Hoy es el Día Mundial del Corazón, que este año adquiere particular relevancia en el marco de la pandemia. Es que, por un lado, el Covid-19 tiene impacto a nivel cardiovascular, por lo que se hacen necesarios cuidados y chequeos; por otro, las restricciones a la circulación y el temor al contagio han hecho que muchas personas, incluso con patologías crónicas, dejen de hacer sus controles periódicos. Por ello, especialistas y entidades vienen advirtiendo sobre los riesgos para la salud y cuánto más frecuente es que los pacientes lleguen con cuadros graves al hospital.
“Alerta! El corazón no puede esperar”, advierten desde la Fundación Favaloro y el laboratorio Pfizer, en una campaña lanzada con este nombre. Apunta a la concientización con el objetivo de contribuir a la prevención de los factores de riesgo cardiovascular.
“Lamentablemente, la cuarentena y el confinamiento impuestos por la Pandemia de Covid-19 más el temor de la gente al contagio, se tradujeron no sólo en un abandono de las consultas programadas al médico, sino que también contribuyeron al empeoramiento de algunos factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular: hubo aumento de peso, del consumo de alcohol y del tabaquismo, y las personas estuvieron más sedentarias. Lo último que debería suceder hoy es que la gente con factores de riesgo esté lejos de los consultorios”, señaló el doctor Oscar Mendiz, director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro, y Jefe del Departamento de Cardiología Intervencionista.
De acuerdo con los datos brindados desde la Fundación Favaloro, en el contexto de la pandemia los estudios diagnósticos coronarios cayeron en todo el mundo de manera muy significativa con cifras de hasta el 80%, mientras que Argentina está en el segundo grupo de países con mayor caída. En la misma línea, un estudio realizado por la Sociedad Latinoamericana de Cardiología Intervencionista (SOLACI) demostró una disminución del 70% en los cateterismos diagnósticos por síndrome coronario agudo y del 40% en el tratamiento temprano del infarto.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo, mientras que en la Argentina son las responsables, tal como refieren los datos de las autoridades sanitarias, de unos 100 mil fallecimientos cada año.
Controles deficientes
Durante el confinamiento por la pandemia del Coronavirus SARS CoV-2, el control de muchos de estos factores fue deficiente: un sondeo reciente de la consultora IPSOS sobre 30 países reveló que un 40% de los argentinos reconoció haber subido de peso durante la pandemia, superando el promedio mundial por 9 puntos (31%) y posicionándose como el quinto país con porcentaje más alto en este tópico.
La iniciativa, denominada incluye una página web (www.alertacorazon.com.ar) con información muy completa sobre los cuidados del corazón, y una serie de acciones en redes sociales bajo los hashtags #AlertaCorazon y #ElCorazonNoPuedeEsperar. Allí se promueve retomar las consultas médicas y el control de los factores de riesgo cardiovasculares.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo y cada año mueren más personas por enfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa, señalan.
Se calcula que en 2015 murieron por esta causa 17,7 millones de personas, lo cual representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo. De estas muertes, 7,4 millones se debieron a la cardiopatía coronaria, y 6,7 millones, al accidente cerebrovascular
Cómo cuidar el corazón
La campaña advierte sobre la importancia de una dieta adecuada, la realización de actividad física, no fumar, y controlar los valores de hipertensión arterial, colesterol y glucemia en sangre, son algunas de las principales temáticas que se desarrollan entre los contenidos de la campaña.
Hay que considerar que los principales factores de riesgo cardiovascular son la hipertensión arterial, el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el estrés, el colesterol elevado, el tabaquismo, la diabetes y el consumo excesivo de alcohol. En ese marco, hay factores de riesgo que pueden controlarse y otros que requerirán una visita médica.
1) Alimentación saludable
Una alimentación saludable es importante para el manejo y control de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, además de ayudar a prevenir el infarto agudo de miocardio y el accidente cerebrovascular.
La composición de una alimentación saludable depende de las necesidades individuales (por ejemplo, edad, sexo, estilo de vida, nivel de actividad física), contexto cultural y alimentos disponibles localmente. Sin embargo, los elementos básicos de una alimentación saludable para un adulto son constantes, como se describe a continuación:
Variedad de alimentos (frutas, verduras, legumbres, nueces, granos integrales, tubérculos o raíces con almidón y alimentos de origen animal.
Al menos 400 g de verduras y frutas al día (cinco porciones).
Menos de 5 g de sal, lo cual equivale aproximadamente a una cucharadita.
Consumo diario total de energía proveniente de las grasas menor del 30% (ácidos grasos).
