Martina Romera, Ezequiel Dube, Gisela Pavez, Uriel Gabay, Lautaro Fernández, Ignacio Lucero y Joaquín Irusta son siete adolescentes mendocinos, todos estudiantes de quinto año de la escuela técnica 4-020 Ingeniero Gabriel Del Mazo, de Godoy Cruz. Tienen entre 16 y 18 años y durante el último mes y medio, además del cursado y sus vidas y quehaceres cotidianos, sus rutinas han girado en torno a un único objetivo: terminar de diseñar y armar un auto monoplaza, con motor eléctrico y batería.
Horas y horas a contraturno del cursado tradicional, sábados e –incluso- domingos los han dedicado a trabajar en el vehículo en uno de los talleres del establecimiento educativo. Y siempre con el acompañamiento infaltable de los profesores Karina Michini, Gabriel Olivares y David Pacheco.
Entre el 3 y el 5 de noviembre próximo, las dos chicas y los cinco chicos de la escuela Del Mazo van a estar participando del Desafío Eco de Fundación YPF, que convoca a estudiantes de escuelas técnicas de todo el país a diseñar y fabricar su propio vehículo con motor eléctrico para participar y competir en una carrera con estudiantes de más de 110 escuelas de todo el país.
“Como nosotros fuimos elegidos en Mendoza, la Fundación YPF nos va a becar para que viajen los siete estudiantes y los tres profesores. Sin embargo, estamos buscando sponsors y juntando fondos para otros gastos, así como también para poder llevar el vehículo hasta Buenos Aires”, explica el profesor David Pacheco a Los Andes.
Desde 2014, la Fundación YPF lleva adelante el Desafío Eco, a través del cual convoca a estudiantes de escuelas técnicas de todo el país –de cuarto y quinto año- a armar su propio auto monoplaza, con motor eléctrico y baterías. Y esta es la quinta edición en que participa la escuela godoicruceña.
En su campaña para recaudar fondos y poder viajar y participar de la competencia que se desarrollará en el autódromo Oscar y Juan Gálvez, los estudiantes reciben donaciones a través de Mercado Pago a través del alias “Esc.gabriel.mazo.” (sin las comillas y con punto al final).
UNA CARRERA CON AUTOS ELÉCTRICOS
Para el diseño y la fabricación del auto que participará del desafío, deben seguirse ciertos protocolos y todo un reglamento deportivo y técnico.
“Es como si fuese una carrera oficial, y todo se hace bajo esas reglas”, destaca Pacheco, uno de los profes que acompaña a los chicos y chicas en el proyecto.
El auto debe pesar entre 150 (mínimo) y 180 (máximo) kilos, ya con piloto en su interior. Y el equipo de cada escuela elige a uno de sus integrantes para que lo conduzca –con casco, chaleco y todo el equipo- y participe del desafío Eco.
“Es una carrera más de regularidad que de velocidad, ya que los autos desarrollan una velocidad de entre 30 y 40 km/h”, describe el profesor. Y acota que, en esta edición los y las estudiantes que participan son de las modalidades Electrónica y Mecánica.
La competencia consta de un torneo de cinco pruebas, que incluyen una picada, dos vueltas al autódromo. Como pilotos participan tres estudiantes, y el requisito es que una de ellas sea mujer.
Desde 2019, la escuela Gabriel Del Mazo ha participado en todas las ediciones, siempre con el recambio de alumnos correspondiente a las distintas promociones. Y suelen ser actores protagónicos en el desafío de sustentabilidad organizado por la Fundación YPF.
AYUDA PARA VIAJAR
A través la fundación, los alumnos y docentes de Mendoza recibirán una beca para que puedan viajar los alumnos y profesores.
“Nos dan la beca para viajar a la competencia y el alojamiento. Pero nosotros estamos buscando sponsors y ayuda para los traslados, poder transportar el auto hasta allá y todo”, cuenta el profesor David Pacheco. Y repite el alias de Mercado Pago para quienes puedan y deseen colaborar (Esc.gabriel.mazo.).
El flamante auto, en tanto, ya está listo y a la espera de poder representar a Mendoza en la competencia nacional frente a otros cientos de estudiantes de todo el país.