Y un día, el segundo juicio por los abusos sexuales a niños sordos y niñas sordas en el instituto religioso Antonio Próvolo finalmente comenzó. Pasaron 60 días desde la mañana del lunes 3 de mayo pasado, cuando tuvo lugar la primera audiencia; pero prácticamente no hubo ningún avance desde lo formal desde entonces. Pedidos de nulidades del juicio y de recusaciones, el apartamiento del (ex) presidente del tribunal y distintas solicitudes fueron algunas de las misceláneas que transcurrieron durante estos dos meses. Pero sobre los hechos por los que 9 ex trabajadoras del instituto religioso llegaron imputadas a este debate no se había avanzado en absolutamente nada. Al menos hasta este jueves por la mañana.
Pasadas las 8 de la mañana de ayer, la monja japonesa Kumiko Kosaka (una de las 9 imputadas y quien llega con las acusaciones más graves, ya que entre las 7 acusaciones con que cuenta hay un par que la ubican como autora de los diferentes abusos) fue la primera de las mujeres que prestó su declaración en el contexto de este segundo juicio que, se prevé, será maratónico.
Al igual que en las anteriores oportunidades en que declaró –lo hizo en dos oportunidades, en 2017, apenas fue imputada en la causa-; Kosaka comenzó su declaración resaltando que no respondería preguntas. En ese sentido, aclaró que solo prestaría declaración sobre su rol y funciones en el instituto. Y, según trascendió extraoficialmente, insistió en su inocencia ante las duras acusaciones que pesan sobre ella.
En cuanto al contenido específico y los detalles de su declaración, el tribunal hizo lugar a un pedido de los abogados de Kosaka, por lo que no trascendieron detalles específicos de las frases textuales del testimonio. Precisamente en esto se excusaron la abogada de la monja, Valeria Corbacho y los letrados de las 36 víctimas al ser consultados sobre la declaración de Kosaka.
Si bien ninguna de las partes hizo alusión a la declaración de la monja, entre las víctimas y sus familiares esta disposición de no poder hacer públicos los detalles de la declaración de la monja no cayó para nada bien. Y es que muchos de ellos siguen las novedades del juicio por los ataques sexuales que sufrieron por medio de los medios de comunicación y de lo que les informan sus abogados. Y, consideran, se vulnera su derecho a acceder a la información con esta disposición; sobre todo si se tiene en cuenta que son los principales damnificados de la causa.
La declaración de Kosaka
Pasadas las 8:30 de este lunes, Kosaka brindó declaración de forma remota (no estuvo en la sala). A lo largo de los 35 minutos en que se extendió su declaración, Kosaka hizo hincapié en su inocencia ante las acusaciones y resaltó que los años en que estuvo en el Próvolo desempeñando sus distintas funciones (entre 2004 y 2012) no tuvo ningún inconveniente con nadie. Incluso, los catalogó como parte de los “mejores años de su vida”.
Kosaka, perteneciente a la Congregación de las Hermanas del Huerto, estuvo en el Próvolo mendocino entre marzo del 2004 y marzo del 2012, fecha en que la Congregación se retiró del instituto. Junto con la monja Asunción Martínez (otra de las imputadas en este juicio, aunque no como autora sino como partícipe) se desempeñaron en el albergue de mujeres del Próvolo.
Y aunque no trascendió la declaración de ayer, ya en 2017 Los Andes publicó algunos extractos de su testimonio ante el fiscal Gustavo Stroppiana ni bien fue imputada (mayo de 2017) como parte de la instrucción de la causa.
Estas fueron algunas de las frases que sobresalieron de su relato hace cinco años sobre los hechos:
-“Me parecen totalmente aberrantes, increíbles. No puedo creer que hayan hecho ese tipo de denuncias. Todavía no salgo de mi asombro. ¡Tantas calumnias, tantas humillaciones y no comprendo por qué!”.
-“¿Cómo me puedo defender ante tantas injusticias o mentiras que hacen sin aclarar fecha concreta?. Hay descripción de lugares que están confusos. Hay chicos que me denuncian que dicen haber estado albergados cuando nunca lo estuvieron”.
-“Narran hechos que son imposibles que hayan sucedido, como que ingresen por las ventanas cuando todas las ventanas tienen rejas, y la única ventana que no tiene está a 15 ó 20 metros de alto”.
-“Los chicos eran de portarse bastante bien, no tenían malas conductas en lo general. Las pocas veces que habían malos entendidos entre ellos, siempre se acudió al diálogo y a la reconciliación, nunca con violencia”.
-“No me considero para nada violenta. Cuando no me gusta algo por ahí lo conversamos y haciendo chistes tratamos de entendernos. Son chicos muy ubicados. No recuerdo que haya vivido una experiencia de falta de respeto”.
Declararán las otras imputadas
De las 9 imputadas en este segundo juicio, 8 ya manifestaron que van a declarar para aportar su versión de los hechos por los que están acusadas. Esta es una gran diferencia en comparación con el primero de los juicios, que derivó en la condena de los dos curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi (a 45 y 42 años de prisión); donde los imputados optaron por no declarar durante el debate.
La única que no declarará en el juicio actual será la ex directora Laura Gaetan. El debate se reanudará el próximo lunes (5 de julio); y así será el orden en que declararán las 7 acusadas que resta que lo hagan:
-Graciela Pascual (65); ex representante legal del instituto.
-Noemi Paz (63); ex cocinera.
-Cecilia Raffo (43); psicóloga.
-Gladys Pinaca (66); ex directora.
-Cristina Leguiza (50); ex directora.
-Valezca Quintana (48); ex directora.
-Asunción Martínez (53); monja.