En sus 33 años como actor y director de teatro, Alejandro Conte nunca vio padecer al sector una crisis tan profunda como la que está dejando en la provincia y en el país la pandemia por el Covid-19.
Tal vez por esa circunstancia, el haber sido convocado para participar de la edición 2021 de la Fiesta de la Vendimia representó para este referente local mucho más que si hubiese ocurrido en circunstancias normales.
La convocatoria fue, según comentó a Los Andes, un verdadero “respiro”, además de un desafío por la nueva modalidad virtual y también, por supuesto, un reconocimiento a su extensa trayectoria.
“Como todos los artistas, veníamos atravesando un año complicado, debido a la cancelación de todas las contrataciones, públicas y privadas, que afectaron de manera profunda especialmente a los trabajadores independientes”, reflexionó. Y agregó: “Volver a lo artístico es una alegría y un respiro enorme”.
-¿Qué tema abordará el fragmento bajo su dirección?
-La historia que relataremos se refiere a los inmigrantes que llegaron durante los años 1940 y 1950 con sed de nueva tierra, es decir, la gente que pobló a la Argentina y la hizo rica huyendo del hambre y la pobreza que dejó la posguerra en Europa. La nuestra es una microhistoria dentro de la película final.
-A todos les gustaría saber algo más...
-La protagonista es una mujer llamada María, una inmigrante que transita distintas vivencias al llegar a Mendoza. Lo enlazamos con la importancia del ferrocarril en esa época y las vicisitudes en la finca y la bodega donde trabaja. La nuestra será la cápsula número dos.
-¿Cómo avizora esta edición de la Fiesta de la Vendimia?
-Es una nueva modalidad y es muy importante que se pueda concretar en el formato que sea. Con este sistema en forma de episodios –seis en total, que forman una idea global— el espectador podrá tener otra mirada, la de conjugar códigos.
-¿Cómo resultó trabajar en esta modalidad luego de toda una tradición que va por otro lado?
-Ha sido un trabajo titánico de todos, pero en particular, insisto, del sector artístico, con gente muy golpeada. Por eso reitero que fue aliviador desde el punto de vista económico.
-¿Cómo observa el panorama desde lo sanitario?
-Creo que tenemos que seguir cuidándonos muchísimo, mantenernos atentos y ser conscientes de que esto no ha terminado.
-¿Qué recuerdos atesora de la inolvidable edición 2008, cuando fue elegido para conducir la fiesta?
-Fue una experiencia maravillosa que pude realizar gracias a haber ganado un concurso. Resultó aquel un año de transición muy importante, porque instauramos la música en vivo: hasta ese momento no existía, solo se presentaba el vivo como antesala. Para nosotros era fundamental.
-¿Cuál fue el sello de su fiesta?
-La mayor característica fue, precisamente, la música en vivo durante las tres noches y la actuación de nuestra invitada de honor, Mercedes Sosa, presente en escena. También nuestra puesta de la virgen de la Carrodilla y el tango en el agua, con una coreografía muy importante.
-¿Considera que este tipo de fiesta virtual llegó para quedarse?
-Espero que no. La Vendimia no debe perder su identidad y eso va a pasar si esta modalidad se queda. La identidad de la Fiesta está en el Teatro Griego. Lo que podría ser interesante es combinarlo con lo audiovisual porque es novedoso. En cuanto a la elección de la reina, no eliminaría esa tradición. Simplemente ampliaría el espectro.