A una semana de la detección del paciente 98, el caso que cambió la realidad en Mendoza

El viernes pasado la calma se cortó y comenzó a detectarse una cadena de contagios que aún no termina de dilucidarse. Implicó la marcha atrás en la flexibilización de actividades sociales, nuevas estrategias de testeos y dudas sobre la circulación.

A una semana de la detección del paciente 98, el caso que cambió la realidad en Mendoza
Nueva estrategia. Los testeos rápidos aleatorios a asintomáticos debutaron en Luzuriaga y Coquimbito. - Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Hoy se cumple una semana de la detección del conocido como “Caso 98”, el hombre maipucino de 37 años a quien se le diagnosticó Covid-19 y que cambió el escenario de la provincia respecto del virus pandémico Sars Cov-2.

Con este empleado de una bodega surgió una cadena de contagios que desde el Ministerio de Salud creen que aún no termina de dilucidarse. Obligó a dar marcha atrás con la flexibilización de las medidas preventivas e incluso a un cambio de estrategia de abordaje por parte de las autoridades sanitarias.

Por las características del caso, incluso ha dejado de haber total certeza sobre la posibilidad de que haya circulación comunitaria, por lo que salió a verificarse.

La provincia venía tranquila en cuanto a la cantidad de casos, incluso con períodos de varios días sin positivos, tanto así que el gobernador Rodolfo Suárez dio un paso más hacia la flexibilización en el marco de un cruce de fase del aislamiento al distanciamiento social. Pero el viernes pasado se terminó la calma.

El hombre trabaja en el área de distribución de una bodega de Maipú que pertenece al grupo Baggio, por ello se ha atribuido la infección al contacto con algún transportista. Dos compañeros suyos dieron positivo. Luego se supo que, cuando aún no estaban habilitadas las reuniones con amigos, había participado en una con más de 20 personas. Así fue surgiendo una cadena de contagios que ya suma 11 positivos (contando los dos mencionados) y no descartan que surjan más. Tras esta situación, y sin certezas de haber identificado a todos los contactos, se decidió hacer testeos a los vecinos, una estrategia nueva en la provincia.

Marcha atrás

El 8 de junio el Gobierno local había anunciado medidas asociadas al escenario controlado que se presentaba: una gran mayoría de los infectados recuperados, varios días sin positivos e identificación de nexos epidemiológicos, aunque había seis casos que habían quedado determinar.

A partir del caso 98, hubo casos positivos todos los días.

Tras casi 90 días de aislamiento, ya se habían abierto bares, restaurantes y grandes superficies para compras, como malls y mercados persas. Desde ese día se habilitaron las salidas sin la limitación del número de documento, las visitas familiares sin restricción de días y las tan esperadas reuniones con amigos, con ciertas limitaciones de horario, cantidad de asistentes y medidas preventivas.

Sin embargo, ante la nueva realidad que presentó el caso de Maipú, antes de ayer el Gobierno decidió dar marcha atrás: se terminó el recreo y otra vez hay que mirar el documento antes de salir para ver si es el día que corresponde. Las juntadas con amigos quedarán nuevamente postergadas y la familia queda para el fin de semana y feriados otra vez.

Para el Ejecutivo, es una manera de mantener controlados los contactos ante posibles positivos dada la dificultad para controlar reuniones privadas.

“Que hayamos tenido una condición privilegiada de una cantidad de casos controlada, con 90% de los casos con conocimiento del nexo epidemiológico, no significa que no podamos virar a otra situación”, consideró el doctor Carlos Espul, coordinador de la Red de Laboratorios de Mendoza. En ese marco advirtió: “La gente no alcanza a percibir el efecto amplificador de vivir en comunidad; se socializa, entonces es tal la cantidad de contactos de contactos que en 48 horas surgieron 100 personas”.

Según pudo saber Los Andes, entre los 11 detectados positivos había personas que nunca habían estado en contacto con el caso 98, como el tío de una chica que sí estuvo.

Testeos aleatorios

Ante las dudas sobre la posibilidad de que hubiese personas que hubieran tenido contacto y resultaran contagiadas, el Ministerio de Salud salió a la calle a aplicar una estrategia que no había usado antes: el testeo aleatorio a personas no sintomáticas, entre los vecinos del infectado.

