Los casos de Covid-19 detectados en un instituto para personas con discapacidad de Palmira habían encendido el alerta el martes y con razón. Ayer se sumaron 21 positivos en el lugar: 13 pacientes y 8 trabajadores.
Una mujer con internación prolongada en el instituto Renacer, de Barriales, Junín, dio positivo aquel día. La situación activó a las autoridades sanitarias inmediatamente, dado que allí hay 96 alojados a los que se suma el personal que los asiste.
Por ello se realizó un operativo en el lugar para detectar otros posibles casos y, luego de hisopar a contactos estrechos -17 residentes y 7 trabajadores- dos de estos últimos resultaron infectados el miércoles, por lo que con los de ayer ya son 24.
La alarma obedece a que se trata de un entorno de riesgo donde, de no controlarse, podría desatarse una cadena de contagios, como está sucediendo. Es que son considerados lugares críticos, como los geriátricos, donde el virus puede proliferar fácilmente en espacios compartidos por varias personas.
Lo que intriga a quienes llevan adelante la investigación epidemiológica es cómo se infectó la mujer, por lo que ésta continúa, según señalaron desde el Ministerio de Salud, aunque tampoco se sabe quién adquirió primero el virus.
“Pasa como en los geriátricos; el riesgo también para las personas con discapacidad es la cantidad de albergados que hay”, advirtió Gabriela Juárez, directora de Discapacidad.
En el mismo sentido opinó Juan Carlos González Olsina, defensor de las personas con discapacidad: “El riesgo que corren las instituciones de internación de personas es el mismo que los geriátricos”. Explicó que es algo que ya se ha visto en otros lugares del mundo y por eso se está atento.
González Olsina señaló que, por un lado, hay personal que los asiste, tanto profesionales de salud como cuidadores, y que además de entrar y salir también trabajan en otros efectores, lo que podría favorecer el traslado del microorganismo. “El problema es que, cuando entra, es fácil que se reproduzca porque, por más que haya espacio, comparten tanto que se disemina”, resaltó. De todas formas, dijo que si se alcanza a intervenir tempranamente puede frenarse.
En tanto, Juárez mencionó que hay personas con discapacidad que son independientes pero están albergadas ahí porque no tienen recursos económicos o contención familiar pero que no revisten complejidad sanitaria. Aunque también puede haber algunos a los que se les pueda complicar el cuadro en caso de infección por las mismas condiciones de su discapacidad o por presentar comorbilidades.
Según se ha informado, en este sitio hay jóvenes y adultos menores de 50 años, es decir, fuera de los grupos de riesgo por edad que son los mayores de 60. Por el momento a los hisopados se los dejó aislados en un pabellón, dado que el edificio cuenta con espacio suficiente. Se esperan algunos resultados y se evalúa repetir el hisopado en 48 horas a quienes han dado negativo.
Atentos
El instituto Renacer es privado y allí reciben atención afiliados con obra social, Pami e Incluir Salud.
“Son los lugares donde creemos que se tiene que actuar porque tienen más riesgo por enfermedades preexistentes, ya que baja su inmunidad”, subrayó Daniel Llaver, médico y coordinador del Comité de Emergencia Sanitaria de San Martín (donde el centro tiene oficinas legales). “Muchas veces las discapacidades están asociadas a problemas respiratorios”, agregó.
El profesional explicó que las acciones se coordinan desde la Dirección de Epidemiología, donde deciden a quién testear y quiénes lo realizan. Desde su área se encargan de realizar desinfecciones.
Por otra parte, González Olsina destacó la importancia de que haya coordinación e información disponible y remarcó que Mendoza fue la primera provincia que tuvo protocolo para hogares para personas con discapacidad y adultos mayores, lo que actúa de manera preventiva.
“Entiendo que este hogar tiene la infraestructura para no estar hacinados pero ingresan y salen cuidadores”, señaló Juárez.
En estos lugares, por protocolo se toman medidas preventivas como la rotación del personal cada 15 días, como ha sugerido el Ministerio de Salud, se controla el estado de salud del personal al ingresar y se realizan desinfecciones.
Además, ni bien llegó el virus Sars CoV-2 a Mendoza se suspendieron las visitas, por lo que se descarta que pueda ingresar por esa vía.
Los primeros
Hay hogares específicos para personas con discapacidad que se llaman residencias asistidas, donde no necesariamente son adultos mayores, tal el caso de Renacer. Pero además muchos hogares geriátricos también los reciben.
Según informó Juan Carlos González Olsina, Defensor de las Personas con Discapacidad, este es el primer lugar específico para ellos donde ingresó el virus en la provincia, sin embargo había un antecedente: la residencia para adultos mayores Santa Inés, de Ciudad, donde también se alojan y donde se registró el primer positivo en un geriátrico local. Se trató de un hombre del que nunca pudo identificarse nexo epidemiológico y que se recuperó.