dato a favor: se ha reforestado la fauna del lugar y se plantaron árboles autóctonos de la zona y hasta posee un hermoso mirador.

El Trapal es la única reserva ecológica municipal de la provincia de Mendoza con plan de manejo. La reserva cuenta con servicio wifi, luminarias con enchufes, mesas y churrasqueras, caminos perimetrales y centrales y accesos a la laguna.

Además de los varios museos que se emplazan en Alvear (históricos, de Ciencias Naturales y de Malvinas Argentinas) es imperdible la visita a la Bodega Faraón.

“El turista no debe dejar de conocerlo”, señala la soberana, en alusión al Multiespacio Bodega Faraón, que posee una rica historia y cuyo edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Se trata de una bodega centenaria fundada en el año 1905, donde funciona el Museo Regional del Vino, que resguarda, entre otras piezas de relevancia, las primeras piletas del sistema de fermentación continua, así como réplicas de esculturas y jeroglíficos egipcios con la historia del vino.

Para comer rico o tomar el té

A la hora de comer rico o tomar el té, para Celeste nada mejor que La Celestita, donde se puede degustar desde asado criollo y platos gourmet hasta comida internacional. También es salón de eventos.

“Los Parrales es otra opción espectacular, que me encanta, sobre todo para tomar el té”, señala.

Consta de siete habitaciones con baño privado, desayuno artesanal, cochera cubierta, parrillas, piscina, una variada vegetación y un amplio parque para recibir al viajero.

La casa de té y chocolate Los Parrales ofrece la más variada gama de exquisiteces en medio de un paisaje inigualable.

También mencionó la Granja Don Paco, un emprendimiento de turismo rural donde se puede disfrutar de un paseo por su granja educativa y deleitarse con gastronomía de primer nivel.

“Si bien soy de Alvear y conozco cada una de sus calles, sigo recorriendo su bulevar, sus calles céntricas. En definitiva, me encanta el city tour”, señala.

Pero también ama la bicicleta y todo lo que permite pedalear (sobre todo recorrer las bodegas), así como pasear en kayak por el río Atuel.

Celeste destaca también el turismo rural como actividad preponderante teniendo en cuenta el oasis de 30 mil hectáreas regadas por las aguas del río Atuel, que cumple un papel clave en el desarrollo agrícolaganadero de la zona.

“Trekking, canotaje, mountain bike, campamentos, turismo rural en fincas y estancias con sus atractivos naturales, agroturismo…”, mi ciudad es infinita, concluye, con orgullo.