En total, se hicieron determinaciones a 220 personas a las que se les hizo el test rápido. Como resultado sólo una persona dio positivo, por lo que se le realizará la prueba PCR, según el protocolo.

Hasta ahora, el testeo se ha realizado a personas sintomáticas enmarcadas en la definición de caso.

“Si usted no se hace preguntas, no tiene respuestas. La pregunta era saber si el virus estaba circulando en la zona y por eso se buscó anticuerpos. Si no hay quiere decir que no han tenido contacto con el virus -indicó el médico-. Lo que hemos tenido es un brote epidémico dentro una situación de pandemia”.

En el caso de la familia del barrio Espejo de Las Heras, donde se presentó una situación similar tras un cumpleaños, no se usó esa estrategia. “En Las Heras se puso una unidad centinela y se hicieron muy pocos testeos rápidos. En esta oportunidad se hicieron más porque se fue al barrio a investigar, ya que se había dispersado la investigación”, comentó una fuente de Salud.

Espul recalcó: “La respuesta sanitaria tiene que ser acorde a la problemática. Siempre estamos con la sombra de cuándo empieza la circulación comunitaria, que es una condición de la que no estamos exentos”.

¿Y la circulación comunitaria?

La pregunta, la inquietud, la duda desde siempre. En el Gobierno local han repetido innumerables veces que consideran que no hay circulación comunitaria en Mendoza. Afirman que, si existiese, se vería en los hospitales donde llegarían muchos sintomáticos y habría más internados.

Sin embargo, el Gobernador tiende a ser muy cauto y por eso, cuando el presidente Alberto Fernández autorizó a pasar a la fase de distanciamiento, prefirió tomarse unos días para decidir y en una entrevista con la prensa no quiso sostenerlo.

Ante esta nueva realidad, la ministra de Salud, Ana María Nadal, marcó que hay una reevaluación del escenario sin certezas aún. “Asumir que haya o no transmisión comunitaria va a depender de cómo siga este brote así que hay que esperar por lo menos cinco días más”, dijo el miércoles a la prensa.

Supercontagiadores: ¿quiénes son y por qué están en la mira?

El término “supercontagiadores” se usa para designar a aquellas personas que tienen posibilidad de transmitir un virus a otros por encima de la media estimada.

La realidad es que no hay demasiada evidencia sobre por qué ocurre, así como hay quienes apenas contagian. Con la pandemia resurgió esta temática.

“Hay que remarcar que la carga viral depende de cada persona y su estado inmunológico. Alguien puede tener mayor concentración de virus en su secreciones, como las nasales y saliva, y por ende mayor capacidad de transmitir la infección”, explicó el inmunólogo Pablo Melonari, del equipo de asesores del Gobierno de Mendoza.

Y continuó: “Pero nadie puede saber quiénes son los hiper contagiosos, depende de cada persona. 80% de los pacientes pueden ser asintomáticos, y sin embargo tienen el virus, y muchos de ellos tienen muy baja contagiosidad o directamente no contagian porque tienen una concentración de virus tan baja que no alcanzan a contagiar”. Para el profesional hablar de supercontagiadores es un error.

Hay quienes le atribuyen mucho peso. El diario El País de España informó que un trabajo de un equipo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres estimaba que el 80% de los nuevos casos en la actual pandemia procedían de un 10% de los infectados. Por otra parte, en ese país, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y el hospital universitario de la ciudad gallega (SERGAS), concluyó que estos supercontagiadores podrían estar detrás de la mitad de todos los casos.

Esto ya se había descrito ante epidemias de ébola, VIH o SARS, también asociada a un coronavirus, como la actual pandemia.

Aunque algunos toman en cuenta la conducta social de las personas como parte de esta tendencia al contagio, para Melonari esto no tiene que asociarse y en esos casos estaría mal usado el término.

Mucho tiene que ver la etapa de la infección que transita la persona. “Cuando recién inicia la infección puede haber más baja concentración de virus. Probablemente a partir del tercer día la cantidad comienza a ser mayor y hacia el quinto día aparecen los síntomas”, detalló. “Por eso el período de incubación promedio es de 5 a 6 días desde que estuviste en contacto. A partir del sexto día comienza a disminuir la concentración del virus y desde entonces la posibilidad de contagio va a ir decreciendo. Pero esa es la evolución de cualquier infección viral”, subrayó.

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