En los últimos días, vecinos de la ciudad de Mar del Plata se encontraron con al menos 40 pingüinos muertos en las playas, y los especialistas advierten que es probable que sigan apareciendo más de estos animales sin vida.
Los hallazgos se produjeron tanto en las playas de Camet, en la parte norte de la ciudad, como en zonas más cercanas al sur, como Punta Mogotes.
Juan Lorenzani, integrante de la Fundación Fauna Argentina, explicó que el registro de pingüinos muertos en la costa de la ciudad es algo que “está ocurriendo en esta época de los últimos 15 años con mayor continuidad”. Según Lorenzani, la mayoría de los ejemplares son juveniles y suelen estar extremadamente flacos o enfermos.
“La mayoría de los ejemplares son juveniles. Se produce una migración de lo que es Punta Tombo: cuando termina la reproducción, que ya son juveniles o adultos, emigran hacia la zona del norte, frente a Brasil, donde se alimentan, y luego para agosto vuelven a las pingüineras. En esta migración, desde hace ya varios años, se viene registrando salidas de animales que están muy flacos o directamente enfermos. La mayoría tienen estas características: son juveniles y extremadamente flacos”, explicó Lorenzani.
El especialista también mencionó en el Canal 8 de Mar del Plata que “hay diversos motivos. Puede ser porque no encuentran la comida en su ruta marítima, por sobrepesca o por cambio climático. O también puede ser otro factor que tenga que ver con la selección natural”.
Lorenzani concluyó destacando que “en todas las especies de animales no sobreviven un 100 por ciento” y añadió que “siempre hay un porcentaje que no llega a la adultez”.
LA GRIPE AVIAR LLEGÓ A LA ANTÁRTIDA Y MATA AVES
Una expedición de científicos de todo el mundo que se encuentra en la Antártida alertó sobre el brote del virus de la gripe aviar en el continente blanco. Los investigadores, que han recorrido en un velero durante un mes el mar de Weddell y la península antártica, encontraron cadáveres de págalos antárticos —aves migratorias parecidas a gaviotas— con gripe en cuatro de las 10 áreas analizadas.
El investigador español Antonio Alcamí, que participó del viaje, explicó al diario El País que en la isla Beak fueron testigos de “un brote masivo” en una colonia de págalos. “Vimos 80 vivos y 50 muertos. Eso es una locura”, detalló el virólogo que ahora está en Ushuaia.
El equipo de científicos internacionales desembarcó en la isla Heroína, habitada por una colonia de pingüinos de Adelia y encontró “una mortalidad masiva” de aves. “Contamos 500 cadáveres y dejamos de contar”, recuerda el virólogo, que calcula que podría haber miles. Su equipo, sin embargo, no detectó virus de la gripe aviar altamente patogénico, pese a analizar incluso el cerebro y los pulmones de los pingüinos muertos.
Pero entre los animales afectados también están los lobos marinos, que arrojaron pruebas positivas a la gripe aviar. Estos especímenes comenzaron a aparecer muertos o agonizando en las playas de Perú en enero de 2023, desatando el miedo a que el virus aprendiese a pasar eficazmente de mamífero a mamífero. Esa posibilidad terrorífica no se ha cumplido, al menos de momento.