Como si los coletazos de la pandemia por el Covid-19 hubiesen sido escasos, ahora los especialistas en Salud Mental y Adicciones de la Provincia dan cuenta de otra de las consecuencias que han dejado estos meses de aislamiento: el incremento de los suicidios.
Así lo confirmó la médica psiquiatra Alina del Canto, coordinadora del área de Prevención y Capacitación de la citada dirección, quien brindó una percepción de acuerdo con datos provenientes de hospitales y cuerpo médico forense, aunque aclaró que no existen datos oficiales.
“Me arriesgo a decir que los casos de suicidio han aumentado”, subrayó, para agregar que se aguardan los números oficiales de InfoSalud, del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.
-Doctora ¿Cuáles pueden ser las causas de este incremento?
-Al no existir autopsia psicológica de alguien fallecido por suicidio, es difícil determinar causas que, por otro lado, no responden a un solo factor. Sin embargo, la pandemia ha restringido y eliminado las relaciones sociales de manera presencial y, por ende, quedaron silenciadas numerosas situaciones que representan factores de riesgo: violencia familiar, abuso intrafamiliar, maltrato y violencia de género. Antes, con la escuela, los clubes o las instituciones, podían visibilizarse y así entrar en alerta.
-¿Es decir que la cuarentena cerró puertas de ayuda?
-Claro. Los factores de riesgo quedaron puertas adentro y muchos de ellos están relacionados con el suicidio. Existe otro punto: el gran desempleo y la pérdida del poder adquisitivo. En definitiva, reitero, el suicidio no responde a una única causa, sino a cuestiones sociales, psicológicas, biológicas y económicas.
-¿Qué incidencia tiene la llegada de las fiestas de Navidad y Año Nuevo?
-Es posible que la tenga. Las fiestas de fin de año son fechas críticas, como los aniversarios, los cumpleaños, etc. Suelen generar angustia y soledad, en especial entre quienes se encuentran solos.
-Aquel que intenta suicidarse ¿Siempre desea morir?
-En muchos casos, esa persona desea apagar su sufrimiento y no necesariamente terminar con su vida. Y ese sufrimiento requiere salir a pedir ayuda.
-¿Cuáles son las franjas etarias más vulnerables?
-Entre los 15 y 25 años el suicidio es la segunda causa de muerte externa, es decir, por accidentes, homicidios o suicidios. Para resumir: el 60 % de los jóvenes se muere por alguna de estas causas y el suicidio es la segunda. Estamos muy preocupados por los jóvenes porque la pandemia los afectó muchísimo. Las redes muestran que hay maltrato, violencia y grooming, insisto, todos factores de riesgo. Aumentó el consumo de alcohol, psicofármacos y sustancias.
-¿Qué sucede con los adultos mayores?
-También nos preocupan porque el aislamiento y en especial la incertidumbre los afectó sobremanera. No olvidemos que ni siquiera hemos podido despedir a los seres queridos de manera tradicional y muchos duelos no se han hecho. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las secuelas en cuanto a la salud mental fueron importantísimas.
-¿El suicidio se da más en hombres?
-Sí, dos o tres veces más, pero las mujeres registran más intentos, solo que ellos lo consuman.
-¿Cómo podemos ayudar a alguien que está en problemas?
-Las personas que tienen ideas suicidas suelen no comentarlo por miedo o vergüenza y la ayuda es indispensable. Si vemos a alguien en esta situación, deprimido, angustiado o sufriendo alguna adicción, debemos estar alertas, hablar y salir a buscar asistencia.
Ayuda 0800-80026843 interno 3 es atendido por el equipo de Salud Mental, que puede acompañar a pacientes con cualquier problemática. 911, en caso de una emergencia por una persona que intentó suicidarse.
Cuatro mitos a tener en cuenta
La Dra, Alina del Canto mencionó:
El que avisa que va a suicidarse, no lo hará. “Quien lo comunica se encuentra en un factor de riesgo, es muy probable que lo haga y necesita ayuda”, aclaró.
Si intenta suicidarse está loco o loca. “En muchas ocasiones el paciente atraviesa un sufrimiento enorme que puede estar relacionado con la depresión u otra problemática, con asistencia puede salir”.
Cuando vemos a una persona de la que se sospecha que podría poner fin a su vida, no hay que preguntarle ya que se puede inducirla. “Está comprobado que preguntar adecuadamente ayuda a aliviar el sufrimiento y a buscar ayuda”, diferenció Del Canto.
Quien desea suicidarse finalmente lo logra. “No es así. Las personas pasan por mucho tiempo deliberando esa decisión y la asistencia a tiempo puede evitarla”, aseguró la especialista.