Las consultas por cuadros de salud mental en adolescentes, así como los intentos de suicidio y su concreción han aumentado con la pandemia. Así lo advierten los especialistas, en los hospitales y quienes están en contacto con los jóvenes.
El impacto que la pandemia tuvo sobre su vida social es uno de los factores que más los afectó, según los especialistas. Sin colegios, clubes ni otros espacios de encuentro quedaron aislados del contacto personal con sus pares, esencial en esta etapa.
“Ha sido una de las etapas de la vida más afectadas, igual que el adulto mayor, porque esta edad ha quedado realmente muy excluida”, señaló Elizabeth Liberal, directora de Salud Mental de la provincia.
Explicó que hay intentos de autoeliminación, “que los vemos en hospitales generales. Esta gestión ha podido tener camas de salud mental en ellos y es donde se están alojando estos adolescentes”, pero también hay hechos consumados.
La Organización Panamericana de la Salud ha expresado el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de entre 15 y 21 años a nivel mundial, después de los siniestros viales. Según las autoridades locales esto puede traspolarse a Mendoza y el país.
Por ello, quienes están a cargo de áreas de gestión asociadas al tema buscan generar estrategias que apuntan fundamentalmente a instalar el tema para que sea tratado adecuadamente a través de un diálogo que permita prevención y por otro ampliar la accesibilidad a entornos de abordaje.
Otra pata para avanzar sobre el tema es la eliminación de ciertos mitos instalados al respecto. Mañana, 10 de setiembre, es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y se busca generar conciencia.
Mitos sobre el suicidio
Hay pautas nacionales e internacionales sobre cómo abordar estas situaciones, pero una de las estrategias que consideran sustanciales en la actualidad es romper con ciertos mitos instalados, fundamentalmente que el tema no se hable. Por eso, Alina del Canto, responsable del área de Capacitación de la mencionada dirección dijo que es esencial que los padres -o allegados- puedan propiciar un espacio diálogo en el que se pueda hablar sin juicios ni sermones. Los mitos frecuentes son:
1- Si un ser querido puede estar sufriendo no se debe preguntar por temor a infundir la idea. FALSO. Explicó que es una creencia errónea, hay que estar dispuestos a preguntar porque es lo que habilita la posibilidad de ayudar.
2- El que lo piensa no da aviso. FALSO. “No es así, la mayoría da algún aviso como alguna señal o le comentó a alguien y se subestimó, nunca hay que subestimar ningún sufrimiento emocional”, resaltó.
Tristeza profunda, aislamiento, cambios de conducta, comentarios en las redes sociales pueden ser algunas de las señales. La profesional explicó que ante señales de alarma uno tiene que siempre escuchar y si la persona expresa que está muy mal hay que preguntar si tiene pensamiento de hacerse daño. Subrayó que la primera respuesta que hay que dar es escuchar, no sermonear, sin juzgar, sin dar consejos. Hay que enfatizar que se está para ayudar, no dejarla sola y llevarla a un efector de salud o llamar al 148.
3- Quien se suicida estaba decidido a morir. FALSO. “Esto no es una decisión sino un estado de ambivalencia, pero más que decidido a morir lo que está necesitando es quitar el sufrimiento que está teniendo y en ese momento la opción que encuentra es quitarse la vida”, afirmó del Canto.
Cómo actuar ante el riesgo de suicidio
Desde el área se ha organizado un taller gratuito abierto a todo el público que tenga inquietudes. Será mañana a las 10, en el microcine de la Municipalidad de Capital, ubicado en su edificio central, y es a demanda espontánea, sin inscripción previa.
Las especialistas explicaron que uno de los aspectos fundamentales a considerar cuando hablamos de suicidio es que debe observarse cuáles pueden ser las señales que dé un joven y cómo actuar. “Hay que atender cualquier signo o señal de sufrimiento, tristeza, aislamiento, cambio de conducta y aumento de los consumos problemáticos”, dijo del Canto.
Comentó que se pueden tomar como indicios los estados de las redes sociales, donde muchas veces los chicos mencionan padecimientos o intenciones de hacerse daño. También hay que actuar si se sabe de alguien que sufre alguna violencia, discriminación o segregación. “Son señales en donde tenemos que acercarnos, acompañar y generar un vínculo de confianza”, apuntó.
Explicó que quienes tienen pensamientos de hacerse daño muchas veces no lo comentan porque tienen miedo a que se los juzgue o que no los entiendan. Por eso dijo que lo más importante que se puede dar es la escucha, sin juicios, opiniones ni sermones.
Señalaron que cualquier profesional de salud mental está preparado para un abordaje de estas situaciones, sin embargo, se puede pedir asistencia en guardias de hospitales regionales, del Notti para niños, el hospital Carrillo o Del Carmen para OSEP.
Se puede llamar a la línea de Salud Mental: la 148, de 8 a 20. Además, el 102 es específico para adolescentes y atiende consultas sobre cualquier inquietud las 24 horas. En caso de emergencia, si hay riesgo de vida o un intento de suicidio, se debe llamar al 911.
Además, a partir de ahora, se podrá acceder a atención de Salud Mental vía telefónica durante las 24 horas en cualquier provincia. El Gobierno nacional puso en marcha una nueva línea gratuita nacional a través de la cual se podrá acceder a asistencia, acompañamiento, atención remota y derivación a un efector local, en caso de ser necesario. El 0800-999-0091 atenderá todos los días y es un nuevo dispositivo que se inscribe en el marco del Plan Federal de Abordaje Integral de la Salud Mental.