Se les llama PFA (sustancias perfluoroalquiladas y sustancias polifluoroalquiladas) a un grupo de agentes químicos que son utilizados en numerosos productos de fabricación industrial y usual consumo. Son más de 4.700 estos PFA existentes, y se les suele llamar “contaminantes eternos”, por el largo tiempo en que tardan en descomponerse y por su extensa acumulación tanto en el cuerpo humano como en el ambiente.
Pero esto es sólo una parte de sus perjuicios, ya que otros tienen que ver con que producen daños en la salud, como trastornos hepáticos, obesidad, infertilidad, retraso cognitivo, enfermedad en la tiroides, aumento del colesterol y cáncer.
Por esta razón, países de la Unión Europea (UE) han restringido ciertos tipos y usos de PFA. Esto no ha impedido que muchos productos de uso común contengan igualmente estas sustancias. Precisamente esto es lo que sucede con un objeto de consumo muy usual. Ya que los PFA suelen estar en envases de papel y cartón, la alarma se encendió con el informe de la revista científica Environmental Science & Technology Letters de la Sociedad Americana de Química, que alertó sobre la presencia de PFA en el papel higiénico.
El estudio divulgado por la revista fue realizado por científicos de la Universidad de Florida, y concluyó que los rollos de papel higiénico que han sido elaborados con material reciclado –algo que supuestamente sería benéfico para el medio ambiente– pueden ser una fuente importante de PFA, ya que algunos fabricantes agregan estos compuestos químicos durante la transformación de la madera en pulpa, y eso hace que los agentes químicos se queden en el papel de los rollos y lleguen al usuario.
Tal como cuenta el diario español La Razón, “para determinar la concentración de PFAs en el papel higiénico, el equipo de investigadores, dirigido por Timothy Townsend, del departamento de ingeniería ambiental de la Universidad de Florida, analizó muestras de varias marcas de papel higiénico disponibles en supermercados de todo el mundo. Por otro lado, buscó la presencia de PFA las aguas residuales de las grandes ciudades de los cinco grandes continentes del planeta. También extrajeron muestras de aguas negras de las plantas de tratamiento residual en Estados Unidos”.
Tras realizar esas muestras, se extrajeron los PFA presentes tanto en el papel como en las aguas residuales, y elaboraron un listado de 34 compuestos diferentes. Allí fue cuando descubrieron que el más abundante en ambos era el 6:2 diPAP, “un químico que según investigaciones anteriores está vinculado con el deterioro de la función testicular”, explicaron.
Mientras que en los Estados Unidos sólo suponía un 4% de los agentes contaminantes en las aguas, en países de Europa como Francia, este porcentaje se elevaba al 89%. Lo que quiere decir, según los científicos, que la mayoría de los agentes contaminantes en las aguas residuales en los países con altos porcentajes podrían provenir del papel higiénico, mientras que en países como Estados Unidos habría que realizar más investigaciones.
“Debido a los riesgos para la salud conocidos relacionados con la exposición a los PFA, resulta de gran preocupación que estos químicos estén presentes en un artículo doméstico tan común como el papel higiénico”, advirtió Townsend. “Los fabricantes deben tomar medidas inmediatas para eliminar las PFA de sus productos”, concluye el científico.
