En el corazón del Parque Cívico de la Ciudad de Mendoza reposa hace ya diez años la histórica Bandera del Ejército de Los Andes, la misma que portaron los estandartes del Libertador General San Martín en la campaña libertadora. En 2012 se construyó un Memorial subterráneo para preservar el patrimonio, pero un estudio técnico advierte que las condiciones de cuidado y conservación no son las ideales y que la Bandera corre riesgo de deterioro.
El Ministerio de Cultura de la Provincia respondió que algunos puntos del informe “no eran correctos ni reales”, y que el lugar recibe mantenimiento todos los días. “Mintieron”, resumió uno de los autores del estudio.
Lógicamente, cualquier novedad sobre algo que pueda afectar semejante patrimonio histórico enciende las alarmas, y es que se trata de la primera bandera que flameó como independiente de la corona española en toda la Argentina y en Sudamérica. Confeccionada en 1816 y jurada en la Iglesia Matriz de Mendoza el 5 de enero de 1817, es la misma que además de servir en la campaña del general San Martín para su campaña en Chile, flameó en las batallas de Chacabuco y Maipú, sobrevivió el cruce de Los Andes y al terremoto de 1861 en las ruinas del Convento de San Francisco, de donde fue rescatada. El mismo Padre de la Patria quiso que el lienzo quedara para siempre en Mendoza, provincia que después la adoptó como bandera propia.
Ya previamente se había alertado la situación en el Memorial, cuando, en 2019, la entonces presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza, Liliana Lorca, había mostrado su preocupación y reclamado por “la urgente solución a tan devastadora deficiencia”. Incluso la actual senadora nacional Mariana Juri –quien hace dos años era ministra de Cultura y Turismo– había reconocido estar al tanto de este escenario: “Hay algunos detalles que serían menores y otros que no tanto”, manifestó en aquella ocasión.
“Esa bandera hoy está en unas condiciones verdaderamente lamentables”, clamó Luis Giachino, uno de los mendocinos que realizó un reclamo público. “Cuando fui al memorial encontré todo en un estado, te diría, lamentable. Pero es así en todo el Memorial, desde la fuente, que está sin agua hace muchísimo tiempo, hasta la llama votiva, que en vez de estar prendida todo el tiempo se prende sólo para actos, porque funciona con una garrafa”, describió.
Por eso, hace un año y mientras era concejal de Capital, Giachino presentó notas y pedidos formales a autoridades de gobierno para que se investigue la situación. Además, “la diputada Mercedes Llanos hizo un pedido de informe a la Legislatura, el cual tengo entendido que no se respondió”, agregó Giachino, información que Los Andes confirmó con la diputada provincial.
A estas medidas se sumó el de un grupo de historiadores, patrimonialistas, arquitectos y la comunidad sanmartiniana, que decidió hacer un informe técnico que diera cuentas del estado del sitio ubicado en el Parque Cívico, para luego elevar una nota de reclamo con pedido de audiencia a las autoridades.
“Con asombro y dolor podemos afirmar que el Memorial se encuentra en situación de abandono y nuestra Bandera corre serio riesgo de deterioro”, resumió José Luis Tello, profesor de Historia egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, quien estuvo al frente del informe de la “Comisión Pre-Memorial de la Bandera” que inició la investigación. “Que se responsabilicen aquellos que han abandonado uno de nuestros bienes más preciados y que cumplan con su deber de una vez por todas”, protestó.
Ante tales acusaciones, el Ministerio de Cultura de la Provincia respondió a través de Horacio Chiavazza, director de Patrimonio, quien aseguró que “el Memorial recibe un mantenimiento continuo”. Si bien reconoció que “los problemas más complicados” tienen que ver con el sistema de bombeo y los aires acondicionados, afirmó que “la preservación de la Bandera no tiene problemas” y que “no hay otro lugar mejor para conservarla que ese”. “Se les contestó a todos los puntos del informe y había muchos que no eran correctos ni reales”, sentenció Chiavazza.
José Tello, sin embargo, asegura que “no hubo respuesta formal al informe técnico, porque para que haya respuesta formal tiene que haber un contra-informe técnico, respondiendo a los argumentos”. “Hubo una reunión en la que él (Chiavazza), de manera informal y con una actitud despectiva, respondió los argumentos personalmente”, contó el historiador.
El informe técnico
Entre el largo listado de problemas de mantención, el estudio realizado en el Memorial de la Bandera de los Andes menciona “goteras, paredes con humedad, filtraciones en el techo de cielo raso, falta de mantenimiento del edificio, vandalismo, presencia de óxido y salitre y cortocircuitos del suministro eléctrico”. Además, remarca que la llama votiva no tiene la conexión de gas necesaria para estar prendida todo el tiempo, que no funcionan los aires acondicionados y que “la entrada al Memorial está pésimamente señalizada”.
“En fin, el listado es más extenso, pero creo que con lo mencionado basta para alarmar a cualquier mendocino”, resumió José Tello. Giachino, por su parte, agregó que “hacer el Memorial subterráneo fue una gran torpeza, porque para colmo eligieron hacerlo bajo un parque que se riega permanentemente y esos son los problemas de humedad que se ven arriba del techo. Todo eso requiere de un mantenimiento y un costo enorme”. Y aunque “me dijeron que tomaron el reclamo e hicieron mejoras”, advirtió que “hacer mejoras no es pintar el techo, raspar un poquito, poner enduido y volver a pintar”.
El arquitecto Roberto Dabul, quien ofició como uno de los dos peritos técnicos en el informe, confirmó a este diario la inspección de la comitiva, en la que firmó: “En conclusión, el problema principal detectado es la presencia de humedad y la evidencia de filtración de agua que ha afectado gravemente al cielorraso y seguirá haciéndolo en las condiciones actuales”.
Además, en la visita se midió la humedad y temperatura del cofre que guarda la Bandera de los Andes, las cuales resultaron en “mediciones bajas para lo comúnmente recomendado en la conservación de textiles”. Mientras que lo ideal debería ser entre 45% y 65% de humedad y de 18 a 22°C; la comitiva registró 36% de humedad y 15,6°C de temperatura en el lienzo histórico.
Ante esto, Horacio Chiavazza respondió que “la humedad se mantiene dentro de los estándares”, ya que, cuando se corre de los niveles establecidos, el sistema de climatización la vuelve a “equilibrar”. “Las banderas están conservadas y se mantienen, salvo cuando hay problemas de que tenemos estas roturas, que a veces quizás están un par de días sin cumplir la temperatura hasta que se termine el arreglo”, confesó. Por otro lado, el director de Patrimonio explicó que “el problema de las filtraciones está desde que se inauguró el Memorial, nunca faltó ese problema”. “Ya estamos trabajando en un proyecto para un piso nuevo que lo solucione”, completó.
Para finalizar, el historiador manifestó: “Yo le diría a la gente que vaya al Memorial, que miren si todo esto está resuelto o no. Van a ver por ellos mismos que nada de lo que presentamos en el informe técnico está resuelto. Chiavazza mintió”.
El referente de Patrimonio, por su lado, insistió en que “se mantienen todos los días los niveles de temperatura, humedad e iluminación, que son los tres elementos básicos que garantiza la conservación de la Bandera en los estándares requeridos”.
“Espero que las asociaciones e instituciones culturales de Mendoza se unan en este reclamo que es urgente si no queremos lamentar peores consecuencias de un patrimonio que es de todos los mendocinos”, concluyó Tello.