Ingesta total de energía diaria proveniente de azúcares libres menor al 10%.
2) Hacer actividad física
La práctica regular y adecuada de actividad física ayuda a reducir el riesgo de hipertensión arterial, infarto agudo de miocardio, ataque cerebrovascular, diabetes, varios tipos de cáncer (incluido el de mama y colon) y la depresión.
¿Cuáles son los niveles saludables de actividad física para adultos?
Las personas inactivas pueden comenzar con pequeñas cantidades de actividad física incluso como parte de sus actividades diarias y aumentar en forma gradual su duración, frecuencia e intensidad de éstas. En lo que respecta a los adultos, deben realizar:
Por lo menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana buscando un aumento leve en la frecuencia cardíaca o respiratoria resultante de realizar actividades como caminar a paso ligero, subir escaleras, bailar, llevar a cabo tareas de jardinería o domésticas.
Al menos 75 minutos de actividad física vigorosa a la semana incluida la jardinería vigorosa, correr, montar en bicicleta, nadar o practicar algún deporte.
O una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
O actividades de fortalecimiento muscular dos o más días a la semana, las cuales deben involucrar los principales grupos musculares.
3) Dejar de consumir tabaco
El tabaco mata a casi la mitad de sus usuarios y causa seis millones de muertes cada año. El 10% de estas muertes se produce por la inhalación pasiva de humo ajeno en hogares, restaurantes, oficinas u otros espacios cerrados.
¿Cuáles son los beneficios de dejar de consumir tabaco?
Dejar de consumir tabaco es la mejor opción a fin de mejorar su estado de salud. Beneficios de salud inmediatos y a largo plazo:
Aumentar la expectativa de vida en 10 años.
A los pocos meses de haber dejado de fumar, la tos y la dificultad respiratoria (disnea) disminuyen.
Después de un año, el riesgo de infarto agudo de miocardio y angina es aproximadamente la mitad del riesgo de un fumador.
A los quince años el riesgo de un infarto agudo de miocardio y angina es el mismo que el de un no fumador.
Dejar de fumar después de un infarto agudo de miocardio reduce las posibilidades de un nuevo evento en un cincuenta por ciento.
Dejar de consumir tabaco reduce la probabilidad de aparición de complicaciones como la impotencia sexual, la infertilidad, el parto prematuro, el peso bajo al nacer y el aborto espontáneo.
Reduce el riesgo de aparición de trastornos como el asma y la otitis media durante la niñez que son el resultado de la exposición pasiva al humo
4) Evitar el consumo nocivo de alcohol
El consumo nocivo del alcohol es un factor de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares y es definido como un problema de salud pública que refiere al “consumo que causa consecuencias perjudiciales para la salud y de tipo social para el bebedor, las personas que lo rodean y la sociedad en general, así como patrones de consumo asociados con un mayor riesgo de efectos adversos en materia de salud”.
¿Cuáles son los riesgos del consumo nocivo del alcohol?
Lesiona el miocardio.
Aumenta el riesgo de ataque cerebrovascular.
Puede causar arritmias cardíacas.
Si bien en algunos casos de consumo bajo sin episodios de consumo excesivo puede estar relacionado con una reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, en general el consumo de alcohol se asocia a múltiples riesgos para la salud, los cuales pueden superar los potenciales beneficios.
5) Realizar controles médicos periódicos
Esto permitirá detectar riesgos y hacer un seguimiento adecuado cuando ya se han detectado. Se sugiere una evaluación médica con toma de presión arterial y examen físico, perfil lipídico, glicemia, test de esfuerzo y electrocardiograma.
Hay que considerar que tener más de 65 años y ser varón conlleva mayor riesgo.
Debe evaluarse la presencia de uno o más factores de riesgo, como la hipertensión arterial, la diabetes, la hiperlipidemia o alguna enfermedad cardiovascular ya confirmada para recibir un tratamiento temprano.
“El escenario es desafiante, hoy hay mayores inequidades, mayores dificultades de acceso a los diagnósticos precoces y a los tratamientos. Muchas personas perdieron su trabajo, esto ocurrió a nivel mundial; la consecuencia es que hay más dificultades para adherir a los tratamientos y cumplir con los objetivos terapéuticos. A su vez, en una crisis económica global también se afecta la inversión para la investigación y el desarrollo. Por eso tenemos que insistir en la prevención como principal herramienta para cuidar nuestro corazón: el control de los factores de riesgo cardiovascular podría evitar un significativo porcentaje de muertes”, consignó el Mendiz, al tiempo que destacó que “una buena estrategia a futuro es empezar desde la infancia a enseñar hábitos saludables”.