El presidente Alberto Fernández admitió que se podría “volver atrás con las fases del aislamiento si aumentan la velocidad del contagio y se ocupan cada vez más las camas” de terapia intensiva en los centros asistenciales. “Tenemos que seguir con la cuarentena. No me preocupa perder popularidad si evito que los argentinos se enfermen”, señaló Fernández en una entrevista con Telefé.
Luego aseguró que “hay un plan” para salir de los efectos que dejará la pandemia de coronavirus, y calificó como “positivo” el balance que hizo de los primeros seis meses de su gestión, al afirmar que “debió enfrentar problemas que no se esperaban”.
“Tememos un plan para recuperar la economía cuando superemos la pandemia. Tenemos que seguir trabajando con unidad para resolver los problemas como lo estamos haciendo ahora con la colaboración de todos”, señaló Fernández durante una entrevista concedida al canal Telefé.
El jefe de Estado aseguró que hace “un balance positivo” de los primeros seis meses de su gestión, en función de los problemas que debió enfrentar.
“Nos preparamos para otras situaciones, pero bueno, esto es lo que nos tocó y lo estamos encarando con el compromiso de garantizar la salud y la vida de todos los argentinos”, señaló Fernández.
Y en ese sentido, agregó: “La inmensa mayoría de los argentinos me entendió y acompañó. Tengo la suerte de tener a los gobernadores que tengo que me están ayudando en esta situación”.
El jefe de Estado aseguró que la decisión de intervenir la empresa Vicentin fue suya, y aseguró que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner no tuvo incidencia en esa medida.
"Cada vez que una medida no les gusta, enseguida cargan las tintas sobre Cristina, y esto no es así. Hablo seguido con ella, pero soy yo quien toma las decisiones", aseguró el Presidente.
Fernández aseguró que cuando finalice la pandemia quiere “seguir trabajando junto con todos los argentinos, que nos olvidemos qué pensamos y de dónde venimos y nuestras diferencias se resolverán cuando vengan las elecciones”.
Minutos después habló sobre la deuda que tiene el país. Detalló que tiene voluntad de alcanzar un acuerdo con los acreedores en el tema y ratificó que se mantendrá “inflexible” en la decisión de no comprometer la posibilidad de recuperación de la economía.
“Argentina ya hizo una nueva oferta. Se nos venció hoy un acuerdo de confidencialidad. La Argentina prestó atención a lo que pedían los acreedores pero aun así tenemos diferencias. Vamos a ver si podemos acercarlas o no en los días que vienen”, dijo el Presidente.
Fernández se pronunció de esta forma apenas unos minutos después de que el Ministerio de Economía informara que “la Argentina no puede comprometerse de manera razonable” a la contrapropuesta formulada por los acreedores en las negociaciones que se desarrollaron durante los últimos cuatro días.
“Son ampliamente inconsistentes con el marco de sostenibilidad de deuda que necesita la República para restaurar la estabilidad macroeconómica y para avanzar con un programa con el FMI”, remarcó el Palacio de Hacienda.
En el marco de esta última negociación, el gobierno mejoró para los acreedores su oferta de pago hasta el 50% del valor de los bonos, más un cupón atado a la variación de las exportaciones.
Ante la falta de entendimiento, las partes esta tarde decidieron levantar la confidencialidad que regía para las conversaciones que estaban llevando adelante y ahora todo apunta a que las conversaciones se puedan extender más allá del viernes próximo, cuando vence el plazo fijado por el gobierno.
Por el lado de los acreedores, el grupo denominado Ad Hoc Bondholder Group dijo que “la Argentina rechazó una sostenible y sensata solución”.
El grupo Ad Hoc -en un comunicado- afirmó que “dado el fracaso de las negociaciones de los tenedores de bonos, nuestro Grupo ahora está considerando todos los derechos y recursos disponibles en nuestro capacidad como fiduciarios para los millones de ahorradores que servimos alrededor del mundo”.
Sobre las negociaciones con los acreedores, el Presidente dijo: “No sé si estamos más lejos o más cerca de un acuerdo porque no depende solo de nosotros”.
“Estamos negociando, estamos haciendo un enorme esfuerzo”, señaló, para luego enfatizar que la nueva oferta que realizó el gobierno a los acreedores “no termina de ser aceptada por fondos que si bien no tienen un porcentaje grande de la deuda, influyen mucho sobre los pequeños acreedores”.
“Estamos tratando de seguir negociando y estamos tratando de llegar a un acuerdo”, remarcó. En otro tramo de la nota con Telefé, el Presidente, al recordar una charla que tuvo la semana pasada con Roberto Lavagna, dijo que “en el año 2005, cuando salimos del default, la negociación empezó en enero y terminó en diciembre”.
“No entiendo el apuro para ver cuándo salimos del default o para ver cuándo nos ponemos de acuerdo con los acreedores”, agregó.
“La realidad es que siempre es mejor acordar porque uno está en un sistema financiero internacional. Es mejor pagar la deuda que no pagarla, es mejor cumplir”, aseveró. Por último resaltó que en la actualidad “tenemos la confianza que el FMI nos dispensa y el acompañamiento en la discusión con los acreedores”.